una proposicion atrevida-cap-13

nick se volvió hacia ella antes de abrir la puerta.

-Creo que París está bien para echarnos el lazo.

-¿P... París? -repitió miley como un eco.

-Será más discreto. ¿Tienes pasaporte? -preguntó dudoso.

-Sí... liam y yo... bien, teníamos la esperanza de poder irnos de vacaciones... -murmuró.

-Hasta que la actitud de Hilario lo estropeó todo. ¿Cómo es liam?

Ella demostró una comprensible sorpresa y entonces sonrió reflexiva.

- Alto,tanto sus ojos como su cabello son de un marron claro y tiene barba -recitó-. ¿Por qué?

-Curiosidad -dijo él, y se fue.

miley volvió a recostarse en las almohadas, casi mareada por su éxito... nick había accedido. ¡Maravilloso, nick había accedido! ¿Cómo habría logrado ella tal hazaña? Entonces pensó en liam. ¿Qué iría a decir cuando se enterara de que ella se iba a casar con nick? Lo más seguro era que se pusiera furioso. ¿Estaría dispuesto a casarse después con una divorciada? En cuanto llegara a Londres iría a verlo y juntos discutirían la situación.

Si seguía adelante con los planes, liam y ella tendrían el hogar que juntos habían planeado, y en el que estarían rodeados de amor y tranquilidad. Si no se casara con nick, no habría ni boda ni futuro hogar, pues liam no podía mantener una esposa. ¡A la felicidad hay que ayudarla!

A la mañana siguiente, kevin fue a buscarla cuando estaba preparando el desayuno.

-¡No puedes casarte con nick! -explotó desde el umbral de la puerta.

Así que nick ya había hablado con él. Sus mejillas se tiñeron de rubor.

-Nunca te di motivos para creer que lo haría contigo.

-Eres un mal perdedor, kevin -expresó nick, quien había entrado en silencio en la cocina. No parecía ni agresivo ni divertido, pero la frialdad de su voz le hizo dudar a miley de que hubiese acudido a defenderla.

-Te crees muy inteligente, ¿verdad, nick? Y, según parece, consideras adecuado que miley venga a robar algo a lo que no tiene derecho, ¡pues no es una de nosotros! -reclamó kevin con furia.

-Es verdad, pero eso es un punto a su favor. Y ella no es ninguna advenediza, ya que lleva más de dieciocho años en la familia. El testamento de Hilario indica que él no la consideraba una intrusa, sino parte de su familia.

miley deseó que nick no actuase como si ella no pudiera defenderse, por lo que le dirigió una mirada de advertencia antes de intervenir.

-kevin, mi intención es dividir el dinero en partes iguales y...

-No lo des por hecho -la interrumpió nick con suavidad.

-¡Al pedirte que te casaras conmigo, te hice un favor! -kevin estaba a punto de ser dominado por la ira-. ¡Sabrá Dios cuáles serán tus antecedentes! No me sorprendería que le hubieses puesto una trampa a nick.

-¡nick! -exclamó miley al notar la chispa de furia en los ojos de nick, a la vez que se interponía entre los dos hombres-. Por favor, dejadlo y desayunemos en paz.

Al salir de la habitación, kevin dio un portazo, gesto con el que quiso indicar lo que pensaba de la sugerencia de miley.

Ni Vico ni kevin acudieron a la mesa a la hora de desayunar. nick leía el periódico matutino con mucho interés cuando ella se puso de pie para retirar los platos.

-¿Podrás estar preparada a las diez? -preguntó él con aire despreocupado, y ella giró sobre sus talones.

-¿A las diez?

-Tengo un horario muy ocupado, miley, y no creo que tengas muchas cosas que llevar -replicó nick con impaciencia-. Llamaré a Coverdale y le explicaré lo que sucede. No tiene sentido que permanezcas aquí más tiempo, además tenemos pendientes varias cosas, entre otras cosas; salir de compras.

La mirada que dirigió a la gastada blusa de miley fue muy significativa. La compadecía... por eso la ayudaba.

-Eso no será necesario -aseguró ella con rigidez, pero él no la hizo caso, pues de acuerdo con su siguiente comentario, ya estaba pensando en otra cosa.

-¿Tienes la seguridad de que los sentimientos de liam son los mismos que el año pasado?

Furiosa, ella contestó:

-Por supuesto que sí. liam me escribe todas las semanas sin falta. Tú no debes preocuparte de eso. Soy muy capaz de cuidar de mí misma.

-Sí, se nota.

Tardó menos de media hora en recoger sus escasas pertenecias. Su pequeño joyero contenía sólo tres artículos: un anillo de sello, un relicario con una cadena rota y un brazalete... todos de oro y todos regalos de nick. Tenía que reconocerlo, nick había sido el único que había tenido con ella detalles. El resto de la familia apenas si hacía caso de ella.