lunes, 30 de abril de 2012

To end Logan Y Tu-Capitulo 1


_____ Puente echó un último vistazo a Divine Events. La mejor empresa organizadora de bodas de Chicago hacía honor a su nombre, pero nada tenía que ofrecer a quien acababa de ser rechazada.
Se detuvo junto a la mesa del vestíbulo y contempló el gran florero griego que tantas veces había visto. Las flores del paraíso, jacintos y hortensias creaban un dosel sobre la mesa. _______ pasó la mano por una colección de álbumes blancos con las fotos y catálogos de Divine Events, y entonces se fijó en un libro rojo forrado en piel. La cortina de flores lo había ocultado a la vista hasta ahora, y ____ se detuvo, intrigada. A unos metros de distancia, la brisa de la calle parecía estar llamándola a su nueva vida. Junto a ella había dispuesto un cuenco de cristal lleno de golosinas. Pero ni las chocolatinas más exquisitas ni el sabor de la libertad tentaban a _______ tanto como aquel libro.
¿Por qué? ¿Por qué tenía que atraerla de ese modo aquel libro? Porque su vida estaba por los suelos y ansiaba que ocurriera algo, cualquier cosa, que cambiara su suerte. Y aquel libro rojo rezumaba secretos pecaminosos. Mientras estuviera sola en el vestíbulo no parecía haber razón para no hojear sus páginas prohibidas, de modo que se sentó en el sofá y tomó el libro en sus manos. No había ningún título en la tapa, pero el forro de piel resultó ser una cubierta protectora para un libro en rústica, grande y pesado. Intentó hojearlo, pero cada página había sido sellada, lo que avivó aún más su morbosa curiosidad. Se mordió el labio inferior y lo abrió en busca de la portada.
Sexcapadas. Juegos secretos y aventuras salvajes para amantes atrevidos.
Oh, cielos…
Cerró el libro de golpe, sintiendo cómo el rubor cubría sus mejillas. Pero su educación sureña se impuso y miró alrededor con los ojos entornados. Se oían voces al fondo y en otras zonas de la tienda, pero no había nadie más en el vestíbulo. Estaba sola, así que se permitió ir un poco más lejos. Con el corazón desbocado y la boca seca, leyó el título de la primera página sellada.
Atarlo. Para mujeres a las que les guste tener el control.
Un hormigueo erótico estimuló sus sentidos, pero aquellas palabras la afectaban a otro nivel. Hacía mucho tiempo que ______ no tenía el control de nada, ni siquiera de su vida. Sí, había tenido un buen comienzo, pero nada más.
Antes de su visita a Divine Events para cancelar sus planes de boda, se había pasado por Victoria's Secret y había adquirido el camisón más atrevido y sexy que pudo encontrar. Lo siguiente fue la ropa. Se tiró de la blusa de seda que llevaba abotonada hasta el cuello y que la estaba haciendo sudar. Soltó un resoplido de frustración. Su refinamiento sureño estaba tan arraigado que cualquier paso exigía ser minuciosamente pensado.
De ser la hija obediente a casi convertirse en la esposa sumisa, había vivido según las reglas que les inculcaron a ella y sus hermanas desde que nacieron. Sus padres ya tenían a un banquero y dos abogados como yernos, y _______ iba a añadir al tercer abogado al árbol genealógico. ______-se convertiría así en la hija perfecta, no en la oveja negra de la familia que todo lo hacía a su manera.
Su padre, el juez, se habría llevado una gran satisfacción si ______ hubiera celebrado la boda en el club de campo de Savannah. Su decisión había sido un motivo de gran decepción para la familia Puente.
También lo fue su traslado a Chicago un mes atrás, pero su novio había insistido en que se casaran y establecieran allí, en la ciudad donde lo habían nombrado socio principal del nuevo bufete. _____ había estado tan contenta por escapar de la opresión familiar que hubiera aceptado cualquier cosa. Y ahora tendría que arrojar la tercera bomba… Sacudió la cabeza, incapaz de reprimir una carcajada. Hasta entonces, el incendio de Atlanta había sido el día más negro en la historia de la familia Puente.
