Epilogo
Por tu culpa
Siete años después
Había sido su culpa. Su maldita
culpa de que la relación esté cayendo en picada. ¿Cómo iba a pensar que después
de todo el odio que se habían profesado durante años iba a funcionar?
Las discusiones eran
recurrentes y los insultos volvieron. ¿La causa? Celos y más celos.
Contratiempos, discusiones, paranoias. No era fácil cuando ambos trabajaban
juntos en el Cuartel de Aurores del ministerio y específicamente, cuando Nick
era su jefe. Miley se mostraba harta de las constantes órdenes del jefe mayor.
"El elegido cuatrojos insoportable". Cerró los ojos para acallar la
ira que lo acongojaba.
Arrojó la maldita revista, uno
de los detonantes de que no se hablaran durante dos días. El objeto flameó en
el aire de forma irregular y cayó al piso del living de Grimmauld Place, en
donde Nick vivía después de haber concluido los estudios en Hogwarts. Corazón
de bruja, por supuesto. Sobre la tapa de la revista, Miley se besaba
apasionadamente con Blaise Zabini, quién se empleaba en el Departamento de
Seguridad Mágica, más exactamente para los servicios Administrativos de
Winzegamont. Si ese imbécil no
sirve para otra cosa, pensó Nick furioso.
Desde que ambos entraron al
Cuartel de Aurores, no dejó de perseguir a su novia. Bueno, desde hacía dos
días a su ex novia. Ya no sabía bien cómo carajo rotular la relación, que
parecía venirse abajo sin pedir permiso. Nick se sentía frustrado, pero después
de soportar el trago amargo de la revista amarillista, la frustración se
transformó en determinación. No iba a perdonarla… Si ya estaban mal, ahora
estaban pésimo. No iba a dejar que el mundo mágico lo llame cornudo por su
maldita culpa. Ni siquiera iba a escuchar sus explicaciones… Ella tenía la
culpa… Era una inconciente.
-Putita… - balbuceó golpeando
con fuerza el almohadón.
Durante las últimas
discusiones, habían volado objetos contundentes. Miley prácticamente vivía en
Grimmauld Place. Se peleaban una vez por semana, discutían y después tenían
sexo para reanudar la relación como si nada hubiera pasado. Era desgastante. En
realidad, lo único que seguía siendo maravilloso entre ellos, era el sexo.
Generalmente las disputas se resolvían sacándose la ropa y entregándose a la
pasión, que parecía ser igual de fogosa que el primer día. Pero las diferencias
eran demasiado grandes. Miley no soportaba la sobreprotección de Nick, ni
tampoco la cantidad de mujeres que giraban alrededor de su novio intentando
destruir el vínculo. Y Nick, tampoco toleraba su carácter, siempre tan…
directa, susceptible, verborrágica y con poca paciencia. La última discusión
había sido realmente horrenda…
Volvían al Cuartel después una
misión bastante peligrosa con unos mortífagos que planeaban torturar a los
muggles y asaltaron varias tiendas llevándose su oro. En cuanto Nick supo dónde
se escondían, preparó a sus Aurores, -lamentablemente Miley incluido en ese
grupo- y les dio claras instrucciones que su novia se encargó de desobedecer
con creces, arriesgando su propia vida. La discusión se desató en cuanto
quedaron solos en la oficina de Nick, el jefe del cuartel. Todos se la veían a
venir y se apresuraron a retirarse. Los gritos se oirían en hasta en Argentina.
-¡Ya quita esa cara!- rompió el
silencio Miley, sacándose el traje que utilizaba para ir a las misiones.-No fue
para tanto.
-Eres una enferma – dijo él con
un tono peligroso- ¿Cómo se te ocurre…? ¡Maldita idiota!
-¿Quieres terminarla de una
jodida vez? ¡Me hartaste con tu discurso barato de la protección!
-¡No la termino un carajo Miley!
– aulló el- ¡Soy tu jefe y debes hacerme caso!
-¡Si claro! ¡Mi jefe! No me
jodas, cuatrojos…
-¡Te arriesgaste
demasiado!-replicó Nick- ¡Dije mil veces que no se muevan hasta que yo no de la
señal!
-¡Salió bien, por sino te diste
cuenta! – Le hizo ver ella, con una sonrisa maliciosa- ¡Logramos atraparlos a
todos y gracias a mi destreza!
-¡Casi te matan! – Objetó Nick
en un grito ensordecedor. - ¡A un milímetro te pasó el maleficio asesino! –Dijo
haciendo un gesto minúsculo con la mano.-
-¡Logré esquivarlo, Jonas!
-¡La próxima te suspendo Miley
y hablo en serio!
-Vete al infierno cabeza
rajada.
-¿Sabes qué? ¡Me estás cansando
perra! – Miley le hizo una seña grosera, enojada- ¡Hace meses que te dejo pasar
tus faltas y deberías entender que esto no es ningún juego!
-Lo tengo en claro. –dijo
ofendida- ¡Me tomo muy en serio mi trabajo!
-¡No lo haces si te pones en
peligro! – Gritó Nick hecho una fiera.- ¿Cómo tengo que hacerle entender a tu
cerebrito que debes acatar mis órdenes?
-¡Me tienes podrida con tus
aires de jefe, huerfanito de cuarta!
-¿Ah si? ¿Por qué no les
cuentas como te hace gritar el huerfanito por las noches? – Respondió Nick
agriado.- ¡En ese momento no te quejas, zorra!
-¡Tienes razón! ¡Debería ir a
hacerme la puta con otro!- rebatió Miley con rencor.- ¡Tu me aburriste
demasiado y es hora de variar un poco!
-¿Qué dijiste? – Murmuró Nick
con los dientes apretados- ¿Qué dijiste que ibas a hacer?- prácticamente fue un
tono de amenaza
-¡Lo que oíste! - el la tomó
del brazo- ¡Suéltame! ¡Voy a probar con Zabini, seguramente la pasaría mejor
que contigo!
-Eres una puta arrastrada-
sentenció Nick haciéndole daño con sus manos y comenzó a zamarrearla- ¡Maldita!
-¡Suéltame! – Gimió ella de
dolor - ¡Suéltame, fracasado! – se soltó sola, con brusquedad.
-Estás suspendida, -advirtió
jadeando- así que no vengas a trabajar mañana, perra. No participarás de las
misiones hasta que no aprendas a…
-¡Hijo de puta!- lo insultó Miley
dando un zapatazo en el suelo- ¡No puedes hacerme esto!
