martes, 15 de febrero de 2011

~Soy Tu Amante???~ no soy su amante!-capitulo 6

Casi dos años después, Miley estaba en un lujoso café de Londres, esperando la llegada de su amiga mandy.
Sus pensamientos estaban muy lejos de allí, centrados en nick. Se preguntaba cómo iban a celebrar el segundo aniversario de aquel primer encuentro. ¿Buscando un granero abandonado en medio de la nieve? No, ésa no sería buena idea, pensó, sonriendo para sí misma. A nick no le gustaba el frío y tenía poca tolerancia para los inconvenientes.
-Siento llegar tarde -se disculpó una chica delgada de pelo negro de ojos cafes, dejando una cámara fotográfica sobre la mesa.
-No pasa nada.
-Cariño, si dejas que te siga creciendo el pelo -dijo mandy entonces, señalando la melena obscura que casi le llegaba a la cintura- la gente va a pensar que quieres ser Rapunzel.
-¿Cómo? -exclamó miley, sorprendida.
-Rapunzel, ya sabes, la del cuento de hadas. A la que encerraron en una torre y se dejó el pelo largo para usarlo como escala -rió su amiga-. Desgraciadamente para ella, no fue un príncipe azul el que subió por la escala a rescatarla... sino la bruja. Te lo advierto.
Miley soltó una carcajada. Estaba acostumbrada a la forma de ver la vida de su sofisticada amiga. Hija de un famoso artista, mandy había sobrevivido a una infancia bohemia e inestable para convertirse en una fotógrafa de éxito. Pero seguía teniendo cicatrices infligidas por unos padres que habían vivido vidas tempestuosas.
-¿Qué tal tu príncipe azul? -bromeó mandy, después de pedir un café.
-nick muy bien. Muy ocupado, por supuesto, pero me llama todos los días cuando está fuera del país...
-Tu móvil es el equivalente a una cadena -bromeó su amiga-. Creo recordar que, si lo apagas, te pide explicaciones por triplicado.
-No, mujer, lo que pasa es que le gusta saber dónde estoy. Se preocupa por mí -replicó Miley-. ¿Sabes que, dentro de diez días, Nick y yo habremos estado juntos dos años?
-Ah, qué bien. El hombre que no se compromete jamás está buscando una medalla de oro. Podrías dedicarte a escribir columnas de cotilleo... pero, claro, el mundo tendría que saber que existes y, lamentablemente, eres un secreto bien escondido.
-nick no soporta la atención de los medios y sabe que a mí tampoco me gusta. Estoy contenta de permanecer en la sombra -murmuró miley, diciéndose a sí misma, por costumbre, que el tiempo que tenía para disfrutar con nick sería tiempo perdido si debía compartirlo con los periodistas-. Ahora mismo, estoy intentando encontrar una forma especial de celebrar nuestro aniversario...
-nick no hizo ningún esfuerzo por celebrarlo el año pasado, ¿verdad?
-No se acordaba de que llevábamos un año juntos. Debería habérselo recordado...
-¿Y qué dijo cuando se lo recordaste?
-Nada.
-Entonces, deja que te dé un consejo -suspiró mandy-. Si quieres seguir con nicolas jonas, resiste el deseo de celebrar vuestro segundo aniversario.
-¿Por qué?
-Recordarle que lleváis juntos dos años podría hacer soplar el frío viento del cambio.
-¿Qué intentas decir? -exclamó miley, angustiada.
Mandy apretó los labios.
-Mira, yo creo que estás perdiendo el tiempo con ese hombre. Ni siquiera se molestó en aparecer el día que te dieron el premio en la escuela de diseño.
-Porque su vuelo había llegado con retraso.
-¿No me digas? No es eso,miley. Es que no tiene interés en tu vida, a menos que le afecte directamente.
-nick no es un artista ni tiene nada que ver con la moda. No espero que se interese por los bolsos que diseño...
-¿Por qué no? Eso es lo que haría cualquiera -la interrumpió su amiga-. No te ha presentado a nadie, ni a su familia, ni a sus amigos... Si te lleva a algún sitio, tiene que ser uno donde no le molesten los paparazzi y donde nadie pueda verlo contigo. Vive su vida y te tiene a ti en una jaula. ¿Por qué no te enfrentas con la verdad, miley? Eres su amante y...
-¡Eso no es verdad! nick no me mantiene. Yo no acepto su dinero -la interrumpió miley-. Bueno, vivo en su apartamento, pero pago todos mis gastos y no acepto regalos caros.
-Pero no es lo que tú pienses, es lo que piensa él y cómo te trata...
-nick me trata muy bien, mandy
Su amiga dejó escapar un suspiro.
-¿Cómo no va a tratarte bien? Estas loca por él y nick lo sabe y lo utiliza. Pero dejó bien claras las reglas desde el principio...
-No, nunca ha habido reglas. No soy su amante... nunca seré su amante -la interrumpió mandy, apretando los labios.
-¿Ha hablado de futuro? ¿Amor, matrimonio, hijos?