Nacida y criada como una belleza sureña, _______ había sido formada para ser la novia afortunada. Pero en vez de eso había sido la novia plantada, lo cual no la molestaba tanto como debería, teniendo en cuenta que su misión en la vida sería clasificada ahora como un fracaso por sus seres queridos. Su madre se llevaría una particular decepción. Kate Puente hacía lo posible por ser una buena madre cuando sus hijas cumplían con sus expectativas sureñas, pero el desafío de _______ la convertiría en una mujer extraña y hostil.
Cuando se enteraran de la ruptura del compromiso, su familia quedaría desolada, pero _______ estaba agradecida de haberse librado de su novio, quien había sido una concesión más a las expectativas.
Debería estar destrozada, pero la cancelación de la boda y la marcha de su novio del apartamento que compartían en un rascacielos de Chicago le ofrecían una grata sensación se alivio… a pesar de la traición de Darren. Ahora podía admitir que los dos se habían aprovechado mutuamente el uno del otro. Ella lo había escogido para complacer a su familia, sin importarle las carencias de la relación. Y él la había escogido por la posición de su padre en el mundo del derecho. Con todo, había sido Darren quien primero se marchara. ____ estaba casi tentada de aplaudir su coraje.
Para sus padres sería otro trauma descubrir que Darren se había hartado de los modales sureños de ____ mucho antes de abandonarla. Qué ironía que hubiera preferido a la abogada chillona y pegajosa a la que había contratado para trabajar con él. ______ sacudió la cabeza. No tenía derecho a pensar mal de una mujer que era lo bastante descarada para llevar minifaldas y usar un pintalabios oscuro y sensual. No cuando ________- quería parecerse más a ella. Quería ser libre. Libre de vestir la ropa que le gustase, no la ropa que la alta sociedad o su madre estimasen oportuna. Libre para emplear sus habilidades para las relaciones públicas en una carrera profesional, no sólo en obras de caridad. Y libre para elegir a un hombre sexy y atractivo sin tener que examinar sus credenciales y alcurnia. Pero en aquellos momentos, se conformaría con ser capaz de pensar por sí misma. La vida en Savannah la había ahogado, pero no se había dado cuenta de ello hasta que se mudó a Chicago, un mes antes, y no lo había aceptado hasta ahora.
Pero ahora podía empezar una nueva vida. Esa rata miserable de Darren le había dado la oportunidad, aunque de ella dependía tener el valor de aprovecharla.
Sexcapadas
… Pasó la mano por la tapa de piel roja. Qué oportuno, pensó _______, y tras mirar rápidamente a su alrededor para asegurarse de que seguía estando sola, se desabrochó los botones superiores de la blusa de seda, revelando un sujetador rosa de encaje y el amplio escote que sus hermanas tanto envidiaban.
A continuación, se alborotó ligeramente los rizos, esperando dar el aspecto que su madre siempre asociaba con las mujeres guapas y tontas. Un vistazo al espejo de bolsillo se lo confirmó. Tenía las mejillas coloradas, y un toque de pintalabios añadió un poco más de sensualidad. Era difícil conseguir gran cosa cuando apenas se contaba con lo básico, pero tendría que conformarse hasta que pudiera comprar ropa nueva y atrevida con la que acompañar su nueva imagen y actitud.
Cuanto más se liberaba de sus grilletes externos, más valor sentía. Bajó la mirada. Las instrucciones del libro eran muy claras: ¡las lectoras debían arrancar una página y poner en práctica la fantasía que en ella se detallaba!
Las manos le temblaban y las palmas se le humedecieron. Volvió a mirar la página que supuestamente describía cómo atar a un hombre. Sí, realmente le gustaría atar a un hombre, ver un brillo de deseo en sus ojos y saber que sólo la deseaba a ella. Y, de repente, no quiso esperar a que apareciera su hombre perfecto. Quería hacerse con las riendas de su vida ya. Antes de informar a su familia sobre la ruptura, quería dar el primer paso y afianzar su independencia… empezando con una aventura sin ningún tipo de lazo emocional.
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Bueno aqui el primer capi espero que les guste

sábado, 28 de abril de 2012

Átame a ti - capitulo- 82





—Lo siento, sólo estaba pensando en algo más. ¿Qué me perdí?
—Ben y Chase anotaron noventa y uno en la ronda final en Lewiston el domingo a la tarde. Terminaron en tercer lugar.
