El rostro de Jonas se animó de
inmediato. ¡Por el amor de Dios! El tipo era increíble cuando no estaba
ladrando o frunciendo el ceño.
—¿Una de tus hermanas?
—Uno de sus amigos.
Él asintió con la cabeza.
—Bien. Necesitamos hacerlo
preferiblemente antes de la puesta de sol, o al menos no mucho después. También
tendrías que llamar a Roberta y decirle que no se deje ver durante unos
cuantos días.
—Te recuerdo, por si se te ha olvidado,
que no acepto órdenes de nadie. ¡Pero…! —exclamó, alzando la voz, antes de que
él pudiese interrumpirla—… soy consciente de que todo esto me supera. No sabes
cuánto odio toda esta basura sobrenatural. Así es que estoy deseando
escucharte, pero será mejor que comiences a comportarte como si te dirigieras a
una persona, y no a una muñeca hinchable sin cerebro. —Sacó el anillo de Jonas del bolsillo y se lo devolvió—. Y otra cosa, necesito ir al baño ya.
Nick soltó una carcajada.
—A mí no me hace gracia —le espetó ella
mientras lo observaba colocarse de nuevo el anillo en el dedo—. ¿Alguna
sugerencia acerca de cómo podemos hacerlo sin que me muera de vergüenza en el
proceso?
—Eso no es lo peor, ¿qué sugieres para
que no me arresten por estar en el aseo de señoras?
Ella le lanzó una mirada afilada.
—Si crees que voy a entrar en el aseo
de caballeros, olvídalo.
—Entonces supongo que tendrás que
aguantarte.
—¡No pienso entrar en el aseo de
caballeros!
Cinco minutos más tarde, Miley se
encontraba en el aseo de caballeros maldiciendo a Nicken voz baja.
—Lo de comportarte como un tirano te
sale de forma natural, ¿verdad?
—Es lo que da sentido a mi vida —le
contestó él, mientras le daba la espalda, con un tono de voz que denotaba su
aburrimiento. Había doblado el brazo esposado hasta colocarlo tras su espalda
para, de ese modo, permitir que Miley tuviese más libertad de movimientos.
Lo miró airada. Sentía la vejiga a
punto de estallar, pero le resultaba muy difícil aliviarse, embutida entre él y
la puerta del servicio. ¡Y todo porque Roberta no se había acordado de
sacar a su maldito perro! Si salía de ésta iba a asesinar a su hermana. A
matarla. ¡A descuartizarla!
—¿Por qué tardas tanto? —le preguntó él
con tono acusador.
—No puedo hacerlo contigo ahí plantado.
—¿Quieres que nos vayamos?
—¡Espérate! Antes o después te tocará a
ti y voy a disfrutar mucho viéndote sufrir.
Nick se tensó ante sus palabras.
—Nena, nunca podrías hacerme sufrir.
La frialdad de su voz la asustó.
Le llevó unos minutos más pero,
finalmente, acabó. Sentía el rostro más acalorado que si se encontrara en pleno
ecuador durante una tarde de verano. Se lavó las manos intentado no mirar a
Jonas.
—Tienes papel higiénico pegado al
zapato —le dijo él, mirándole los pies.
—¡Vaya, cómo no! —exclamó ella—. ¿Algo
más que consiga hacer esto aún más embarazoso para mí? ¿Qué te parece si pasas
a un terreno más íntimo?
Una malvada sonrisa se reflejó en sus
ojos antes de que esa mirada oscura y penetrante descendiera hasta sus
labios. Miley hubiese jurado que podía sentir su avidez, la profunda
necesidad de tocarla.
Antes de que ella fuese consciente de
sus intenciones, Nick le agarró la cabeza con la mano libre, le acarició el
labio inferior con el pulgar y se inclinó para capturar sus labios.
Atónita, fue incapaz de pensar ni de
moverse mientras los cálidos labios de Nick separaban los suyos.
El olor del cuero y el sabor del
vampiro invadieron sus sentidos. Jamás en su vida había sentido algo parecido a
lo que estos labios le estaban provocando. El beso de Nick era tórrido y
feroz mientras la mantenía fuertemente abrazada, asaltándola como un atracador
a su víctima. Todas y cada una de las hormonas de su cuerpo respondieron al
instante. Un gemido gutural escapó de sus labios. ¡Cielos! El tipo sabía besar.
Y la sensación de ese sólido cuerpo contra el suyo era tan increíble que no
pudo evitar aferrarse a sus hombros, ansiosa y desesperada por seguir
saboreándolo.