-Faltaste al código; puedo
hacer lo que me plazca.
-¡Resulta que hago las cosas
bien y me suspendes!
-¿Las cosas bien? ¿Llamas hacer
las cosas bien meterte en una casa llena de mortífagos sin mi consentimiento? –
Negó con la cabeza, harto de su tesitura- ¡Si te pasaba algo, Miley…! –dijo intentando
no imaginárselo.
-¡Se que estuve mal pero…!
-Esto no te lo perdono.- avisó
terminantemente Nick- Estás suspendida.
-No…- rogó Miley.
-Si. ¡Aprenderás a no faltarle
el respeto a tu jefe! – musitó Nick intentando tranquilizarse.
-¡Tu no puedes ser mi jefe!
¡Eres mi novio!
-¡PARA MI DESGRACIA LO SOY! –
Esa frase atravesó cruelmente a Miley.
-¡Podrías dejar de serlo,
imbécil! – Respondió- ¡Nadie te obliga!
-¡No vengas a mi casa esta
noche! – Se sulfuró- ¡Esta relación se terminó, me tienes harto!
-¡Lo mismo digo, infeliz de
mierda! ¿Crees que estoy contenta de estar contigo? – Repuso ella sacada.-
¡Pues no!
-Vete de aquí antes de que te
mate.
-¡No te tengo miedo!
-Estás suspendida Cyrus. ¡FUERA
DE AQUÍ! – Le abrió la puerta del despacho. Todos los curiosos fingieron no oír
la discusión y volver a su trabajo.- ¡FUERA!
-¡Me iré! ¡no necesito este
trabajo mugroso, podré buscar otro puesto como Auror en otro lado!
-¡De ninguna manera! ¡El
contrato vinculante lo firmaste, si no lo cumples, mueres!- Nick volvió a
cerrar la puerta de repente olvidándose de echarla.
-¡Tiene vigencia por un año! –
Gritó Miley con astucia- ¡Y para que se termine falta un maldito mes! – Eso fue
una cachetada para Nick.- Suspéndeme, idiota, ¡me importa un carajo!
-Cyrus, no busques trabajo en
otro lado porque te juro que… - empezó a amenazarla Nick.- No irás a arriesgar
tu vida, no lo permitiré…
-¡Hago lo que quiero!
-¡Hablo en serio, Cyrus! ¡Si me
desafías…!
-¿Qué? – dijo ella jactanciosa.
El la arrinconó contra la pared con violencia- ¡Ay! ¡Imbécil!
-No me provoques. ¡Ya sabes lo
que soy capaz cuando odio a alguien!
-¡Yo también te odio! – gritó
ella, rompiéndole los tímpanos.- ¡No te tengo miedo!
-¿Sigues hablando con Blase
Zabini, cuando anoche follaste conmigo, puta? – la acusó enojado.- ¡Crees que
no te vi hablando con él hoy en la mañana!
-¿Así que este berrinche de la
suspensión es por celos?
-¡No! ¡Porque arriesgaste tu
vida! – Chilló Nick sacado.- ¡Y como estabas enojada, te hiciste la viva!
-¡Tenía razones para estar
enojada! ¡Le coqueteas a esa rubia de administración, bastardo!
-¡No seas idiota, Miley! ¿Qué
pasa, Zabini te llena la cabeza?
-Suéltame.
-No quiero. ¡Contéstame lo que
te pregunté, arrastrada!
-¡Me acostaré con Zabini! – la
avisó Miley con placer. Nick la tomó del cuello con fuerza.-¿Me vas a pegar?
¡Poco hombre!
-Puta asquerosa. Maldigo la
hora en que me enamoré de ti – la besó con ganas y Miley se dejó besar,
revolviéndole el cabello. Nick se dedicó a oler su cuello- Perra…. Si te pasaba
algo, maldita… como pudiste asustarme así… - susurró desesperado- Eres una…-
ella lo empujó.
-Se terminó, Nick. – le avisó
harta- ¡Cada uno puede seguir su camino!
-¡CLARO QUE SE TERMINÓ!
Alguien interrumpió en la
oficina del jefe. Era Demi. Miley se retiró a grandes zancadas.
-Siempre lo mismo, ustedes-
comentó Demi. – Que se terminó la relación, que nunca va a pasar más nada… -
rodó los ojos- Y después, al otro día… sale el sol… -hizo un gesto con las
manos.
-Esta vez en serio –replicó Nick
con voz ronca de tanto gritar.- Terminamos, es un hecho.
-Si seguro.- bufó su amiga- Joe pregunta si terminaron de discutir, quiere pedirte permiso para ir almorzar.
-Que se vaya al carajo.
Un trueno interrumpió el
recuerdo de Nick haciéndolo sobresaltar y soltar un improperio. Solamente lo
acompañaba su botella de Whisky, aquella amarga compañera que imposiblemente
podía reemplazar a Miley. La lluvia no daba de señales de querer parar en aquel
otoño transgresor, desafinado. La tristeza le estaba coartando la respiración,
sin dejarlo existir con normalidad. Respiró hondo, estaba trastornado.
Luego de esa discusión, no
habían vuelto a hablar. Las horas se hacían insoportables, como el silencio sin
su voz. Nunca habían pasado tanto tiempo sin dirigirse la palabra. Nick estaba
nadando en el infierno… Por su culpa… y también por la suya, claro. ¿Para qué
negarlo?
Gracias a Merlín la había
suspendido; así no tenía que verla en el ministerio, no se hubiera contenido a
llenarla de insultos hirientes… y de besos también. Nick era un pobre tipo
tirado en la cama, conteniéndose a llamarla. Pero estaba decidido, no tenían ni
un pretexto para continuar ese abismo de relación que estaban teniendo. Aún
así, Nick no sabía que era peor, si vivir esa angustiante vínculo con Cyrus –
así la llamaba cuando estaba enojado o específicamente con las hormonas
alborotadas- o terminar aquel noviazgo/guerra. Era algo paradojal; empezaron a
amarse mediante el odio… y ahora no podían dejarse, aunque fueran un par de
estúpidos infelices juntos (a menos que estén teniendo sexo desenfrenado).