—Fantástico. ¿Qué circuito es ese?
—Dodge. El PBR tenía una semana de descanso, pero ya lo conoces. Está obsesionado con la monta de toros así que encontró otro evento para alimentar su hábito.
—Me alegro de saber que mi pequeño primo está manteniendo vivo el nombre Jonas en el mundo del rodeo —dijo Colby.
—Los rumores indican que Keely se está haciendo rápidamente de una reputación para ella misma en cada circuito también.
Silencio mortal.
Cord lentamente bajó su cerveza.
—Sería mejor que expliques esa declaración, Bennett, jodidamente ahora mismo.
Cam y Colby le dispararon miradas amenazantes también.
—Controlaros, chicos, no estoy hablando basura de vuestra pequeña hermana. Estoy diciendo que mi prima Keely está consiguiendo una reputación como traumatóloga en lo que se refiere a alternativas físicas de tratamiento no quirúrgico para las lesiones del rodeo. Chase dijo que Justin Donahue le contó que el equipo de Medicina Deportiva de Wrangler quiere que abandone la escuela y vaya a trabajar con ellos a tiempo completo por una cantidad extraordinaria de dinero.
—¿Entonces por qué Keely no nos contó nada de eso este fin de semana cuando estuvo en casa? —Colby preguntó.
—Ella me lo dijo. —Cuándo todos se dieron vuelta y se quedaron boquiabiertos mirando a Cam, él dijo—, ¿Qué? Vosotros, chicos, no escucháis a Keely la mayoría de las veces de cualquier forma.
—¿Y tú sí?
—Síp. Siempre lo hago. Ella ha sido también malditamente lista para su propio bien desde el día en que nació.
Debe ser una cosa de las chicas Jonas, pensó nick, porque él sabía que incluso a los cuatro meses, Eliza comprendía todo lo que le decía. Él y Miley tendrían mucho trabajo durante las siguientes dos décadas si Eliza era en algo parecida a Keely.
Chet, Remy, Ben y Blake se dirigieron hacia la trastienda para jugar al billar y se embarcaron en un torneo. Afortunadamente las distintas mujeres que habían estado dando vueltas por su mesa como tiburones muertos de hambre, siguieron a los chicos solteros a la trastienda. Quinn terminó hablando con un viejo amigo en la barra, luego desapareció, dejando a Nick con Colby, Cord y Cam.
Discutieron sobre las ventas de ganado previstas, cuando comenzarían a hacer heno, la inminente exhibición de arte de Carter, la temporada de caza, los caballos y la vida militar. Nick se sorprendió al ver que habían pasado dos horas.
Cam se fue vagando hacia la trastienda para mirar el juego de billar.
—¿Cómo te está yendo con Eliza?
nick le sonrió a Colby.
—Ella es especial.
—¿Cómo te está yendo con miley?
—Una mierda.
—Eso no suena demasiado bueno. —Cord colocó los antebrazos sobre la mesa—. ¿Quieres contarnos qué pasa?
—Mirar, sin ofender, chicos, pero dudo que alguno de vosotros haya pasado por la mierda con la que Miley y yo estamos tratando en este momento.
—¿A qué tipo de mierda te refieres? —preguntó Colby—. ¿Tratar de hacer que un bebé aprenda a escribir?
—No, resolviendo problemas de la relación.
—¿Por qué diablos piensas que no sabemos nada acerca de eso?
Nick le frunció el ceño a Cord.
—¿No nos dijiste que todo entre tú y AJ es perfecto?
—Me refería a ahora. Seguro no fue siempre fue así, especialmente por mi parte.
—Déjalo. Aj es tan dulce que no podría ser una mosquita muerta.
Cord bufó.
—Esa lengua que tiene puede mezclarse con arsénico, y a ella no le importaría ponerme en mi lugar. No me creerás, pero la cosa más estúpida que hice alguna vez fue dejar que AJ se apartara de mí.
Colby asintió con la cabeza.
—Channing desapareció por casi malditamente tres meses después de que me lesioné en Cheyenne. No sabía si alguna vez la volvería a ver otra vez o si incluso ella quería a una lisiada ex estrella de rodeo.
—¿En serio?
