miércoles, 18 de julio de 2012

Sicilian's mistress- cap -17


No había ningún cliente en la tienda, Bel estaba limpiando el polvo de las estanterías mientras canturreaba. Entonces se dio la vuelta y vio a su socia.
-¿Qué te ha pasado?
Rob se puso rígida, como un gato intentando defenderse.
-Nada... no me ha pasado nada.
-¿Qué te has hecho en el pelo? ¡Dios, nunca me había dado cuenta de que lo tuvieras tan largo!
-Me dolía mucho la cabeza... me duele mucho la cabeza -se corrigió con torpeza-. Lo siento, debería haberte llamado para avisarte de que iba a tardar tanto.
-No te preocupes y vete a casa ahora mismo, tienes un aspecto horrible -le dijo Bel tajantemente.
Aliviada por el consejo de su amiga, salió de la tienda y se dirigió hacia la vieja granja que sus padres compraron y reformaron cuando ella era solo una niña. Al llegar allí, el olor del barniz del porche y el sonido del antiguo reloj de pie la envolvieron y le hicieron sentirse mejor.Lucas salió corriendo de la cocina para recibirla.
-¡Mamá! -dijo alegremente.
Rob se agachó y tomó a su hijo en brazos. Lo abrazó con tanta fuerza, que el niño protestó. Aflojó los brazos rápidamente y lo besó para disculparse. De pronto sentía un amor irreprimible, pero, por primera vez, detrás de ese amor había una punzada de miedo e inseguridad.Era un niño precioso. La combinación de pelo castaño, ojos marrones brillantes y piel dorada era del todo inusual. Pero de pronto Lucas había dejado de ser solo suyo; también era el hijo de un hombre muy rico que quería compartirlo. ¿Hasta qué punto querría compartirlo?
Su madre salió también de la cocina.
-¿Te vas a tomar el resto de la tarde libre? -preguntó y luego frunció el ceño en un gesto de desaprobación-. Cariño, ¿qué te has hecho en el pelo?
-He perdido el lazo.
 Davina Jennings era una mujer bajita y regordeta de pelo corto y canoso, siempre muy activa y animada.
-Deberías tomarte tiempo libre más a menudo. Cariño, pareces muy cansada.
-¿De verdad? -preguntó mirando hacia otro lado.
Hablaría con sus padres esa misma noche después de la cena, cuanto antes mejor; Nick podría presentarse en la casa en cualquier momento. Quizás su forma de reaccionar contra Nick no hubiera sido demasiado inteligente. Lo cierto era que le había hecho sentirse mejor, pero desde luego también habría aumentado la hostilidad de Nick hacia ella. Al fin y al cabo, él no tenía la culpa de que ella fuera su amante. Ella era una mujer adulta, capaz de tomar sus propias decisiones.
-Bueno, Como ya estás en casa, creo que me voy a pasar por la iglesia a asegurarme de que todo está en orden para la actuación de la coral de esta noche -la informó su madre-. Ya sé que Janet Markham dijo que se encargaría de todo, pero a veces las más jóvenes del comité no son del todo fiables.
Rob sabía que su madre estaría fuera toda la tarde. A Davina le encantaba estar ocupada. Subió a su dormitorio a cambiarse mientras Lucas jugaba con un camión de juguete que hacía un ruido tremendo. Cuando se hubo puesto un jersey y una falda vaquera muy cómoda, salió al jardín con el niño.
Hacía una tarde muy agradable, pero no conseguía sentirse tan tranquila Como solía hacerlo siempre que estaba en el jardín. Se preguntaba qué sería lo próximo que haría Nick y pensó que lo único que estaba haciendo ella era sentarse a esperar. Culpable ante tanta pasividad, fue a la cocina a llamar por teléfono. Pensó que lo más lógico era intentar concertar una cita con él para así poder hablar. Lo que menos deseaba es que se presentara allí sin avisar...
El recepcionista del hotel parecía no saber si Nick Uckermann estaba allí alojado o no. Aun así, le pidió su nombre y dirección antes de darle tan privilegiada información. Exasperada,  Miley decidió dejarle un mensaje.