Se amaban, pero últimamente se
odiaban más de lo que se amaban. Según Nick, la responsable era ella. Era su
culpa que fuese así. O bien, la mayor parte de la culpa era de ella. Cyrus
tenía la capacidad para sacarlo de quicio en un solo instante. Por la furia que
originaba en él, por su facilidad para hacerlo enojar, por su piel, por su
maldita y adictiva piel, suave como un menjurje dulce y poco inocente, atrevido
como la noche, cuando llega sola y sin consuelo, asesina con de autocontroles y
cordura… Miley era ese recuerdo de cuando tironeaba su azabache cabello al
llegar al orgasmo. Era perfectamente detestable. Lo descolocaba de todas las
formas, lo arrancaba del mundo y de su órbita, tenía un poder inimaginable… era
una gata curiosa, con un carácter de mierda, era una niña y una mujer a la vez…
y Nick en esas horas, se moría por explorar su cuerpo ardiente que le pulverizaba
los ojos, sin tener la más mínima piedad de él. Su pelo lacio, con olor a
manzanillas. ¡Maldita sea, la idea de que fuera de otro era inadmisible!
-Es mía, es mía, es mía
–intentaba convencerse inútilmente.- Es solo mía y punto. Cualquiera que se le
acerque lo mato… - rió con amargura por la ocurrencia.
Y aquel cóctel de perfumes que
solía utilizar para volverlo loco y encandilarlo, arrojarlo a las profundidades
de una increíble demencia que, como todo masoquista, solía disfrutar.
Secuestraba cada uno de sus minutos, se apropiaba de los sentidos del muchacho
hasta hacerlo vulnerable. Ella era su dueña, su mirada verde, su cintura,
sus senos, sus hombros desnudos, su cuerpo esparcido sobre el colchón después
del placer, mezclado con las blancas sábanas… sus prendas tiradas sobre la
madera del suelo, sus sostenes provocadores. ¡El mismo le había regalado la
mejor colección de lencería! ¡Y ahora esa perra lo amenazaba con usarlas con
otros! Estás loca si crees que
permitiré que lo hagas.
Cerró los ojos para soportar el
recuerdo de la textura de sus labios… La amaba, la amaba terriblemente. No
podía evitarlo, por más que hubieran fracasado en su relación. O en su intento
de relación.
¿Por qué lo doblegaba? ¿Por qué
lo llevaba de las narices? ¿Por qué mierda no había aparecido para dormir y ser
suya, como siempre? ¿Quién se pensaba que era? ¡Era una forra! Si, eso era.
¡Maldita fuera esa pelirroja! Lo tenía en sus manos. Negó con la cabeza, no iba
a buscarla, no iba a hacerlo. El móvil hablaba por sí mismo desde la mesita
ratona.
Lo malo del después son
los despojos, que embalsaman el humo de los sueños
Los móviles que insultan
con los ojos, el sístole sin diástole ni dueño.
Nick lo pateó a un costado y se
desarmó. La batería aterrizó cerca del zócalo y el aparto por el pasillo.
Deshacerse de la tentación lo satisfizo en grado sumo. No iba a levantarse a
armarlo, no iba a buscarla otra vez. Pero la noche sin ella, era difícil y más
cuando llovía tan torrencialmente. Siempre encontraba una excusa para
extrañarla. Sino era la lluvia… era el sol, sino la nieve, sino los lunes, sino
los martes. No soportaba no tenerla. Sentir que la relación con la mujer que amaba,
estaba terminada, era devastador. Se restregó los ojos, estaba mareado a causa
de Whisky.
Lo atroz es no querer
saber quién eres,
agua pasada, tierra
quemada,
que de igual esperarte o
que me esperes,
que no seas tú entre
todas las mujeres,
que la cuenta está
saldada.
Estaba suspendida en cuartel,
no iba a volver a verla, no iba a volver a tocarla. Por su culpa. ¡Si, ella
tenía la culpa! Sino se hubiese arriesgado en la misión, queriendo salvarlos a
todos, no habrían discutido. ¡Y si Blase Zabini no existiera! Hijo de puta, lo
iba a hacer echar en cuanto tuviese la primera oportunidad. Después de todo,
ser El elegido tenía sus ventajas…
Remendar las virtudes
veniales,
condenar a galeras los
archivos,
cuando al punto final de
los finales
no le siguen dos puntos
suspensivos.
Dos puntos suspensivos… No, no
podía ser. No podía ser que se haya terminado.
Entonces, ¿Por qué Miley no
apareció a buscarlo? ¡Siempre ella volvía a dormir a su cama! ¡A ser su mujer,
como era su deber! Me estás
matando mi amor, me estás matando. ¿Por qué me haces esto, Miley Jonas? Aunque
no estemos casados eres mía, ¿no lo comprendes? Sintiéndose un idiota, derramó dos
lágrimas… Merlín, ansiaba su cuerpo para dormirse, cual oso de peluche necesita
un niño de cinco años, para sentirse protegido de las pesadillas. Soy un imbécil, dependiente.-
se recriminó con ira- Es que así se sentía, un niño de cinco años, que le
faltaba cariño, amor; su olor, su minúscula cintura y esos redondos senos, que
quería disfrutar.
Noche de mierda, si que lo era.
Se hundía en las profundidades
del Whisky de fuego y una bolsa de cereales. Mezcla infinita que lo llevaba a Miley
inexorablemente y sus "ricos deditos". ¡Hija de perra! La odiaba con
toda su alma, solo era una puta barata. No,
es TU puta. La mejor puta que tuviste y podrás tener en toda tu jodida vida, Nick
Jonas. ¿Para qué la suspendiste? ¿Para estar así? Inútil…
¿Así que iba a acostarse con
Zabini? Pues, bien, que lo haga.
-¡NO LO HARÁS, PERRA! – gritó
para sí mismo.
Primer síntoma de locura y
depresión: hablar solo. Desde que el noviazgo solo estaba constituido por
aireadas discusiones e insultos, se sentía miserable, inútil, inepto.
Inoperante. Así solía llamarlo
esa descarada… - se escurrió las lágrimas, quería olvidar que estaba llorando
por ella como el patético infeliz que era. Ilusos, habían soñado con casarse
apenas salieron de Hogwarts. ¿Dónde habían quedado esos anhelos? Se los comió el calamar gigante… el casamiento no hizo falta desde que
empezaron a "convivir".