—Sí. No sé por qué piensas que lo tuvimos fácil. Infierno, ninguno de nosotros, incluyendo a Carter tuvo un buen comienzo con nuestras esposas. De hecho, yo decía que la mayoría de los hombres son idiotas en lo que se refiere a este tipo mierda de las relaciones.
—Eso es alentador. Tal vez necesite otra cerveza —nick masculló.
Entonces, armado con un líquido coraje, nick les dio a sus primos un análisis detallado de todo lo que había ocurrido… desde las citas con Miley el verano anterior, hasta la reciente confrontación en Miley Blue.
Ambos hombres guardaron silencio hasta que nick no lo pudo soportar más.
—¿Qué?
—Déjame aclarar esto. ¿Has estado loco por Miley durante más de un año, cuándo descubriste que la habías dejado embarazada, te mudaste con ella para aprender cómo ser un padre para Eliza, el sexo es espectacular, le pediste que se case contigo varias veces, y estás velando por su seguridad?
—Sí.
—Tío, odio decirle esto, pero no hay mucho más que puedas hacer —dijo Cord.
—Uf. Te agradezco el condenado consejo estelar.
—Por una vez estoy de acuerdo con Cord —agregó Colby—. Parece que no eres tú el que tiene el problema. Miley lo tiene. Y si ella no puede ver lo que tiene justo delante de su cara, K, entonces tal vez tú deberías tomar un poco de distancia para que ella tenga una perspectiva diferente.
nick pestañeó.
—¿Qué significa que haga? ¿Marcharme? ¿Quitarme de en medio?
—Tal vez.
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Hola, chicas bueno aquí esta el maratón de todas las noves que les prometí me faltaron algunas pero bueno ya me canse, espero que les guste y como dice yaz me pondré subirles todas las novelas para ya acabarlas pronto, eso es todo gracias por todos sus comentarios los Amos! son tan hermoso y pídanme de cual quiere capi y subo :) eso es todo 
Chau
Att:Sara

Take me along niley -capi -14


Era un modelo de belleza masculina, todo fibra y músculos. Tenía los bíceps flexionados, ya que estaba apoyado sobre los codos, y el deseo de acercarse para acariciarlos era tan fuerte que casi le dolía el cuerpo. No tenía la más mínima duda de que serían duros como una roca y tendrían la textura del satén.
Sus hombros eran increíblemente anchos y los músculos que sobresalían hablaban de su fuerza, rapidez y agilidad. Sus pectorales y sus brazos estaban igual de desarrollados y definidos.
Y su vientre… ¡Oh Señor! Esos abdominales habían sido creados para dejar un reguero de besos húmedos sobre ellos.
De forma inconsciente, su mirada se deslizó por la delgada línea de vello de color oscuro que comenzaba bajo su ombligo y descendía hasta desaparecer bajo los vaqueros. Por el tamaño del bulto que se apreciaba en los pantalones, miley podía afirmar que estaba generosamente dotado y que su interés hacia ella era más que evidente.
Y eso avivó aún más su deseo.
El color dorado de su piel desafiaba las ideas que tenía acerca de los de su especie. ¿Cómo era posible que un vampiro estuviera bronceado y su piel fuera tan incitante?
Pero más tentadora que la visión de los prominentes músculos, que pedían a gritos ser acariciados, era la multitud de cicatrices que lo cubrían. Daba la sensación de haber sido atacado por un tigre enorme, o de haber sido azotado con un látigo en algún momento de su vida.
O ambas cosas.
Jonas se echó hacia atrás cuando Tate se acercó y miley vio un pequeño símbolo que parecía haber sido grabado a fuego en su hombro izquierdo; un arco doble con una flecha. Se encogió mentalmente al imaginar lo mucho que le habría dolido y se preguntó si él lo habría consentido o si alguien lo había marcado en contra de su voluntad.
—Me da la sensación, por tus cicatrices, de que tus amigos vampiros no te cuidan demasiado bien —le dijo.
—¿Tú crees? —replicó él.
—¿Siempre es así de sarcástico? —preguntó miley, dirigiéndose a Tate.
—En realidad creo que contigo estaba siendo bastante agradable. —Tate estaba limpiando la horrible herida con alcohol. Preparaba la zona para inyectarle una dosis de anestesia local.
jonas lo cogió por la muñeca antes de que pudiera clavarle la aguja.