-Dígale por favor que Destiny desearía verlo. Estaré... estaré en el parque a las cuatro -le dictó el mensaje con frialdad y colgó inmediatamente.
No quería dar su verdadero nombre si no era totalmente necesario. Le permitiría ver a Lucas y que averiguara lo que quisiera. Tenía que tener cuidado porque era un hombre rico y poderoso que ya sentía bastante hostilidad hacia ella, así es que sería una tontería llevarle la contraria sin tener una buena razón.
Una hora después, Miley estaba llegando al parque. Allí no había ninguna limusina, por lo que dedujo que Nick todavía no había llegado. Llevando a Lucas de la mano, se dirigió hacia la zona donde estaban los columpios y el lago, siguiendo el camino que atravesaba las explanadas llenas de flores. El corazón le latía de tal modo que parecía que se le iba a salir del pecho.
De pronto vio a un hombre con un traje oscuro hablando por teléfono. Se puso muy nerviosa al percatarse de que estaba en un lugar muy solitario, a una hora en la que lo más probable era que aquello estuviera desierto. El hombre se quedó callado al cruzarse con ella.Lucas se soltó de su mano y corrió hacia los columpios donde estaba el tobogán que tanto le gustaba.
-¡Mira, mamá! -gritó sin aliento al llegar, estaba radiante de satisfacción.
Fue en ese preciso instante cuando llegó Nick , venía paseando por el mismo camino que ella acababa de recorrer. Algo muy parecido a la emoción recorrió el cuerpo de Rob y la dejó inmóvil. El hombre del teléfono estaba hablando con él, pero Nick le hizo un gesto para que se callara porque tenía toda su atención puesta en el pequeño que se encontraba en lo alto del tobogán, agarrándose bien con sus pequeñas manos.
Mientras tanto Miley no podía apartar la mirada de Nick. Vio cómo respiraba hondo y movía la cabeza en un gesto que casi denotaba vulnerabilidad. Observaba a Lucas con tal intensidad y dulzura que hizo que Miley se estremeciera.«¿Alguna vez me miró a mí del mismo modo?», pensó ella en un momento de debilidad. Nunca habría creído que Nick Uckermann pudiera sentir tanta emoción como la que estaba demostrando. Sus ojos intensos y fieros brillaban con enorme fuerza y no paraba de mover las manos con inquietud, como si no supiera qué hacer con su cuerpo.
Lucas gritaba de alegría mientras se deslizaba por el tobogán una y otra vez completamente ajeno a los adultos que lo observaban.
-Es castaño ... -dijo Nick en voz muy baja pero sin mirarla ni un instante-. Por alguna razón nunca me lo había imaginado Castaño.
Miley tenía un nudo en la garganta.
-Pero tiene los ojos y las cejas muy oscuros, y la piel siempre bronceada -señaló algo inquieta-. Y es muy alto para su edad, eso obviamente no lo ha heredado de mí.
-Es increíble -afirmó con marcado acento extranjero, mucho más marcado de lo que le había parecido por la mañana.
Hacía solo doce horas, pero en ese corto espacio de tiempo nick Uckermann había cambiado su vida.
De repente giró la cabeza buscando los ojos de Miley .
-Me he perdido dos años y medio de la vida de mi hijo. Eso me lo debes... -murmuró con agresividad.
Miley se quedó pálida.
-Yo no lo sabía... no me acuerdo.
-Pero sí lo sabías cuando desapareciste -le recordó él sombríamente-. Ahora ve y trae a Diego para que sepa quién soy.
__________________________________________
Un mini maraton dedicado a Camy aqui esta

5 comentarios:

sandii dijo...

POR WAAAAFFF AHH ME ENCANTOO

Anónimo dijo...

AH ME ENCANTOO HERMOSOO

Ammi dijo...

que que porque la dejastes ahii dime dimeee

monse dijo...

te quiero lokilla ahhh lucas miley nick ahhh todo el dilema ya me enredaron

monse dijo...

por cierto nos vemos en el tec te amo peque