-Gran error, Jonas – dijo para
sí mismo- Ahora llevaría tu apellido… y no sería libre.- agregó
incoherentemente.- Cereal… cereal… perra, aún recuerdo cuando tiré tu caja al
lago y te salvé de morirte ahogada… no olvido ni por un solo instante en el
castigo de McGonagall… ¡Demi, cómplice! – Sonrió nostálgicamente- Qué tiempos
felices fueron esos. ¡Te curé el tobillo, te hice mujer, carajo! ¡Y así me
pagas! ¿Y ahora? ¡Se fue todo a la mierda!
Tomó un trago de Whisky que
contrastó con lo dulce del cereal, angustiándolo. Ese malestar tenía nombre y
apellido y se llamaba Miley Cyrus.
-¿Otra vez ahogándote en
alcohol? – era Demi que, como siempre, había aparecido por la chimenea a
intentar ayudarlo. Se limpiaba las cenizas de la cabeza.
-¿Qué quieres? – le espetó Nick
sin sorprenderse de verla.
-No sé, ¿ayudarte tal vez?
-No me jodas, Demi. Es la mejor
manera de ayudarme.
-¿Por qué no hablas con Miley?
-¡No la nombres! – Gritó Nick
enojado.
-Eres un imbécil- declaró Demi
enojada.
-Ya te dije, se terminó. Esta
vez se terminó la relación y es definitivo – se levantó y recogió la revista
del suelo.- Esto es lo último que me podía esperar de ella.
-¿Y si se terminó la relación,
por qué le reclamas?
-¡Fue hace dos días! – Objetó Nick
encolerizado- ¿Ya está flirteando con Zabini, la muy puta?
-No la llames así. No en mi
presencia.- le rogó firmemente la muchacha- Has dicho que terminó, muy bien.
¿Por qué no escuchas su explicación?
-No ha venido a verme.- dijo Nick
intentando tapar su tristeza, pero su amiga lo notó.- No quiere saber más nada.
La suspendí y no le he vuelto a ver. ¡Ya está! Punto final.
-¡Deberías dejar de encerrarte
y hablar con ella! – aconsejó con exasperación Demi.
-Nos odiamos, siempre ha sido
así. No funciona.
-¡La sigues amando!
-Si – admitió Nick- No. – Dijo
luego- La odio. Nada que empieza con odio puede terminar bien…. Debo odiarla…
-Por tu culpa.- lo acusó Demi.
-¿Mi culpa? – dijo él
anonadado- ¡Se arriesgó en la misión! ¡Me desobedeció! ¡Esos mortífagos casi la
matan! No se lo perdonaré… ¡casi me hace morir de un infarto!
-Ya lo sé. – concedió Demi,
intentando tranquilizarse- Fue una inconciente.
-Qué bueno que digas algo a mi
favor.- apuntó él con desdén.
-Joe le gritó durante horas – Nick
la miró con atención.- Y Molly y Arthur no se quedaron atrás.
-No hagas que ablande mi
actitud. ¡No la perdonaré esta vez! ¡Me puso los cuernos con Zabini!
-Me voy a casa. – Dijo ella
ignorándolo - Es inútil hacerles cambiar de actitud.
-¿Hablaste con ella? – preguntó
Nick sin poder contenerse.
-No. O en realidad sí.- él
bufó- Está muy rara. – Nick se estremeció- No quiso abrirme la puerta de su
habitación, así que yo hablé y no me dijo nada; pero me consta que estaba
escuchándome.- Nick frunció el entrecejo- Es extraño.- agregó ella.- Desde que
se pelearon, no sale de su habitación… ¡y tú tampoco!
-Solo fueron dos días.- dijo Nick
fríamente.- Quiere hacerse la víctima. ¡Siempre fue igual!
-Eres imposible, Nick - se
ofuscó Demi- Me voy con Joe ; el me advirtió que no viniera, y evidentemente
tenía razón. ¡Es inútil lidiar con dos cabezas duras como ustedes!
-¿Si ella no te hablo, porqué
dices que debo escucharla?
-Porque seguramente esa foto –
señaló la revista Corazón de Bruja- tiene una muy buena explicación….
-¿Ah si? ¿Y cual?
-No lo sé; pero Miley odia a
Zabini, lo considera insoportable.- le reveló- No soporta cuando la busca, no
acepta sus regalos…
-¿Sus regalos?
-Si, le manda cosas- Demi había
enrojecido- Miley lo rechaza, jamás te engañaría…
-¡Me dijo que se acostaría con
él!- se impuso Nick- ¡Y a ese hijo de puta cuando pueda lo muelo a golpes!-
añadió con un gesto violento - ¡No se salvará de mí! – Demi rodó los ojos.
-Miley te estaba mintiendo
cuando dijo que se acostaría con él –adujo ella- Fue porque tú le dijiste que
era una zorra. – lo señaló acusadoramente.- E intenta no golpear a Zabini, ya
tienen bastantes problemas…
-¿Estuviste escuchando nuestra
última discusión? – dijo ofendido, ignorando lo de Blaise.
-Si, se olvidaron de poner
muffliato. ¡Todos en el cuartel están acostumbrados a sus peleas! Realmente
insoportables… -recalcó enojada.
-Por su culpa. No voy a
perdonarla jamás.
-Sigue emborrachándote.- dijo
mordaz Demi, y desapareció tras lanzarle una mirada asesina.
-Esta vez te confundiste, Demi.-
dijo Nick volviendo a hablar solo- Esta vez si se terminó, maldita sea. Dos
días sin volver a buscarnos, sin hacer el amor con ella. ¡Cyrus te odio! ¡Pero
no voy a perdonarte! – Farfullaba, bebiendo grandes cantidades de whisky.-
Puta, siempre fuiste una reverenda puta… -decía- en realidad, nunca lo fuiste,
y por eso te detesto. Siempre fuiste mi putita… ¡perra, perra, perra! – se
golpeó la cabeza contra el almohadón, remarcando la impotencia que sentía.-
¡Perra, perra, perra!
Horas más tarde, la lluvia se
intensificó con el correr de las horas. La madrugada hizo aparición junto con
el terrible peso que Nick sobrellevaba. La foto de Miley y Blaise Zabini estaba
colgada en la pared, y Nick le tiraba dardos con la varita, sin conciliar el
sueño… Los truenos, el cereal, y el Whisky seguían callados. Nick con lo
borracho que estaba, esperaba que empiecen a hablar…
-Infeliz, como la estás besando
– zumbó como un loco - ¡Maldito cerdo!