Ella hizo una mueca.
-Cariño, tienes derecho a preguntar dónde va vuestra relación -le aconsejó mandy, antes de cambiar de conversación.
Después, miley no recordaba de qué habían hablado. Recordaba haber sonreído mucho para dejarle claro a su amiga que no se sentía ofendida por sus comentarios. Pero, en realidad, le habían hecho daño... y le habían dado que pensar. Unas horas antes, se sentía feliz con su vida y ahora...
mandy no entendía las limitaciones que ella simplemente aceptaba sin discutir. Por amor.
Pero se veía obligada a reconocer que lo que había dicho era cierto. No era una opinión, era un recuento de los hechos.
nick nunca la había llevado a Grecia, aun sabiendo que ella quería visitar de nuevo ese país. Aunque su única hermana, selena, estaba casada con un inglés y vivía en Londres, nunca se la había presentado. Miley se decía a sí misma que, con el tiempo, las cosas cambiarían. Pero no había sido así.
También se convenció a sí misma de que era irrelevante que nick no le presentase a sus amigos, pero la verdad era que él nunca le había dado opción.
También era cierto que él jamás había hablado del futuro... al menos, no de un futuro lejano. Hacían planes de mes en mes porque eso era todo lo que le permitía su abultada agenda. Nunca había mencionado el matrimonio o los hijos. En cuanto al amor, solía hacer comentarios irónicos al respecto y miley intentaba evitar el tema.
Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras entraba en el ático que se había convertido en su hogar. nick no aceptaba ningún compromiso, pero eso no significaba que fuera su amante. ¿O sí? Por naturaleza, nicolas jonas era un hombre reservado y cauto...
Entonces otra duda la asaltó: ¿cómo podía decir que vivían juntos? En realidad, él seguía usando un dúplex que tenía en Londres. Le había dicho que era necesario porque estaba más cerca de su oficina. Además, sus parientes se alojaban allí cuando estaban de visita en Londres. Pero miley nunca lo había visto.
De repente, veía las bases de su felicidad desaparecer como la arena bañada por las olas. Adoraba a nick. Había creído que su relación era maravillosa, pero la franca opinión de mandy empezaba a destrozar esa confianza.
¿Cómo había podido estar tan ciega?, se preguntó. ¿Sería posible que, como el dúplex, ella sólo fuera un objeto útil para nick? Un objeto sexual.
El teléfono empezó a sonar entonces y, después de un momento de vacilación, miley contestó.
-¿Por qué tienes el móvil apagado? ¿Dónde estabas?
Era nick, naturalmente.
-Tomando un café con mandy... se me olvidó encenderlo.
-Llegaré mañana, a las ocho. Cuéntame algo.
Por supuesto, estaría tomando un café entre reunión y reunión y necesitaba que ella rellenase ese tiempo libre. Estuviera en el país que estuviera, la llamaba por teléfono y esperaba que miley lo entretuviese con su charla. Ella nunca le contaba nada desagradable, nunca hablaba mal de nadie, le hacía favores a todo el mundo, lo veía todo por el lado positivo... Y siempre se le ocurrían cosas que comentar.
Pero aquel día tenía la mente en blanco.
-¿De qué quieres hablar?
-Dime cualquier cosa... que la ropa se acorta para fomentar el negocio de los productos dietéticos, las propiedades adictivas del chocolate, qué día hace, que incluso los días de lluvia pueden ser divertidos, la gente tan encantadora que te has encontrado en el vestíbulo, en la calle, en la tienda... Estoy acostumbrado a que me cuentes esas cosas.
miley se puso colorada. ¿La creía una charlatana? ¿Qué veía en ella? Le costó mucho, pero consiguió hablar como si no pasara nada... mientras se miraba al espejo del pasillo. La imagen que le devolvía era poco halagadora. ¿Cómo un hombre como nick podía estar interesado en una mujer como ella?
«Para, para, para», le decía una vocecita. Decidida, se dio la vuelta, jurándose a sí misma que la depresión no la llevaría a la nevera.
En Suiza, nick colgó el teléfono con el ceño fruncido. Miley parecía disgustada. Y ella nunca estaba disgustada. Todo lo contrario, era una chica siempre alegre, siempre dispuesta a ver el lado positivo de las cosas. Cuando le pasaba algo, siempre se lo contaba... ¿Qué problema podía tener?
Aunque no lo sabía, miley disfrutaba de una discreta protección veinticuatro horas al día. Nick, como tantas personas de su posición, había recibido amenazas. Preocupado porque ella se convirtiera en objetivo, nicolas había contratado un equipo de profesionales para que velasen por su seguridad. Había pensado decírselo, pero temía que los guardaespaldas la asustaran. Ella era tan amistosa, tan simpática con todo el mundo, tan ingenua... No quería cambiar eso y decidió que era mejor no contárselo. Por un momento, pensó preguntar al equipo de seguridad dónde había estado y con quién. Pero no, eso sería aprovecharse de la situación. No tenía ningún derecho a hacerlo.
Aun así, que miley le hubiera dado causa de ansiedad por primera vez hizo que se volviera hacia los ejecutivos con gesto frío y cortante.

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lucia gracias por visitaar mi blog y claaroo que sii

1 comentario:

Niley Obsesiones dijo...

muly lindo el capi....

espero el proximo...

un beso ♥_♥