Era como aquella vieja historia de un hombre con dos
personalidades: el
médico y el monstruo. Una de ella era un hombre bueno, bondadoso y
la
otra era un asesino. Me sentía
igual en aquel momento.
La diferencia era, que no era necesario beber ninguna poción, para
transformarme. Bastaba ver a Nick. Lo que realmente me gustaría
ahora
mismo, era una buena plática con mi mama. Pasábamos horas y horas
hablando de todo y de nada. Pensé en ella y Marcus, gritando de
alegría en
la montaña rusa.
En los últimos tiempos, todo lo que parecía hacer entre nosotros
era pelear
y días y días sin hablarnos. Y tenía grietas de tanto reprimir mis
sentimientos hasta que explotara en lágrimas. Subí directo a mi
cuarto,
me arroje en la cama y me puse una almohada para poder llorar. Si
alguien me preguntara por qué o la razón,no sabría qué decir.
Eranmis sentimientos explotando de mi cuerpo
nuevamente,especialmente
porque se habían burlado de mí en público.
¿O que estaba sucediendo conmigo?
Tenía la impresión de que no había lugar en el mundo para mí. Era
incompetente en la escuela y la amistad de Mía siempre me hacía
sentir
una inútil, como si no sirviera para nada. Yo quería ser capaz de
enfrentarme al mundo sola, ¡pero no sabía cómo hacerlo!
Un golpe en la ventana me sobresalto. Cuando aparte la cortina y
abrí la
ventana, tuveque esquivar una roca que venía en mi dirección.
— ¿Ya cambiaste la arena de la gata?
—Ja— susurre, riendo de mi respuesta que había
dado a Nick y
sintiéndome como una absurda Julieta.
—Vamos a dar una vuelta. La noche esta hermosa. Te espero afuera—
dijo
esto y salto la cerca de
madera.
Mi primer impulso fue rechazar la invitación, pero:
¿Desde cuándo me dejaba llevar por primeros impulsos?
Me lave la cara con agua fría, me vestí,respire profundo de abajo
a
arriba. Nick estaba sentado en el muro de la casa de al lado. Un
sonido
suave y lejano de música venia de la casa de Charlie. Con las
piernas Nick
seguía el ritmo. Salimos, seguimos en silencio durante algún
tiempo hasta
que Nick dijo.
—Disculpa mi broma boba, sobre las donas. Juro que no volveré a
mencionar esa palabra,pero debo decir, que me quede muy
impresionado
con tu habilidad en ese juego. Percibía suavidad y delicadeza en
su tono.
—Lo siento por mi excusa de ¨cambiar la arena de la
gata¨—respondí,
Nick se hecho a reír.
—Esa estuvo buena. No tuviste que pensarla dos veces antes de
inventarla. En general,encuentro una buena respuesta, para este
tipo de
situaciones después de lo que paso.
—Yo también—.La noche era hermosa,una media luna iluminaba el
cielo.
—Donde yo vivo, nunca esta oscuro y silencioso—dije.
—Yo estudio la universidad ahí. ¿Echas de menos Londres?— pregunto
Nick,sentándose en un árbol. Continúe de pie, con el cuerpo
recostado
contra el tronco.
—No sé si lo extraño. El problema son las personas de ahí. Parecen
más
reales cuando las dejas. O tal vez, solo consigas entenderlas
cuando las
dejas y estas lejos. Nick se recostó inclinándose en el tronco. —Y¿cuáles
son tus sentimientos en relación con las personas que dejaste?
—Confusos. A veces los echo de menos, otras, pienso que es un
alivio estar
lejos. Pero me da espacio para pensar— respondí,sintiendo el codo
de
Nick tocando el mío. Empuje mi brazo lentamente y con la mano
toque la
corteza y me senté.
— ¿Que es la música anti-folk? Estoy cansada de fingir que sé que
de que
se trata— dije riendo, Nick sonrió.
—Es más fácil decirte que no es música anti-folk. Es una reacción a
la
música pop fabricada—.Yo estaba entendiendo.
—Todas esas bandas de chicos y chicas. Esa cosa de ídolos pop,
todo eso
es un gran saco de dolor en el trasero.
—Todo es muy artificial. Desde que ropa se ponen,como cantan o que
decir
en las entrevistas. Como si ninguno de ellos tuviera su propia
opinión.
Ninguno canta lo que le interesa— miro su reloj y me agarro del
brazo—
vamos, todavía estas a tiempo…
—Yo no…- comencé a decir antes de que el me arrastrara.
Fuimos corriendo colina abajo, pasamos por un campo abierto y
llegamos
a un cementerio. Ahí paramos. Parecía que mis pulmones iban a
explotar y
mi corazón se quisiera salir del pecho. Nick pasó un brazo sobre mi
hombro en el momento en que la torre del campanario comenzó a
sonar.
Contamos seis campanadas.
— ¿Hay alguien ahí adentro?— pregunte aun conteniendo la
respiración.
—El sacerdote está ahí la noche entera para tocar la campana.
— ¡Me estas engañando!— respondí. Y entonces vi la expresión del
rostro
de Nick. El rio.
—Criatura urbanoide. —Bicho de arbusto.
—Patrocinador de centro comercial.
—Abrazador de árboles.
— ¡Abrazador de Miley!— Nick se acercó y me abrazo con fuerza. Yo
podía sentir su respiración en mi rostro. Estuvimos mucho tiempo
ahí
parados, en silencio.
— ¡Miley!
— ¡Nick!
—Él se hecho a reír.
—Vamos a hacerlo de nuevo, mañana por la noche. Sin decirle nada a
nadie. Va a ser como si fuera solo un juego de nosotros. Cuando
los demás
están alrededor, las cosas se complican. Nos veremos de vuelta a
las nueve
de la noche.
—Voy a ver si encuentro un pretexto— respondí vagamente,sabiendo a
ciencia cierta que pasase lo que pasase,estaría a las nueve en
punto.Nick
me dio la mano y en silencio volvimos a la casa de Sarah.
—Hasta mañana— dijo cuando llegamos.
Sarah volvió la mañana siguiente. Después de hacer un alboroto con
Tallulah,se volvió hacia mí.
—Siento mucho haberte dejado sola. Pero tenía que irme.
—Pensé que habías ido a comprar libros—. Sarah estaba un poco
avergonzada.
—Ah, sí, compre algunos. ¿Todo bien por aquí?
—Ava, hiso alguna comida buena. Fui al club de la juventud y
Aurora me
invito a tomar té…Kai apareció. El rostro de Sarah se llenó de
esperanza y
agregue rápidamente.
—Solo pasó a recoger algunas cosas.
— ¿Dejo algún recado?— pregunto Sarah con una voz tranquila.
—Dijo que estará de regreso para el festival Netherby— trate de
hablar de
la manera más neutral posible,como si no supiera que aquello
realmente le
haría mucho daño a Sarah.
A nadie le gusta que sientan pena o lastima de ellos, ¿verdad?
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