. De miley, lo volvía loco su cuerpo... su sonrisa... y su pelo.
También le gustaba hablar con ella porque las conversaciones eran interesantes.
También le gustaba la naturalidad con la que lo tocaba. No había nada de malo
en ello, ¿verdad? Aquello no quería decir que estuviera enamorado. Solo que
sabía apreciar sus cualidades.
Por otra parte, era una trepadora, una mentirosa que seguramente
se había acostado con su hermanastro. Aun así, no se creía que miley hubiera
sido la causa de la muerte de Joe. Mayra necesitaba buscar un culpable, pero la
verdad era que Joe estaba borracho cuando se estrelló. Aquel accidente había
sido consecuencia de la irresponsabilidad y de la pasión por la velocidad.
Sin pensarlo dos veces, decidió ir a pagar la factura de la
boutique que había visto en la habitación de miley.
Aquel día, al llegar al trabajo, miley se encontró con todo tipo
de cuchicheos desagradables. Cuando Vico Sharpe le preguntó encantadora dónde
quería trabajar, le contestó roja como un tomate que le daba igual. La pusieron
en una esquina y le dieron algo para mantenerla entretenida.
Se dio cuenta de que seguir trabajando en la empresa de nick
podía resultar muy desagradable y a la hora de comer llamó a otra agencia de
selección de personal. Le dijeron que no había problema en buscarle un puesto
como relaciones públicas.
El viernes, nick apareció en el último piso, donde trabajaba miley
e, porque tenía una reunión con el director de contabilidad. El hombre lo
estaba esperando nada más salir del ascensor, pero él ni lo vio. Solo tenía
ojos para miley, que estaba frente a él vestida de amarillo.
- miley...
Ella asintió lentamente y notó que se le aceleraba el corazón y
que su enfado se disipaba. Al mirarlo a los ojos, se dio cuenta de que las
partes más íntimas de su cuerpo también se alegraban de verlo.
-Hola... -dijo él con las hormonas revolucionadas y un peligroso
entusiasmo -. ¿Cómo estás?
-Bien... -contestó ella en un hilo de voz.
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