Miley admiró sus sustanciosos bíceps y gruesos antebrazos mientras pasaba el paño a
lo largo de sus fornidos brazos. La parte trasera de sus manos estaban llenas
de cicatrices y costras, el lado de las palmas eran callosas y ásperas. Las
manos de un ranchero. Ella sabía que esas fuertes manos podrían controlar a un
caballo de cuatrocientos kilos, o arreglar una cerca de alambre de púas o
incluso derribar a un hombre fuera de combate. Pero también sabía cuán
increíblemente suaves esas poderosas manos podían ser sobre su cuerpo. Sobre su
cara. Sobre su niña.
Intercambió
los paños y terminó con su torso, su caja torácica, su vientre plano y su
estrecha pelvis, demorándose sobre ese sexy y sensible trozo de piel, de un
lado a otro de sus caderas. Miley eludió su ingle aún cuando su completa
erección demostraba que él disfrutaba de sus atenciones.
Las
piernas de Nick estaban espolvoreadas con vello oscuro y eran todo músculo
fibroso. Barrió la tela hacia abajo de sus muslos, repitió el proceso en sus
robustas pantorrillas, pero evitando sus pies. Cuando terminó, casi esperaba
que él la estuviera observando fijamente, pero sus ojos estaban cerrados. Su
respiración no era lenta y suave, sino agitada e inquieta. Ella sabía que él no
estaba dormido.
Miley se inclinó sobre su boca y muy, muy suavemente le besó los labios hinchados.
Luego siguió exactamente el mismo camino que había seguido con el paño sobre su
cuerpo, usando sus manos y boca. Sólo que más lentamente. Más concienzudamente.
Para
cuando terminó, su polla estaba llorando por su atención. Usando el resbaladizo
fluido que se filtraba por la punta, ella envolvió el puño alrededor de su eje
caliente y rígido, y comenzó a acariciar.
―Miley.
Tú…
―Déjame
hacer esto por ti. Por favor. No puedo soportar que estés dolorido. Déjame
hacerte sentir bien. Déjame devolverte algo de lo que tú siempre me das. ―Le
dio golpecito con la lengua por debajo de los acordonados músculos en su
garganta. Cuando llegó a la parte superior de su pecho, comenzó su asalto
sensual.
Nick se arqueó dentro de ella y enredó la mano izquierda en su pelo.
Ella
lo volvía loco, volviéndose un poco loca ella misma, lamiendo y jugando con sus
pezones. Clavando las uñas y los dientes en su carne caliente y flexible.
Amamantó y mordió cada pulgada de la piel de sus pectorales mientras lo
masturbaba. Pasando de un ritmo lento y constante a uno rápido que evocaban sus
gruñidos cercanos a la impaciencia. Sus caderas empujaban hacia arriba, sus
bolas eran una nuez apretada en la base de su sexo. Y cuando esa gruesa polla
se sacudió dentro del movimiento de su mano, ella lo mordió debajo de su
pectoral izquierdo, chupando con la fuerza suficiente como para dejar un chupón.
Un gran chupón. El pegajoso calor se derramó por sus dedos y Nick gimió largo y
bajo, suavemente tirando de su cabello, mientras las pulsaciones se
intensificaban y luego, fueron disminuyendo. Entonces se detuvieron.
Todavía
apretando cada gota de la corrida de su polla, ella buscó su boca, intentando
comunicarle sin palabras lo que pasaba en su corazón. Todavía besándolo, usó el
paño para limpiarlos a ambos.
MIley se desenredó de su abrazo y reemplazó el hielo en su ojo. Su respiración era
más lenta, pero él no trató de alcanzarla. Ella salió de puntillas. Él
necesitaba descansar, y cualquier cosa que necesitaran decirse el uno al otro
podría esperar hasta que fuera de mañana.
Excepto
que a la siguiente mañana, cuando Miley se despertó, Nick ya se había ido.
Aunque Nick no pudiera ver nada con su ojo derecho, todo en su vida finalmente estaba
claro como el agua.
Cuando
Miley había llegado a él tan dulcemente la noche anterior, Nickhabía hecho
todo lo que pudo para evitar exigirle su sumisión, montarla como una bestia
enloquecida y follarla inconscientemente. Pero sabía que el hecho de que ella
hubiera tomado la iniciativa en ofrecerle consuelo amoroso fortalecía la unión
entre ellos.
Especialmente
después de que él había visto las marcas que ella le había dejado sobre su
pecho. Marcas de chupones. Marcas de dientes. Muescas de sus uñas. Mostrándole
su lado feroz y posesivo, ella lo había marcado como suyo.
