A Sweet Urgency- Niley one shot

El fuego nos consumía a ambos, tocábamos nuestros sexos por encima de la ropa, acariciaba su miembro, él se mordía el labio y apretaba con más fuerza la palanca de velocidades. Cegados por la pasión del momento, avanzábamos a un paso meramente veloz hacia mi departamento, moría porque me tocara, me besara, tocarlo y sentirlo pronto dentro de mí.

Bajamos del auto a una velocidad para nada normal, fundidos en un beso carente de ternura, cargado de urgencia y sexualidad, incluso ignoré al portero que me saludó y caminamos hacia la entrada del edificio. En el elevador sus manos pasaban de mi espalda a mis nalgas y mis labios de los suyos a su cuello, no podía negarme, lo deseaba mucho, mientras el gruñía deliciosamente en mi oído, me aferré a la bragueta de su pantalón y "accidentalmente" rocé su masculinidad con mi mano, en respuesta me tomó por la nuca y me besó casi con coraje, mientras estrujaba uno de mis pechos.

Al llegar a mi piso, salimos casi corriendo. Mientras jadeaba abrí la puerta y él no esperó: me tomó por la cintura, me giró y besó mis labios. Luego succionó levemente el lóbulo de mi oreja y mordisqueó mi cuello al mismo tiempo que cerraba la puerta con un pie. No podía dejar de gemir, eran demasiado intensas las sensaciones que me hacía sentir, mi deseo crecía al compas de las palpitaciones de mi sexo y de las cosquillas que sentía en mis pezones, que pedían ser devorados brevemente.

Quité su chamarra y su playera color gris. Él acariciaba mis pechos por encima de la blusa que quitó con frenesí, al igual que mi sostén. Se separó para mirarme y vi el fuego lascivo en sus ojos reflejo de la lujuria intensa que irradiaban los míos.

Lamió, chupó, succionó, mordió y besó mi cuello, mientras con un ágil movimiento desabroché el botón de su pantalón y traté de bajárselos lo más rápido que pude, ambos nos quitamos los zapatos y volvimos a besarnos.

Mientras el sacaba por completo su pantalón, bajé sus ajustados bóxers que mostraban su evidente excitación que me tenía cada vez mas encendida. Él me tiró en el sillón y lamió desde mis pechos hasta mi ombligo. En un solo movimiento jaló mis piernas abriéndolas hacia sí e inundando mi ser con su lengua haciéndome gemir de placer, pero todo perdió sentido cuando sentí dos de sus largos y sensuales dedos adentrarse en mi, en lo que su lengua masajeaba en círculos mi clitoris que hacía que sintiera mis piernas temblar, introdujo otro dedo y una maldición enredada con un gemido muy audible salió de mi boca.

—Ya… ya por favor, basta de juegos—supliqué.

Lo alcé para besarlo en tanto el se frotaba contra mí, tomé su miembro, lo apreté ligeramente y me lo introduje yo sola, el gruño y gimió —o no sé qué sonido hizo, pero fue demasiado erótico—. Le mordí el labio casi hasta sangrarlo y el apretó mis muslos con mucha fuerza. Mientras sus penetraciones alcanzaban un ritmo febril, salió de mí y lo miré con angustia. Me levantó y me pegó a la pared, alzo mi pierna derecha y entró de nuevo con sus movimientos acelerados, yo estaba a punto de terminar, lo abracé por el cuello y enredé mis piernas en su cadera. Le pedí que se sentara y lo hizo, yo brincaba en él, marcando un ritmo, veía la expresión de placer en su cara y eso me excitaba sobremanera. Él gemía, farfullaba maldiciones más sexys, que había oído. Nos besamos y nuestras lenguas se mezclaban como si quisiéramos formar una sola. Lo miré a los ojos y ese fue el detonante: me ahogué en una ola de inmenso placer. Me besó mordiendo levemente mi lengua para callar mi grito y el de él, mientras yo apretaba sus gruesos brazos para sostenerme, hasta que nuestras respiraciones volvían a la normalidad.

Nos dejamos caer rendidos, lo abrasé aun más fuerte y él beso mi coronilla…

—Te quiero—dijo...

esta era una de nuestras muchas aventuras, el la llama una dulce urgencia, y eso era, una hermosa dulce y deliciosa urgencia

FIN

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Bueno aquí un pequeño one shot espero que les gustes

y bueno en unos momentos el final de Átame a ti