Si tan solo hubiera un pretexto
para ir a buscarla, si tan solo hubiera algo que los uniera. Pero no. ¡No! Se
había terminado para siempre. Ella, suspendida y besándose con Zabini en la
tapa de una revista, mientras el mundo mágico lo consideraba un cornudo con
honores, y él, solo… Como siempre, solo. Era su destino… desde que Voldemort
mató a sus padres, debería haberlo asumido. Estaba mareado, se había tomado
toda la botella. Los cereales estaban esparcidos por ahí. Sin tan solo
McGonagall aparecería para volver a castigarlos y empezar de nuevo… necesitaba
su ayuda otra vez. Pero ya eran grandes, y nadie podía ayudarlos, absolutamente
nadie. La relación estaba rota; solo quedaba el odio, resentimiento y dolor.
Sobre todo odio…
-Ni por un solo instante iré a
buscarte – se dijo así mismo para convencerse.
La puerta de Grimmauld Place
hizo un ruidito parecido a una esperanza. Nick se sobresaltó… se acercó
sigilosamente, caminando de un lado a otro, a causa del alcohol ingerido.
Agudizó el oído, pero seguramente era la lluvia, no debía ilusionarse, ella no
podía estar deol otro lado.
-Ábreme la puerta –Nick cerró
los ojos, estaba fantaseando con su voz.- ¡Ábreme Nick, se que pusiste cerrojo!
– dijo su maravillosa voz. ¡No, era ella! ¡Si, había ido!
-Vete de aquí – le contestó Nick
aunque deseara todo lo contrario - No quiero hablar contigo.
-¡Ábreme la puerta, cuatrojos!
¡Estoy toda mojada!
-¡Me importa un carajo,
prostituta!
-¡Si no me abres, fracasado te
juro que…!
-¿Qué?
-Te arrepentirás.- contestó Miley
severamente- ¡Me estoy muriendo de frío, ábreme!
Nick le abrió, refunfuñando.
Con sus ojos cafes , empañados por el alcohol que dilataban sus pupilas,
recorrió su cuerpo… su pelo lo tenía pegado a la cara; estaba completamente
empapada y la ropa pegada al cuerpo hacía resaltar los increíbles senos. Tenía
un abrigo de algodón color negro que le quedaba enorme. Le llegaba casi a las
rodillas. Nick la reconoció, esa prenda era suya. Miley usaba sus abrigos y les
dejaba su mágico perfume. Se veía terriblemente sensual a pesar de sus ojeras…
-¿Viniste a follar? – la atacó
automáticamente. Se cruzó de brazos para tener las manos ocupadas y evitar
amarrarla y…
-¡No seas estúpido!
-Vete, Cyrus – ella se
estremeció por su tono glacial – No quiero saber más nada contigo.
-Escúchame…
-¡No! ¡Fuera de mi vista! ¡Qué
haces! – Miley se había metido en la casa. Nick cerró la puerta con fuerza.-
¿Por qué entras a mi casa? ¡Nadie te invitó a pasar, Cyrus!
-Me importa un carajo, yo
también vivo aquí. – se sacó la campera, para horror de Nick y la arrojó al
sillón. Tenía una blusa con breteles, que era de un sensual pijama que él
conocía muy bien- ¡Me vas a escuchar, Jonas! – giró la cabeza y vio su foto con
Blase Zabini llena de dardos.
-Cumpliste tu promesa- le dijo Nick-
¿Te acostaste con ese infeliz, verdad?
-¡Ojala lo hubiera hecho! –
aulló la pelirroja con toda su fuerza.- ¡Pero no, no lo hice! ¡Soy una idiota!
– ironizó encabritada.
-¡De eso no cabe la menor duda!
- apuntó él.
-Es una foto trucada, yo no me
estuve besuqueando con Blase. – dijo Miley mirándolo a los ojos.
-¿Pretendes que crea ese verso?
– saltó Nick incrédulo.
-¡Es la verdad!
-¡Vete de aquí! ¿No te das
cuenta que esto no da para más? – dijo bajando la voz. A Miley se le aguaron
los ojos.
-¡No me acosté con Blaise!
-¡No te creo, eres una puta!
-¡Deja de llamarme así Jonas!
¡Por que te juro que me las pagarás!
-¡No me amenaces, Cyrus! ¡Ya te
quedaste sin trabajo por desafiarme!
-¿Sabes por donde me paso el
puesto de Auror? – Le insinuó Miley enojada- ¡Por el culo, infeliz!
-Me das asco.- dijo él muerto
de ira- No quiero volver a verte, lo nuestro se terminó.
-¿Por esa sucia revista? –mugió
dolida- ¿Por eso? – la señaló, incrédula.
-No seas cínica, Miley. Hace
meses que venimos discutiendo – le hizo ver Nick- Sino es por trabajo, es por
celos. No tiene sentido seguir.
-¿No lo tiene? – preguntó ella.
De repente estaba pálida y temblaba.
-No – dijo Nick sosteniéndole
la mirada.- Esto no funciona. ¿Acaso no lo notaste?
-¿Es lo que deseas? – dijo Miley
con la voz rota- ¿Deseas no verme nunca más? ¿Deseas que terminemos?
-Tanto como tú deseas follarte
a Zabini – el alcohol estaba haciendo estragos con él, y afectando todas sus
decisiones. De repente, se sentía con la valentía dejarla, su ira lo hablaba
por él.
-¡Eres un imbécil con honores!
– saltó ella volviendo enfadarse. Un trueno los acompañó, dando una señal de
alarma- ¡No puedo creer que terminemos por esa estupidez!
-¡Tú eres la que terminó esta
relación cuando decidiste meterme los cuernos! – exclamó Nick molesto.
-¡No te metí los cuernos! ¡Y te
recuerdo que yo también tuve que soportar demasiado! –Reprochó Miley enojada-
¡No es fácil para mi que se te tiren encima! ¡Sin embargo confié en ti!
-¿Confías en mí? – Repitió Nick
sin dar crédito a sus oídos.- ¡Deja de mentir, Miley! ¡Me haces escenas de
celos todos los días! ¡Sin ir más lejos en el Cuartel…!
-¿Y tú no? – lo interrumpió
ella.
-¡A mi no me viste
besuqueándome con otra!
-¡No me besé con Zabini!
-¿Crees que estoy feliz cuando
todo el mundo sabe que soy un cornudo?
