-Pues sí. Para empezar, había una docena de personas alrededor. joe no estaba coqueteando conmigo, estaba sencillamente... borracho.
-¿No me digas?
-Por favor, nick.....joe me rodeó con sus brazos porque tenía que hacerlo para no caerse. Estaba bebido. No hay nada más. De hecho, me resulta increíble que estemos manteniendo esta conversación.
-Estamos manteniendo esta conversación porque cinco minutos después de que david te viera abrazando en público a joe, selena te sorprendió siendo... bastante más amistosa en privado.
miley abrió la boca, convencida de que había oído mal.
-¿Qué has dicho?
-No creo que tenga que repetirlo -dijo nick, sin disimular su desdén-. Te fuiste a una habitación con joe Campbell.
-No estuve a solas con joe en ningún momento...
-¡Esto es asqueroso! -exclamó nick entonces, sin disimular su rabia-. Al menos, admítelo. Cuando hay testigos, es absurdo negar la verdad.
-Pero es que no es la verdad -contestó miley- ¿Y qué se supone que estaba haciendo con joe?
-Estabas besándolo.
-¿Qué? Tu hermana está...
-No me ofendas más cuestionando la integridad de mi hermana. Ella vio lo que vio. Has abusado de su hospitalidad y la has avergonzado...
-¡Yo no he hecho nada de eso! -exclamo miley, incrédula.
Cuando por fin entendió lo falsa y manipuladora que era selena jonas, sintió náuseas. Que alguien a quien no conocía pudiera contar una mentira como ésa la dejaba atónita.
-selena estaba muy disgustada y no sabía qué hacer. Pero después de hablarlo con su marido, decidió que yo tenía derecho a saber que te estabas comportando como una cualquiera a mis espaldas -dijo nick, como si mordiera cada palabra.
-¡Pero no es verdad! Nada de eso es verdad...
-Quiero que lo admitas antes de marcharme. Me debes eso, al menos -la interrumpió él.
Su mundo se hundía, pero miley estaba fascinada al comprobar cómo selena había llevado a cabo su venganza mucho antes de lo que nadie hubiera podido esperar.
-He sido una idiota –murmuró-. Siempre intento no ver los errores de los demás, no juzgarlos porque sé que tampoco yo soy perfecta. Pero se me había olvidado una cosa... tu hermana parece haber decidido que yo soy una amenaza para su seguridad.
-Eso son tonterías. Ten la decencia de dejar a selena fuera de esto.
-No puedo hacerlo -replicó miley.
Pero se preguntaba cómo iba a conseguir que nick la creyera. selena había inventado esa mentira, con el apoyo de su marido, además. El increíble testimonio de david hacía que las pruebas pareciesen irrefutables. Por otro lado, la historia podría ser creíble para un extraño, pero ¿no debería nick creerla a ella por encima de todo?
-¿No me conoces? ¿No sabes que yo no sería capaz de hacer eso?
La pregunta golpeó a nick como una explosión de dinamita. No quería mirarla, pero no podía apartar los ojos de su rostro. Había confiado en ella. Hasta que su hermana destruyó todas sus ilusiones, no tenía ni idea de cuánto había confiado en miley. Y la verdad era un duro golpe. Pero, claro, confiar tanto en una amante era buscarse problemas, pensó amargamente. Llevaba con ella demasiado tiempo. Había dejado que su infantil sensiblería se le contagiase como un virus y que borrase las fronteras de lo que compartían: sexo, nada más. Y eso podía encontrarlo en cualquier otro sitio.
-¿nick? -murmuró miley, con un tumulto de emociones revolviéndose en su interior-. ¿De verdad crees que yo haría algo así?
-¿Por qué no? Lo hiciste conmigo aquella noche, en el granero.
Ella palideció. Esa frase era como una bofetada. Evidentemente, su amor por nick se volvía contra ella. No la respetaba, eso estaba claro, nunca la había respetado. Virgen o no, había sido una conquista demasiado fácil para él y ahora veía aquella noche de entrega como si fuese la señal de que podía hacerlo con cualquiera. Era increíblemente cruel echarle eso en cara... porque miley había guardado el recuerdo como un tesoro en su corazón: su primera vez, la noche que se había enamorado de él... le parecía la misma esencia del romanticismo.
Pero nick se lo echaba en cara como si hubiera sido algo sucio.
La sorpresa, el disgusto, el horror, la impedían llorar.
-Esa noche... aunque no fuera especial para ti, sí lo fue para mí.
nick se encogió de hombros, en un gesto tan despreocupado como hiriente.
miley volvió a intentarlo:
-Tienes que escucharme...
-No tengo por qué.
-No he hecho nada con joe Campbell, no lo he besado -insistió ella, con vehemencia.
-Espero que encuentres un apartamento antes de que acabe el mes. Lo nuestro ha terminado -dijo nick entonces.
miley se dio cuenta de que estaba a punto de marcharse y el horror disolvió la parálisis en la que estaba sumida.
-¡No puedes irte así!
-¿No?
-Quiero que te pares un momento y pienses en la persona que soy. Pregúntate si tiraría por la borda lo que hay entre tú y yo por un beso de joe Campbell.
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