viernes, 7 de septiembre de 2012
The Bodyguard- Capitulo 38
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La reunión con los Windstone había sido muy clarificadora. Habían
logrado atar todos los cabos, cómo, cuándo y por qué había
comenzado esta pesadilla y detener a quiénes habían intentado matar
a Miley . Ahora solo les quedaba esperar los pocos días que
restaban para poner en conocimiento de todos la nueva droga. Robert
T. James no podía estar más satisfecho.
Cuando se abrió la puerta y apareció su hija, se puso de pie y la miró.
Miley se lanzó en sus brazos. La apretó con fuerza. Atravesar
corriendo de una punta a otra la ciudad pensando que era un
esfuerzo en vano y que jamás la volvería a ver le había hecho
comprender el tiempo desperdiciado dedicado solo al trabajo. Su hija,
su querida presencia, no valía una patente, nada lo valía. La abrazó
con fuerza y le susurró en su oreja: te amo hijita.
Miley empezó a llorar.
—Lo siento papá, no pensé que esos hombres te dirían eso. Yo… —se
separó de él y miró a Nick y luego a sus hermanos. Kevin estaba allí,
y considerando el parecido, el tercer hombre debía ser el tal Joe ,
era increíble su semejanza—. Lo siento, no debí…
En ese momento apareció Cordelia.
—Señor James, llamaron del FBI recordando su cita en media hora.
James soltó a su hija. Y miró a los hermanos Windstone,
—Les prometí una declaración en cuanto pudiera —les dijo.
Kevin y Joe se levantaron al unísono.
—Lo acompañaremos.
James besó a su hija, extendió la mano a Nick y salió
acompañado por Kevin y Joe .
Joe se detuvo, en su cara había una enorme sonrisa. Se acercó a
Miley y la besó, en la boca, un beso para nada casto y dulce.
—Tenía muchas ganas de conocerte —le dijo soltándola. —Dime, ¿de
dónde vienes?
Miley lo miró sorprendida. Su padre, Nick y Kevin la miraban, ella
jamás diría de la cama de Nick así que se soltó con un tirón y le
dijo…
—No creo que sea de tu incumbencia.
La sonrisa de Joe se hizo más amplia —Increíble —dijo—,
increíble—. Miró a Nick y a Kevin moviendo su cabeza de un lado a
otro.
—Joe… —la voz de Nick la distrajo un momento. Los Windstone eran
hombres muy raros. No había duda de ello.
—Sí, ya sé, ¿nos vamos señor James? —le dijo a su padre y encabezó
la salida.
Nick quedó allí, sentado. Mirándola. Miley se quedó parada,
aferrada con sus dos manos al respaldo de la silla en la que antes
había estado sentado su padre.
Un largo silencio se instaló entre ellos.
—Nick … —comenzó a decir Miley —. Él me be…
—Te amo Miley James.
La cara de Miley se congeló por largos segundos, luego se
transformó. Su sonrisa iluminó sus ojos.
—Siéntate, ratoncito. Hay algunas cosas que debes saber —la
expresión adusta de Nick contrastaba notablemente con la felicidad
de Miley .
Así que Miley se sentó, justo frente a él.
—Ninguno de nosotros sabe por qué, pero debe ser algo genético.
Desde hace más de 7 generaciones solo nacen varones entre los
Windstone. Así que si esperas un bebé, mi bebé, acostúmbrate a la
idea de que será varón.
Miley intentó hablar, pero Nick la detuvo con un gesto de su mano
y continuó hablando
—Y este varón, y todos lo que vengan, vienen con ciertas habilidades
que no sabemos cómo se originaron. Somos… capaces de sugestionar
a quien nos escuche, y hacerle pensar exactamente lo que queramos.
Eso implica ser capaces de hacernos invisibles, solo con mirar a
quiénes nos ven y convencerlos de que allí no hay nada o cualquier
cosa. En la universidad todos los que me vieron solo veían una
planta, Miley , nada más. Todos, menos tú. También podemos sentir
el peligro, nuestra madre decía que somos hijos del viento por eso
entendemos su lenguaje. No lo sé. Es sólo una especie de radar que
nos advierte cuando algo va a pasar. A veces a tiempo y otras no.
Como dejarte subir a tu auto sin frenos y con una bomba.
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