-¡Está trucada, Nick! – Dijo
ella, ya desesperada.- ¡Jamás besaría a Zabini, no me gusta! ¡Está resentido
porque no le doy lugar!
-¡Ya te besuqueabas en
Hogwarts!
-¡Fue por una apuesta!
-No quiero escuchar esa
divertida anécdota otra vez- la cortó él, cansado-Demasiado fue saberlo cuando…
-no siguió hablando, recordar el castigo de hacía años en la casa del bosque,
hacía que se ablandara y no, no quería bajar la guardia.
-Te estoy diciendo la verdad.-
insistió ella.
-No te creo.- se hizo un
silencio incómodo. Miley suspiró con tristeza.
-Te perdono lo de la suspensión
– le dijo en son de paz, y acercándose a él.
-No te acerques. –La separó con
frialdad- No quiero que terminemos follando, no esta vez. Es hora que nos
hagamos cargo de toda esta mierda…
-¿Llamas follar a hacer el amor
conmigo todas las jodidas noches? – apuntó ésta, dolida. Nick la miró- ¿Así que
para ti es follar?
-No se porqué te ofendes. Es lo
único que hacemos bien.
-Nick… - graznó Miley con un
acento de súplica.- Yo te…
-Yo también, pero nos estamos
destruyendo. Solo peleamos todo el día. No quiero seguir viviendo así.
Silencio sepulcral.
-¿Se terminó, Nick?- le susurró
entonces ella.- ¿Se terminó para siempre?
-Si. – dijo él con rotundidad.
- Nos estamos haciendo daño. Tal vez sea por tu culpa…- el se indignó pero Nick
no la dejó replicar- Tal vez sea por la mía… Pero ni por un solo instante somos
lo que fuimos cuando empezamos…
-Tal vez tengas razón – susurró
con tristeza.- Tal vez esto no funcione.
-Entonces, estás de acuerdo
conmigo- Nick sentía que se caía a un precipicio que no tenía fondo. Creía que
ella iba a insistirle, pero no. Lo dejaba ir, lo hundía en el infierno sin
piedad. Esquivó sus ojos verdes , para que ella no se de cuenta que le
habían aguado…. Quería llorar como un niño…, estar solo y ahogarse en la
depresión. Por fin lo había asumido, por fin había dado el paso que tanto le
costaba dar. Y no había ni una excusa para retroceder en su decisión, aunque le
estuviera desgarrando el alma. Era por su culpa, ella se había besado con
Zabini, ella lo desobedeció… pero a pesar de todo le dolía como la mierda.- No
hay nada más que hablar. Junta tus cosas y vete de mi casa…
-Está bien- aceptó con voz
inaudible. Sin acotar nada más, Miley subió decididamente las escaleras. Juntó
sus cosas en un minuto, no aguantaba más sin llorar y no quería hacerlo delante
de él. Sabía que tenía razón, sabía que se estaban llevando mal y así no podían
seguir pero… lo amaba. ¡La había dejado! ¡La había dejado para siempre! Ahora
si, todo estaba coartado. ¿Qué iba a hacer sin Nick? ¿Qué iba a hacer sin
tenerlo entre sus brazos? ¿Justo en ese momento tenía que dejarla? Es que no
había un instante en esos seis años que no se había imaginado a su lado. Nick
la esperaba con los brazos cruzados al pie de las escaleras. Ella traía dos
bolsos medianos, y con sus fabulosos encantamientos los achicó y se los puso en
el bolsillo, análogos a los trozos de su corazón. Lo miró- No sé como voy a
hacer para vivir sin…
-No. No termines la frase…-le
suplicó casi llorando.- No lo hagas.
-Pero…
-No te despidas- fue un ruego-
Ya no nos volveremos a ver, pero no te despidas…-bajó su cabeza- no puedo verte
salir de mi vida.
-No iba a hacerlo – contestó,
intentando aparentar serenidad.- Solo quiero decirte que tenemos un problema
que hay que resolver.
-Ya lo resolvimos. Se terminó.
– Miley contuvo las lágrimas
-No me refiero a eso.- dijo
tajante.
-En cuanto al trabajo en
Cuartel, se te pagará lo que te corresponda.- Repuso displicentemente Nick.
-¡Está bien! – Gritó ella,
herida por su indiferencia- ¡Es lo que deseas! ¿No? ¿Quieres ser libre para
irte con otras, verdad?
-¡No me grites Miley!
-¡Hazte cargo, tú me estás
dejando! – Lo sermoneó.- ¡No vuelvas a buscarme después!
-¡No, tu lo hiciste al irte con
Zabini! ¡Y pusiste en riesgo tu vida en la misión! ¿Crees que fue fácil…?
-¡Eso no tiene nada que ver con
nosotros! – objetó Miley.
-¿No? ¿A ti te parece que no
tiene que ver, Miley? ¿Cómo crees que yo soportaría la vida si hubieses muerto,
desgraciada? – Miley se estremeció- ¿Cómo piensas que hubiera resistido verte
muerta? ¡Maldita inconciente uno de estos días harás que muera!
-¡Lo siento! – dijo dolida- ¡Lo
siento, se que cometí una estupidez!
-Vete de aquí. – la echó Nick
por enésima vez.
-Si vuelves a buscarme no te
atenderé.- le advirtió Miley, intentando hacerle cambiar de opinión.
-¡Por sino te diste cuenta eres
tú la que viniste a buscarme! ¡Ve a acostarte con Zabini como tanto amenazas!
-¡No quiero acostarme con él! –
Aulló Miley- ¿Cómo tengo que explicarte que…?
-¡Eres una puta y me das as…!- Miley
le pegó un puñete en la boca. Nick se tambaleó y casi cae al suelo.
-¡No vuelvas a llamarme así
maldito borracho! ¡Ya no tengo quince años, infeliz! – agarró un adorno y se lo
arrojó
-¡QUÉ HICISTE! ¡Eso fue
demasiado, Miley! – Aulló Nick, sangrando- ¡ESTA VEZ TE MATO!
-¡NO! – Gritó Miley asustada,
pero Nick la agarró del cuello y la golpeó contra la pared violentamente. Ella
gimió de dolor al sentir el impacto en la cabeza y cerró los ojos, empezando a
llorar con todas las fuerzas.- ¡No, por favor, Nick!
-¡Cómo te ocurre tirarme el
adorno! ¡La pagarás caro!