La lengua de Jonas jugueteaba con la
suya mientras esos firmes músculos se contraían bajo sus manos y, al rozarle
accidentalmente los colmillos con la lengua, una descarga de placer la recorrió
de arriba abajo.
Por primera vez desde que se había
enterado de qué tipo de criatura era, empezó a resultarle atractiva la idea de
que le mordiera el cuello. Pero más sugestivo aun era pensar en él tendido en
el duro y frío suelo, excitándola con todos esos poderosos músculos y ese
cuerpo esbelto hasta que los dos se pusieran a cien y acabaran sudorosos y
extenuados.
Nick se tensó al probar el
primer bocado de ambrosía que se permitía en dos mil años. Al instante, fue
consciente de todas esas curvas suaves y femeninas que se apoyaban contra su
masculinidad; del aroma a flores y sol que desprendía. Cosas que le habían sido
arrebatadas hacía siglos.
Había magia en el beso de Miley. Y una
pasión descontrolada y básica. La habían besado antes, pero Nick sabía
que nadie le había hecho sentir lo que estaba experimentando en esos momentos.
Con el cuerpo en llamas, le recorrió la espalda con la mano y la apretó aún más
contra él. La deseaba con una intensidad que le era desconocida desde los días
en que había sido mortal. Ansiaba con todas sus fuerzas acariciarla de los pies
a la cabeza y pasar con suavidad los colmillos por su cuello y sus pechos.
Y sentirla agitarse entre sus brazos…
Cerrando los ojos, inhaló ese aroma
Mileyy femenino mientras su cuerpo palpitaba de deseo, con una necesidad
básica y ancestral que casi rayaba en el dolor.
Miley jadeó al sentir la mano de
Jonas deslizarse por su costado, desde el pecho hasta la cintura, para rodear
después su trasero. Nunca había dejado que un hombre la tocara de esa manera,
pero el Cazador Oscuro tenía algo a lo que era incapaz de resistirse. Cuando la
aprisionó contra la pared con toda la fuerza de la pasión que sentía y se pegó
a ella, creyó que iba a derretirse… literalmente. El roce de este torso contra
su pecho le hacía ser más conciente de sus fuertes músculos.
Nick le separó las piernas utilizando
uno de sus muslos y lo alzó hasta presionarlo con su se*xo, provocando
que Miley se estremeciera aún más y que siseara de placer cuando él
profundizó el insaciable beso.
Le rodeó el cuello con el brazo libre
para tenerlo más cerca mientras sentía que todo giraba a su alrededor. ¿Cómo
sería hacer el amor con un indómito depredador como Nick y acariciar todos
esos músculos que se contraían cada vez que se movía?
Nick abandonó sus labios y trazó una
húmeda senda con la lengua desde la boca hasta la oreja. Miley sintió el
roce de sus colmillos sobre el cuello y se estremeció. Sus pechos se hincharon
aún más, anhelando sus caricias. Y, mientras tanto, él no dejaba de presionar
el muslo entre sus piernas, haciéndola que ardiera aún más. Las rodillas se le
aflojaron de tal manera que tuvo que apoyarse por completo en él.
Súbitamente, alguien golpeó la puerta.
—Eh, vosotros dos —se escuchó la voz de Tate y la puerta se abrió con un crujido—. Viene alguien.
El Cazador Oscuro se apartó de ella con
un gruñido. Y Miley fue consciente, en ese momento, de lo que había
hecho.
—¡Por Dios! —jadeó—. ¡Acabo de besar a
un vampiro!
—¡Por los dioses! ¡Acabo de besar a una
humana!
Miley lo miró con los ojos
entrecerrados.
—¿Te estás burlando de mí?
7 comentarios:
WAOOO MUJER LO AME TODO EL CAPITULO AHHHHH BUENISISIMOO LOKA TE QUIERO MUCHO
ESTA DE MAS DECIR QUE ESTA HERMOSO PERO LO ESTA Y DEMASIADO LO AME AMIIX ES PERFECTO Y TU PARA MI LO ERES
ahh siguela ahhh siguela pliss
SEGUILA PRONTOOOOO AHH ESTA REE BUENISISISIMAAAA
wao wao waooo sin palabras
hey saris no coincide con el capitulo anterior en ese era empresario algo asi y en este es vampiro y esas cosas osea como explicame no entiendo esta nove dkfnjf sigo leyendo las demas.
hola creo que te confundiste este capitulo es de take me along pero no importa de todos modos me encanto
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