—No te molestes.
—¿Por qué? —le preguntó Tate con el ceño fruncido.
—No me hace efecto.
miley se quedó boquiabierta.
Tate alargó el brazo para coger el material necesario y comenzar a suturar.
—No puedes hacer eso —le dijo miley, interrumpiéndolo—. Lo va a sentir todo.
—Necesita que le cierre la herida —insistió Tate—. ¡Jesús! Si se le ven las costillas por el agujero.
—Sigue —le dijo jonas con una tranquilidad que dejó pasmada a miley.
Petrificada, observó cómo Tate comenzaba a coser y no pudo evitar hacer una mueca de dolor.
jonas mantuvo la mandíbula firmemente apretada y no dijo nada.
Ella siguió observando el proceso. Se le encogía el corazón al pensar en el dolor que debía estar sufriendo.
—¿No te duele? —le preguntó.
—No —le contestó él con los dientes apretados.
Ella sabía que estaba mintiendo; sólo había que fijarse en las venas que se marcaban en su cuello y en el modo en que apretaba los puños.
—Toma —le dijo, ofreciéndole de la mano—. Aprieta fuerte.
nick se quedó perplejo al sentir la suavidad de la mano de miley bajo la suya. No recordaba la última vez que alguien lo había tocado de aquel modo. Llevaba tanto tiempo siendo un Cazador Oscuro que había olvidado lo que era la delicadeza.

Tate actuaba movido por la gratitud y un cierto sentido de la obligación.
Pero ella…
No había ningún motivo para que le diera la mano. Apenas si le había dicho dos palabras civilizadas y, sin embargo, allí estaba, cerca de él cuando nadie más lo habría hecho. La situación empezaba a despertar extraños sentimientos en él. Le daban ganas de protegerla. Y sentía una enorme ternura.
Pero no era sólo eso, había mucho más; una simple caricia de miley lo abrasaba y le llegaba al corazón. Tragó saliva y se puso rígido. No podía dejar que se acercara demasiado. Miley era una criatura de luz y él procedía de las sombras.
Eran incompatibles.
—Dime, ¿cuánto tiempo hace que eres un vampiro? —preguntó ella.
—Ya te lo he dicho —le dijo él con la mandíbula apretada—, no soy un vampiro. Soy un Cazador Oscuro.
—¿Y cuál es la diferencia?
nick la miró con severidad.
—La diferencia está en que no tengo por norma asesinar humanos, pero, si no dejas de interrogarme, es posible que haga una excepción.
—Eres una insoportable Criatura de la Noche.
—Yo también te quiero.
Miley le soltó la mano.
—¡Ah, con que de eso se trata! —exclamó—. Sólo estaba tratando de consolarte. ¡No lo permita Dios! Deberías dejar que la gente fuese amable contigo de vez en cuando.
Irritada, se dio cuenta de que Tate la miraba sorprendido.
—¿No puedes cortarle el brazo, ya que estamos, para que pueda librarme de él?
Tate soltó un bufido.
—Podría hacerlo, pero creo que lo necesitará. Antes te lo cortaría a ti.
—¡Genial! ¿Pero qué eres tú, su Igor?
—Te has equivocado de película —la corrigió Tate—. Igor era el lacayo de Frankenstein. Te refieres a Rendfield. Y no, no soy Rendfield. Me llamo Tate Bennett; juez de primera instancia e instrucción de este distrito.
—Ya había imaginado lo de tu trabajo. Es bastante obvio, ya que estamos en un laboratorio muy frío, lleno de muertos.
Tate alzó una ceja.
—¿Y tú lo llamas sarcástico?
nick dio un respingo al sentir que Tate tiraba demasiado fuerte del hilo.
—Lo siento —se disculpó miley—. No lo distraeré más.
—Te lo agradecería.
Una vez que Tate hubo finalizado, nick volvió a colocarse la camisa y el abrigo. Se bajó de la camilla dejando escapar un imperceptible siseo, el único indicio de que le dolía el costado.
El busca de Tate comenzó a sonar.
—No tardaré. ¿Necesitáis algo, chicos?
—Estoy bien —le contestó nick—. Pero ella necesitará algo para desayunar y un teléfono.
miley arqueó una ceja al escuchar sus palabras. ¿Por qué la dejaba ahora utilizar el teléfono?