-No… - le suplicó ella aterrorizada-
¡Suéltame! ¡Por favor, suéltame! ¡Es por…!
-¡Hija de puta! ¡Debí haberme
dado cuenta que las zorras nunca cambian!
-Estoy embarazada…- reveló con
un hilo de voz- No me hagas daño, por favor...- Nick automáticamente la soltó.
Ella se dejó caer al suelo, llorando y abrazando sus rodillas y escondió su
cabeza…
Nick se quedó de piedra. No
pudo mover ni un músculo, ni pronunciar una sílaba; se limitó a parpadear y
largó todo el aire, después de unos minutos. Sin darse cuenta calló de rodillas
al suelo, como si le hubieran quitado la capacidad de sostenerse. Parpadeó,
pálido, angustiado. No había oído bien, seguramente sus palabras fueron un
producto de su imaginación, de su fantasía. ¿Miley dijo que…? ¡No, no podía
ser!
-¿Qué? –Contestó en un susurro
débil- ¿Qué dijiste?
-Estoy embarazada… - repitió
ella. Nick se acercó le levantó la pera.-Lo siento – bajó la cabeza para que no
se noten las lágrimas.-Lo siento…- sollozó.
Nick se restregó los ojos y se
tiró a su lado, sin tocarla. Intentaba canalizar la noticia, pero no podía
reaccionar. ¡Iba a ser padre! Después de seis años de noviazgo, después de las
tantas cosas lindas que pasaron Miley y él, ¡ahora tendrían un bebé! Parpadeó,
aterrorizado. Había llegado en un momento crítico, en el peor. Ellos atravesaban
una crisis que rondaba la separación, discutían por todo, se celaban, se
insultaban de la peor manera… ¿serían buenos padres para esa criatura que venía
en camino? Se alarmó… chupetes, mamaderas… Diablos, todo eso parecía ser una
pesadilla… ¿Cómo sería él cuidando a algo tan pequeño? ¿Cómo sería su vida en
adelante?
-No tienes que hacerte cargo –
dijo Miley, interpretando su silencio.
-¿No es una broma, no? –
sugirió él, que estaba paralizado de miedo.
-¿Esperabas que lo fuera? – se
ofendió ella.
-No digas estupideces…- Miley
lloriqueó.- Perdóname… ¿Cuando lo supiste?
-El lunes… Después de que
discutimos… -balbuceó ella, sacándose las lágrimas.- Lo siento, se que llegó en
el peor momento…
Nick calló en seco a la
realidad. De repente entendió todo… no debía asustarse… era solo un bebé. Iba a
tener un hijo con Miley, ¡con la mujer, que pesar de volverlo loco, amaba! ¡Con
la que a veces, también odiaba! –Ese pensamiento lo hizo sonreír- ¡Con la que
trabajaba! ¿Era una mala noticia? Nick comprendió que no, si descontaba el
terror que significaba pensar que tenía que ser un buen padre, y las dudas que
tenía… Miley… estaba embarazada. Pero lo bueno es que significaba que no era
libre para irse con cualquier otro. ¡La tenía amarrada para él! ¡Era suya! Ser
padres… no había llegado en mal momento, no del todo. Ahora tengo una excusa para que no
participe en las misiones, ahora ella pedirá licencia… no tendré que
trastornarme más con el asunto de su seguridad… Sonrió pero esa sonrisa no llegó a
sus ojos.
-Lo siento.- la oyó
disculparse- Lo siento…
-Miley…- la abrazó por fin… y
le pasó una mano por el vientre. Ella se estremeció. Nick la alzó en sus brazos
y la llevó al sillón. Tomó su cuerpo que temblaba de llanto y la acomodó casi
arriba de él abrazándola fuertísimo.-Perdóname...- le besó la frente con
dulzura. Parpadeó y dos lágrimas salieron de sus cafes ojos.- Perdóname, me
saqué, me volví loco porque creí que… ¡fui un estúpido, perdóname! – Miley se
dejó abrazar-¡Soy un animal! – Dijo él y la voz se le quebró.- ¡Soy un animal!
¿Estás bien mi amor? ¿Estás bien?- ella no contestó.- Lo siento…
-Fue mi culpa.-dijo Miley con
remordimiento, luego de unos minutos.- Lo hice apropósito, dejé de cuidarme.
-¿En serio? – dijo Nick
incrédulo.
-Si. Quería tener un hijo tuyo,
aunque estuviéramos mal. Sentía que se iba a terminar en cualquier momento y
quería… ¡fui una egoísta, lo sé! – terminó, muy consternada.-No sé en qué
estaba pensando, no lo sé…
-Tranquila.
Pasaron varios minutos, así
abrazados, sin decir nada… A Miley le estaba agarrando sueño,
-Creo que debería irme.
-No… - dijo él, sin soltarse
del abrazo- No te irás…
-Pero acabamos de terminar…
-No importa.- Miley lo miró sin
entender.- No puedes irte…
-¿Te arrepentiste? – dijo con
ilusión.
-No – ella dejó de sonreír-
Pero no puedes irte, tienes a mi hijo a allí…
-¿Qué?
-Eso, debería quedarse también
con su padre, ¿no? – la miró fijo.-
-Pero no quiero que volvamos a
pelear…- dijo algo asustada.
-Me volví loco… perdóname – y
sin dudarlo la besó en los labios con ganas.
-Espera, Nick. ¿Quieres
volverme loca? ¡Dijiste que habíamos terminado!
-Solo lo hago por nuestro bebé
– mintió él- Su padre lo consentirá en todo…- ella sonrió.
-Ah, si tienes razón…-se sentó
a horcajadas en él. Nick se sorprendió.-Es por nuestro bebé…
-Claro… por su culpa…- Nick le
sacó la blusa que llevaba dejándola con un vistoso sostén color rojo fuego como
su pelo.- Vaya…-dijo observándolos- Cada día más grandes, ¿no?