Era
el momento de devolverle el favor a un nivel más permanente. Llamó a su primo
Colt, sabiendo que él se levantaba junto con las malditas gallinas por estos
días, y el Colt felizmente le dio el número de teléfono que necesitaba.
Nick marcó el número. Ningún hola, ninguna delicadeza, él sólo dijo:
―Tengo
una idea brillante de cómo puedo probárselo. ―Sostuvo
el teléfono apartado de su oído―.
Sí, sé qué hora es. Me importa una mierda si no eres una persona madrugadora,
dijiste que te llamara cuando me diera cuenta. Ey, tú eres la que dijo, el que no arriesga, no gana, así que no
puedes culpar a nadie más que a ti misma por meter las narices en esto. Te
estoy recordando tu oferta. Síp. ―Pausa―.
¿Cómo diablos voy a saberlo? Tú eres la experta. Tienes aproximadamente diez
horas. Estaré allí después del trabajo.
Él
llamó a Colt de vuelta.
―Ey,
primo. ¿Recuerdas que siempre estás diciendo que si necesito algo, simplemente
te pegue un grito? Bien, aquí tienes tu oportunidad. Voy a estar gritando
realmente fuerte esta noche y has sido elegido para sujetar mi mano.
El
primer día sin Nick en su vida fue malo.
El
segundo día sin Nick en su vida fue peor.
¿Pero
el tercer día? El tercer día fue absolutamente intolerable.
Eliza
estaba más que gruñona. Miley sospechaba que la bebé extrañaba a su papá y
decidió hacer que su mamá pagara por eso trastornando a toda la guardería.
Causando disturbios hasta tal punto que Miley tuvo que mantener a Eliza en su
oficina todo el día, lo que se tradujo en que no había logrado terminar una
maldita cosa. Durante tres días.
No
sólo eso, Nadia había llamado para informar que estaba enferma durante los
últimos dos días, lo que alteró completamente las actividades de Miley Blue. El
resto de los empleados estaban gruñones porque tuvieron que tomar el relevo y
trabajar un sábado. Incluso India le había echado una bronca, hablando
tonterías acerca de que los buenos tipos terminan en primer lugar, reconociendo
que son una buena cosa, e terminó con India amenazándola con pegarle una patada
en el culo si era tan estúpida como para no saber que tenía que pelear esta
vez. Y todo lo que ella le había encargado era que verifique el stock.
11 comentarios:
hahha Saris me encanto =D gracias por subir, ya queria que subieras de esta nove, espero rapido el proximo capitulo... ya no puedo esperar
hahha Saris me encanto =D gracias por subir, ya queria que subieras de esta nove, espero rapido el proximo capitulo... ya no puedo esperar
Wooooow me encanto
ahhh pleaseeee sube el siguiente pronto sii
te quedo estupendo me fascino muy lindo
espero el siguiente pronto que esta interesante
un besito cuidate :D
dejame decirte prima se donde vives ehhh TENES QUE SEGUIRLA PRONTOO AHH SIGUE SIGUE SIGUE YAAAAAA AHH ESTA REBUENISISIMA AHH NICK TE AMOO AHH
ahh tenes que seguirla prontoo ahhh AMIIX TE EXTRAÑE TE TENGO UNA NOTICIA QUE TE FASINARA O SII E IREMOS LAS DOS JUNTAS SABES QUE TE QUIERO SE QUE NADA ES COMO ANTES Y SABES ME ENCANTO TU NOVELA DE EL MANUAL DE LO PROHIBIDO ME IDENTIFIQUE MUCHO Y LAMENTO TODO LO QUE TE HICE ERES MI MEJOR AMIGA Y ESPEOR QUE TODO VUELVA HACER COMO ANTES
LOCA CUIDATE ESA ESPALDA EHH YA NO BAILES EHH TE LO AVISO Y MUCHOO ANDAAAA EHHH
ahh SIGUELA HERMOSOO EHH BUENISISIMO HAS MARATON SII DI QUE SIII
me fasinoo siguela yAAA Y SIII HAS MARATON OTRA VEEESSS
MUJER ESTA LOCA SI NO LA SIGUES AÑOOS POR ESPERAR ESTA NOOVLEA NO SABES CUANTO LA ANSIABA AHHH LA AMEEEE
ahhh tenes que seguila amiiga me queda sin palabras waoo nick caliente y miley waoo si la sigues moriree siguelaaaa
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