Tate limpió todo el desorden con rapidez.
—El teléfono está en la pared del fondo. Marca el nueve para conseguir línea con el exterior. Cogeré algo de la cafetería y regresaré tan rápido como pueda. Quedaos aquí y cerrad la puerta con llave.
Tan pronto como se quedaron solos, nick se movió para que ella pudiese sentarse en el banquillo que había junto al teléfono. Parpadeó varias veces y se frotó los ojos, como si fuesen demasiado sensibles a la luz de los fluorescentes.
—Necesitamos un plan —le dijo en voz baja—. ¿No conocerás a alguien en la ciudad que sepa el modo de romper unos grilletes forjados por un dios griego?
miley sonrió; se estaba acostumbrando a su sarcasmo.
—En realidad, creo que conozco a alguien.

no promises- capitulo- 24

Acaba de terminar su carrera y está viajando por Europa —al menos, eso creía ella—. Mick y Rick tienen una constructora. Los dos están casados y tienen hijos.
—¿Entonces, me mentiste?
—¿Qué?
—Me dijiste que tu pasado no era importante y que era demasiado doloroso para hablar de él. Pensé que habrían abusado de ti, o algo así, por la manera en que deseabas ocultarlo.
—El pasado es el pasado. ¿Qué importa ahora a qué colegio fui o con cuántos chicos salí?
Él se acercó a ella.

—Es parte de ti, miley, y me he dado cuenta de que apenas te conozco.
—Sí me conoces.
NICK sintió que volvía a estar a la defensiva.
—No, no te conozco. Conozco a la mujer que quiere a mi hija como si fuera suya —le dijo con una sonrisa—. Conozco a la mujer que me vuelve loco. A la mujer que hace el amor conmigo como si no existiera el mañana; pero hay un mañana, miley, y también un ayer.
miley tragó con dificultad, mientras, su corazón le latía a toda velocidad. Los ojos le estaban abrasando.
Nadie la conocía tan bien como él. Ella siempre había sido muy fría y distante, pero para él había abierto su corazón. Pensó que ya no tenía el muro defensivo que siempre la había ayudado, que ahora estaba a solas frente a él y tenía que darle algunas respuestas...


Respiró hondo.
—Les hice mucho daño, nick. Y pensé que lo mejor sería mantenerme alejada de ellos.
La expresión de él se suavizó.
—¿Qué pasó?
«Que empecé a trabajar parala CÍA», pensó ella.
—Los abandoné.
—¿Por qué?
Ella le dijo una verdad a medias.
—Porque quería vivir mi propia vida. Sin ataduras y sin responsabilidades familiares.
—Bueno, te entiendo. Yo hice algo parecido. Mi padre quería que me quedara con el negocio familiar, pero yo me puse a trabajar para el Servicio Secreto.
—Pero nunca cortaste con ellos por completo.
—Sí, lo hice. Solo volví una vez que mi padre se puso muy enfermo. Fue entonces cuando conocí a Jas. Incluso, entonces, me molestaba un montón que mi familia insistiera en que debía quedarme. Quizá por eso no pude hacer feliz a Jasmine, por obligarme.
—Ese es otro asunto, nick.
—Sí. Un asunto zanjado —dijo él apretándola contra su cuerpo mientras le acariciaba la espalda.
—Siento mucho haberte obligado a hablar.
—No —dijo ella apretándolo aún más—. Tenías que saberlo.
Ella echó la cabeza para atrás y aceptó su beso.
Carolina se acercó trotando y se agarró a sus piernas, intentando sujetarse. MILEY se inclinó, la levantó en brazos y la acercó a su pecho como si fuera un diamante. La niña la recompensó con una gran sonrisa.
nick observó lo bien que se llevaban, preguntándose cómo podía ver tan claramente el amor que las unía y, sin embargo, aún tener sospechas de que ella seguía ocultándole algo. No le gustaba pensar en eso e hizo un esfuerzo por alejar aquellos pensamientos de su mente.
En el garaje, nick salió del coche, desconectó las alarmas y entró en la casa. Después, volvió a conectar el sistema de seguridad. Había intentado llegar a casa más temprano, pero no lo había conseguido. Al menos, había logrado volver antes del anochecer durante tres noches seguidas.
