viernes, 27 de julio de 2012

The Bodyguard- Capitulo 20


El regreso fue silencioso. Miley iba enfurecida. ¡Casi la habían
detenido por exhibición obscena! ¡A ella! ¡Inconcebible! Y toda la
culpa la tenía ese burdo armatoste a su lado. Y el imbécil sonreía
como el idiota que era. Total, había sido a ella a quien la policía había
encontrado semidesnuda. ¡Jamás se lo perdonaría! Al menos podría
haberla cubierto. Ella se había dormido ¡cielo santo! Había tenido
sexo salvaje en una camioneta. ¿Sexo salvaje? Bueno, de qué otra 
manera podría llamarse a algo que te dejaba completamente 
inconsciente. La culpa total y absoluta era del imbécil, algo tenía,
algo que la volvía débil cuando la tocaba y ¿qué era eso?¿Cómo lo
hacía?
—¿Cómo lo haces? _preguntó Miley con fuerza, por primera vez su
tono no indicaba titubeo alguno.
—¿Qué cosa?
—Manejar así a la gente, primero Robert, las chicas que casi
atropello, la policía. ¿Cómo lo haces? 
—No lo sé. —Nick le dirigió una mirada sincera—. No lo sé.
Supongo que es algo genético. Sucede con todos los miembros de la
familia desde hace generaciones. 
— ¿No lo sabes?
—No. Y ahora…
—¿Y ahora qué…? —preguntó  Miley mirándolo.
Nick estuvo a punto de decírselo. En todas las generaciones de
Windstone, jamás había oído de alguien inmune a su especial
habilidad. Jamás nadie había desistido de una orden de un
Windstone. Hasta ahora.
—Supongo que es sólo una habilidad. 

—¿Cómo funciona lo de tu… cuerpo? —Preguntó  Miley algo
avergonzada y una vez más su voz era débil e inseguro.
Nick la miró sin comprender— ¿Mi cuerpo? 
Miley enrojeció— Ya sabes… eso… _dijo casi en un susurro mientras
lo señalaba con el dedo índice.
La atención de  Nick  se concentró en  Miley . —¿Qué con mi
cuerpo?
Absurdamente avergonzada  Miley deseo haber llegado a su casa,
desesperadamente miró por dónde conducía  Nick  y tuvo la enorme
fortuna de ver que estaban a solo un par de cuadras de su edificio,
respiró fuerte, como juntando fuerzas para acabar con el tema que
evidentemente la abochornaba. 
—Nada. No tiene importancia. Llegamos, mira. — Miley jamás se
había sentido más feliz de llegar a su casa.
—Hablaremos de esto  Miley . No acabará así ratoncito _le dijo
mirándola de costado con una sonrisa casi felina en su rostro. 
El corazón de  Miley saltó, conociéndolo sabía que no lo dejaría
pasar y no se sentía con ánimos como para seguir con el tema. De
ninguna manera ella reconocería ante él que sospechaba que había
algo en su cuerpo que con sólo tocarla y ella se derretía. ¡Ni con
torturas lo haría! Así que ya podía ir borrando esa sonrisa
depredadora de su rostro porque de ella no saldría una sola palabra
más sobre el tema.
Nick maniobró para estacionar y en cuanto detuvo la camioneta,
Miley hizo el intento de bajarse.  Nick  la sostuvo con firmeza del
brazo. —Ni se te ocurra bajar hasta que no te lo diga.
Nick se bajó y mientras rodeaba la camioneta expandió sus sentidos.
Nada anormal. Y nadie en la playa de estacionamiento tampoco.
Cuando llegó al otro lado  Miley  ya estaba bajando. Mientras iba
bajando iba mirando a sus costados, sin siquiera saber qué buscaba. 

Pero algo pasó. Sus piernas no la sostuvieron y casi cayó.  Nick  la
sostuvo contra su cuerpo.
Con una sonrisa socarrona le dijo:
 —¿Demasiado sexo, ratoncito?
Miley lo miró y la antigua furia y la vergüenza regresaron a ella.
—¡Suéltame… _en un acto de inconmensurable valor agregó bien
fuerte esta vez_: ¡Imbécil! — pero mientras lo decía,  Miley  podía
sentir como el traidor de su cuerpo respondía al de  Nick  . La ya
conocida sensación de mareo y debilidad amenazó con vencerla y lo
hubiera logrado si  Nick  no hubiera hecho lo que le pidió — Sólo es
resultado de los nervios que… por “tu” culpa pasé_. Dijo en un tono
igualmente vehemente. Jamás había insultado a nadie, jamás había
casi matado a alguien. ¡Jamás había tenido un orgasmo! 


5 comentarios:

melina dijo...

hahaha sexyy siguelaaaaa

melina dijo...

hahaha sexyy siguelaaaaa

wapoxsiempre dijo...

ahhh no dejes ahi buenisisismaaa

wapoxsiempre dijo...

ahhh no dejes ahi buenisisismaaa

Ammi dijo...

que la dejastes ahi desgraciada ahh