-Quiero que te quede en claro, Jonas
– le dijo ella mientras Nick le desabrochaba el sostén-Que solo hago esto por
mi hijo… y que no dejaré de odiarte… ahh… - el había empezado a degustar sus
pezones de forma frenética- Rayos… - luego el bajó hasta su vientre y lo besó,
pasándole la lengua alrededor de su ombligo…
-Hola bebé…- balbuceó Nick
haciéndola emocionar-Tu madre se atrevió a crearte sin mi consentimiento…
-Nick…- dijo ella con lágrimas
en los ojos.-Lo siento…
-Estaba bromeando, Cyrus…-se
levantó y la alzó.- Me encanta que lo hayas hecho…- empezó a subir las
escaleras.- Me diste una buena excusa… para no decirte adiós…
La acostó en la cama y comenzó
a desnudarla. Luego se quitó la camisa y el pantalón. Miley lo miró y sonrió, Nick
ahogó su sonrisa con un beso brusco y posesivo. Acarició sus piernas desnudas
con las manos y la frotación los hizo gemir. Nick comenzó a penetrarla con
precaución, como si temiera hacerle daño a su hijo. Miley sin dudarlo, lo instó
a hacerlo sin pudores, acelerando los movimientos. Nick besó su oreja y
balbuceó algo parecido a la palabra perdón.
-Nick….- gimió Miley.
Él la levantó para quedar
sentados y Miley empezó a moverse bruscamente, gritando de placer. Nick sintió
en su sexo un calor incandescente, estar adentro de ella en su totalidad lo
estaba haciendo enloquecer. Tomó la cintura de la joven y la movió hacia arriba
y hacia abajo, luego a los costados, furiosamente, aumentando los sismos de sus
cuerpos, que temblaban, sintiendo espasmos de placer que lo hicieron gemir con
ahínco. Besó los senos de Miley y ella se sujetó de sus alborotados cabellos,
mientras las gotas de sudor recorrían su rostro, que yacía relajado... Cuando
se hicieron desesperados y llegaron al éxtasis final…
Nick con la cabeza en su
vientre y lo acariciaba con ternura. Ella jugaba con sedoso pelo azabache.
-Lo siento – Nick aún
permanecía culposo por su ataque violento-Lo siento, hermosa. Jamás volveré a
hacerlo mi amor... jamás volveré a… -besó su ombligo.- Te amo. No soportaría
que te pase algo, por eso me puse así…- se abrazó a su cintura.- Te amo tanto.
-Te juro que no estuve con
Zabini, Nick. Corazón de Bruja trucó la foto…
-Lo sé, me puse como loco, ya
sabes que soy muy celoso…- la tapó con la sábana- Demi me contó que te hace
regalos… lo voy a matar…
-No vale la pena…
-¿Demi sabe del bebé?
-No lo sabe nadie. Eres el
primero en saberlo – contestó Miley.
-Gracias por darme ese honor.
-Eres el padre.- dijo ella con
simpleza.
-Miley… ahora nos vamos a
llevar mejor, estoy seguro…
-¿Por qué lo dices?
-Bueno, no ejercerás como
Auror.-le sonrió. Ella bufó- Solo harás tareas administrativas, será genial…
¡un problema menos entre nosotros!
-Está bien jefe.-dijo
resignada.
-Cuida a Jerry…
-No sabemos si será varón.
-Si lo será – dijo él
convencido- y deberíamos darle lo que se merece… ¿no?
-Claro... ¿a qué te refieres? –
rieron. Nick la besó en los labios.
-Tenemos que casarnos.
-¿Ahora? – bromeó ella.
-Si, ahora. Quiero que te
llamen Miley Jonas. Eres mía…
-¿Estás bromeando?
-No…
-Nick…
-Si tu familia se entera que
estás embarazada…
-¿No vas a dejarme, verdad?
-Lo dije porque estaba
enojado.- aclaró Nick.-Pero nunca será definitivo, ambos lo sabemos… aunque
discutamos cien mil veces al día…
-Tienes razón. – Sonrió Miley-
Y ahora…
-¿Qué?
-Podemos…- se escondió abajo
las sábanas. Nick abrió los ojos grandes.
-¡Miley! ¡Eres una…!
-¿Putita? – rió ella debajo de
las sábanas.
-Iba a decir perra… ahhh
¡merlín! – cerró los ojos, disfrutando sentir los labios de Miley en su sexo.-
¡Diablos! ¡Me las pagarás!
-Encantada…
Nick se metió abajo las
sábanas, le tocaba a ella pagar las consecuencias…
Después de todo, era por su
culpa el hecho de que no dejara de ser feliz ni por un solo instante…
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Hellop bby's me estañaron? mil disculpas lindas enserio lo lamento mucho las deje un bueno tiempo sin subir pero el cole me trae mega cansada ni en los fines de semana descanso, y mas ahora que ya empece con mis ensayos de mis 15 :D pero bueno tratare de subirles cada viernes y hacerles un mega maratón de los que les gusta bueno ahora si sigo subiendo linduras
11 comentarios:
SARI!!
cORAZON ESTAMOS IGUALES CON EL COLEGIO PARO CANSADISIMA PERO TAMBIEN ME VOY A DAR TIEMPO DE SUBIR
OJALA QUE ESTES BIEN Y QUE LOS ENSAYOS DE TUS 15 SALGAN ARCHIMEGASUPER BIEN LORITA1♥
sobre el epilogo:
aaaaaaaaaaahhhhhhhhhh
primero cuando lo lei me asuste terriblemente dijo : no! no!! aaaahh van a terminar despues conforme leia lloraba y lloraba y el final fue woowww me encanto !!
siempre tu tan unica a la hora de escribir esta mininove la ameee♥
me muero por que subas otra igual :D
te quiero besitoss
mas tarde leo los demas (:
cuidate periquita
i miss you♥
NO PUEDO CREER QUE AYA TERMINADO YA ESTUVO WAAY
HERMSO HERMOSO
QUE QUE QUEE AH
HERMOSA TODA LA NOVEW
me encantooo lo ameeee!!! la mini nove estubo fabulosa...
nick y miley son un cago de risa!!
a medida q transcurria el epilogo pense q ivan a terminar separados, pero despues se dijeron lo q sentian son un amor
bueno lo ame y listo asi d simple lo ame... quiero algunos caps de the manual of the forbidden xfaaa
bueno besos
tkmm
AGUS MAR
AWW MUY HERMOSO EPILOGO TUVE MUCHOS SENTIMIENTOS CUANFO LO LEI ESTA REEE BELLO OJALA PUBLIKES MAS NOVES PRONTO
AWW MUY HERMOSO EPILOGO TUVE MUCHOS SENTIMIENTOS CUANFO LO LEI ESTA REEE BELLO OJALA PUBLIKES MAS NOVES PRONTO
hermoso bonito bello elegante de todooo
mega bonito y tierno hermosa lo ame
espero la proxima historia pronto
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