En la casa todo estaba a oscuras. Llamó en voz alta, pero no obtuvo respuesta. Miró el reloj de nuevo y se preguntó dónde podían estar a aquellas horas. Se movió por la casa buscándolas, pero no las encontró en ninguna parte.
Estaba empezando a sentir verdadero pavor. Volvió a la habitación de miley y abrió el armario. Respiró un poco más tranquilo al ver las maletas y la ropa en su sitio; pero aún seguía muy preocupado. Entonces, se dirigió hacia el cuarto de baño de miley y al abrir la puerta como un vendaval se quedó congelado.
miley estaba con Carolina en la bañera. El agua estaba rebosante de burbujas.
Dejo escapar un suspiro y se arrodilló para abrazarlas.
—Gracias a Dios —dijo en voz alta y tomó la boca de miley en un largo y profundo beso.
—¿Qué pasa? —le preguntó ella cuando él la soltó.
—Al llegar a casa lo encontré todo a oscuras, no podía encontrarte y pensé… —acarició la cabeza de su hija—. Dios, no sé qué pensé.
Tenía las manos temblorosas. Entonces, miley se dio cuenta.
—Pensaste que me había marchado con ella.
—No. Pensé que les había pasado algo. A las dos.

Sicilian's mistress- cap -16


Miley frunció el ceño confundida.
-¿Por qué?
nick retiró el plato y se recostó en la silla para observarla detenidamente.
-Consulté a un psicólogo antes de venir.
-¿Un psicólogo? -miley estaba totalmente desconcertada, se dio cuenta avergonzada de que la mala opinión que tenían sus padres sobre los psicólogos había acabado afectándola.
-Me recomendó que, siempre que fuera posible, te enfrentaras a las cosas de una en una. Por eso quiero que nos centremos en lucas -le explicó nick muy despacio y con dicción clara, como si estuviera hablando con un niño a punto de tener una rabieta-. Creo que por ahora es suficiente con que aclaremos esto. .
-A ver si he entendido bien -tartamudeó miley inquieta-, ¿me estás diciendo que no estás dispuesto a... ?
-A liar más las cosas y confundirte dándote información que aún no necesitas -le confirmó nick viendo cómo se le iban oscureciendo los ojos de rabia.
miley retiró la silla con brusquedad y se levantó.
-¿Quién demonios te crees que eres para decirme eso?
-Por favor, siéntate y termina de comer.
miley estaba temblando.
-Tengo derecho a saber qué papel desempeñaba en tu vida. No creo que eso sea información superficial.
-Pues yo creo que sí. Quiero hablar sobre mi hijo porque llevo tres años esperando y me gustaría conocerlo -afirmó nick al tiempo que le lanzaba una mirada desafiante.
-¡No vas a conocer a lucas hasta que no me digas todo lo que quiero saber! -empezó a sentir que le iba a estallar la cabeza, en parte debido a la aparición de una fuerza de carácter que ignoraba tener y que se estaba apoderando de ella por momentos, por mucho que luchara para contenerla-. ¿Qué era yo para ti? ¿Un lío de una noche? ¿Una prostituta? ¿O tu novia?
Con total calma, nick se acercó a ella sin mirarla a los ojos.
-No eras nada de lo que has dicho. Cara, por favor, dejemos esto para otro día -le sugirió suavemente con esos ojos tan oscuros e incisivos-. Cuando llegue el momento, te diré todo lo que quieras saber.
-¡Deja de tratarme como si no fuera lo bastante madura como para tomar mis propias decisiones! Te lo voy a preguntar una vez más antes de marcharme de aquí... ¿qué era yo para ti?
nick tomó aire.
-Eras mi amante.
miley se quedó mirándolo fijamente con los ojos cada vez más abiertos y la boca también entreabierta, pero sin emitir sonido alguno. Toda la tensión que la había estado martirizando se esfumó. Ahora solo podía sentir el shock que la había dejado perdida y totalmente vulnerable. Entonces, cerró la boca y se obligó a moverse para dirigirse hacia la puerta. Una vez allí, titubeó un segundo y volvió a cruzar la habitación para recoger su bolso. Pero no se permitió mirar a nick ni por una milésima de segundo.
