AL entrar en la impresionante mansión que selena jonas y su marido, david henrrie , habían reformado sin reparar en gastos, miley se estiró el vestido negro con manos sudorosas.
La fiesta estaba en todo su apogeo porque a nick no le gustaba llegar temprano a ningún sitio. miley estaba muy nerviosa e intentaba contener el deseo de pegarse a él. Le había dado tanto miedo ponerse un vestido que no fuera adecuado, que optó por un color seguro, el negro, pero las mujeres llevaban todos los colores del arco iris y se sentía un poco sosa. Además, su plan de pasar todo el día arreglándose había sido interrumpido cuando nick llegó al apartamento tres horas antes de lo previsto.
Por lo visto, se había cancelado una reunión. Y el dolorcillo entre sus piernas era el testigo de su entusiasmo... del que nick se había aprovechado para disfrutar de ese tiempo extra con ella.
Una joven rubia se acercó a miley, sorprendida.
-Eres tú, ¿no? Tú eres la chica que vende bolsos en el mercadillo de Camden, ¿verdad?
-Me parece que se equivoca -contestó nick con un tono que habría dejado mudo a cualquiera.
miley carraspeó. La chica se había puesto colorada.
-Sí, soy yo -le dijo, con una sonrisa en los labios.
-A mi madre le encantó el bolso. Se lo regalé por su cumpleaños y sus amigas están locas por comprar uno parecido. Te llamaré dentro de unos días -le prometió la joven.
Antes de que miley pudiera decirle que ya no vendía en el mercadillo de Camden, nick había puesto una mano en su espalda para obligarla a seguir andando. El vestíbulo era enorme y estaba lleno de invitados.
-¿Es verdad? ¿Has estado vendiendo en un mercadillo? -le preguntó en voz baja.
-Sí. En realidad, estaba haciendo un estudio de mercado para saber a qué grupos de edad le interesaban mis bolsos. Me ayuda a saber...
-Vendiendo en un mercadillo -repitió nick, furioso-. Vendiendo en la calle como si fueras una mendiga. ¿Cómo te atreves a ofenderme de esa forma?
miley se quedó paralizada.
-No se me ocurrió pensar que fueras tan esnob.
-No soy un esnob.
-Me temo que sí, pero con tu privilegiada familia es comprensible...
-Teos... ¿qué tiene que ver mi familia con esto? -la interrumpió nick, más furioso aún al ver su expresión comprensiva-. ¿Por qué no me habías dicho que vendías por la calle?
-Por favor... no «vendo por la calle», tenía un puesto en el mercado de Camden -suspiró miley-. Aunque ya no lo tengo.
-No deberías haberte rebajado a eso. A partir de ahora, tendrás que respetar las normas para preservar tu dignidad -dijo nick, apretando los dientes.
-La dignidad es algo que no me preocupa demasiado -replicó ella.
Quizá no fuera el mejor momento para decirle que había dejado el mercadillo... para acudir a las ferias de artesanía, pensó, irónica.
A veces, ser inmensamente millonario hacía que nick fuese muy poco práctico. Después de todo, ella no tenía dinero. Durante los dos últimos años, había vivido de la beca de estudios y, cuando terminó el curso, el dinero que sacaba vendiendo sus bolsos la ayudaba a pagar los gastos, pero era una batalla llegar a fin de mes. Sólo al no tener que pagar alquiler había podido salir adelante. ¿Sabría nickque ella pagaba las facturas de gas, luz y teléfono?
-Pero a mí sí me preocupa. Si no lo haces por ti, hazlo por mí -dijo él entonces, con cortante claridad.
Se sentía herido en su orgullo al pensar en miley atendiendo a los clientes. Y debería saber eso sin que él tuviera que decírselo, pero era demasiado ingenua para hacer discriminaciones... ¿Cuántas familiaridades, cuántas groserías habría soportado sin quejarse? ¿Qué otras cosas hacía que no le había contado? Su confianza en ella empezaba a resquebrajarse. Por primera vez, se dio cuenta del problema que representaba estar tanto tiempo lejos de Londres. Si hubiese estado más tiempo con ella, habría sabido lo del mercadillo y lo habría cortado de raíz. En el futuro, tendría que interesarse mucho más por sus actividades.
miley conocía a nick demasiado bien y sabía que estaba disgustado. Él nunca entendería que alguien tuviese que ganar dinero como fuera... era demasiado orgulloso. Pero la frialdad de sus ojos le resultaba insoportable.
En ese momento, se dio cuenta de que la multitud se había apartado para dejarlos pasar y se sintió incómoda al descubrir que todos estaban mirándolos. Todas las cabezas se habían vuelto en su dirección. La gente la miraba con curiosidad, pero enseguida se centraban en nick. Él era la mayor atracción y todos se apartaban como si perteneciese a la realeza. Aunque nick era indiferente a la atención que despertaba.
Una joven muy guapa de ojos oscuros y largo pelo negro, su delgada figura envuelta en un vestido rosa de diseño, se acercaba a ellos. miley, que había visto muchas fotografías de selena en las revistas, reconoció a la hermana de nick enseguida. Tenía los nervios agarrados al estomago. Deseaba tanto caerle bien... selena besó a su hermano en ambas mejillas mientras se quejaba porque había llegado tarde.
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