-¿Están aquí las llaves de mi coche?
-Sí. Esto es ridículo -murmuró nick.
-¿Cuánto tiempo fui tu... tu amante? -consiguió pronunciar aquella palabra con gran esfuerzo.
-Dos años...
miley se estremeció con ese segundo golpe. Tomó fuerzas y se puso recta antes de volver a dirigirse a la puerta.
-Espero que me pagaras bien por prostituirme.En mitad de aquel silencio ensordecedor miley giró la cabeza. Allí estaba nick sin mover ni un solo músculo, pero por primera vez pudo leer en su rostro sin ninguna dificultad, le ardían los ojos de furia. Algo más tranquila al ver su reacción, miley salió de la habitación.
El leve control que miley había conseguido reunir se vino abajo tan pronto como se encontró sola en el coche. Se quedó un momento con la mirada perdida en el parabrisas, intentando tomar aire y tranquilizarse.
Era un hombre rico. Pertenecían a mundos diferentes. Claro, ella no podía ser su amiga, su igual. Ahora entendía por qué le había costado tanto dar un nombre a la relación que había entre ellos. Una relación que había tenido algo de comercial. Dos años. ¡Dos años! Sintió dentro de sí una angustiosa voz de condena.
Dos años. Durante dos de aquellos años que no recordaba había sido una mantenida. A cambio de sexo, seguramente él le pagaba la casa, la ropa y las facturas. Temblaba solo de pensar el tipo de mujer que era antes de perder la memoria. ¿Qué clase de mujer era esa que se hacía llamar Destiny? ¿Qué más cosas humillantes le quedaban por descubrir?.
Destiny puso en marcha el coche haciendo un gran esfuerzo por reponerse. nick había dicho que ella desapareció. De acuerdo, quizás tardó mucho tiempo pero al fin se decidió a dejarlo. Seguramente planeaba empezar de cero. Y eso era precisamente lo que había hecho.
Al llegar a la rotonda que daba entrada al centro de la ciudad el dolor de cabeza que la había estado acechando empeoró tanto de repente, que se le nubló la vista. Tuvo que salirse de la carretera inmediatamente y parar en la cuneta.
Fue entonces cuando ocurrió. Como si de pronto alguien estuviera pasando diapositivas dentro de su cabeza, Vio una imagen de sí misma contestando al teléfono:
-nick... hace tres semanas que no te veo -decía su imagen con lágrimas en los ojos, aunque intentando que la voz no la delatara. nick, como cualquier otra persona obsesionada por el trabajo, detestaba que lo atosigaran.
-¿Por qué no te reservas un billete para el Concorde?.
-Bueno -accedió con estudiada indiferencia a la vez que retenía las lágrimas.
-No me había dado cuenta de que hubieran pasado tres semanas -nick hizo una pausa y luego siguió con esa superioridad innata-. No, cara, no hace tres semanas. ¿No te acuerdas que pasé por allí la noche antes de irme a rió?
-nick, por mucho que te quiera, hay veces que me gustaría pegarte. ¡Pasaste aquí menos de cinco horas!
Entonces, tan repentinamente como había ido, la imagen se desvaneció y Rob se quedó atónita sentada al volante. Todas las sensaciones que tuvo durante su breve viaje al pasado permanecieron con ella y fueron como una revelación.
Bajó la ventanilla con mano temblorosa y respiró el aire fresco. De verdad había sucedido, esta vez sí había recordado algo. ¡Pero esa diminuta porción de su pasado era demasiado inquietante!
Lo había amado. ¡Había amado a nick Uckermann! En algún momento tuvo capacidad de sentir algo tan fuerte que la devoraba por dentro. Hasta ese momento miley nunca había siquiera soñado haber podido sentir algo así en toda su vida.
Resultaba aún más demoledor el tener que hacerse a la idea de que una vez había adorado a nick Uckermann, había vivido pendiente de ese amor día tras día, lo había necesitado como necesitaba el aire que respiraba, sintiendo que sin él ella no existía...
Cuando salió de ese nuevo y terrible estado de conciencia, intentó olvidarlo por completo. Decidió que ya lo pensaría al día siguiente.
Condujo por la ciudad hasta llegar a Pétalos, la floristería que dirigía junto a Bel.