martes, 13 de diciembre de 2011

one shot niley- el carnaval de venesia




Aquella fiesta de mascaras en pleno Carnaval de Venecia prometía ser la mejor y más típica de aquel maravilloso lugar.
Un palacete era el escenario donde personas de clase media-alta se daban cita. El sitio estaba atestado, apenas cabía un alfiler y se podía mover.
Todo era mágico y las majestuosas máscaras le daban un hermoso halo de misterio y porque no, de romanticismo.
Las mujeres iban vestidas con vestidos de época y los hombres con lujosos trajes y esmóquines.
Me sentía una extraña, un sapo de otro pozo que por casualidad había caído en un estanque de lujo y belleza. Desde luego yo no encajaba ahí, pero mis amigos Venecianos se habían empeñado en que no podía irme de Venecia sin pasar antes por esa fiesta. Y ahí estaba yo, rodeada de magnates con esposas mucho más jóvenes que ellos y hombres floreros que acompañaban a mujeres ricachonas llenas de bótox.
Desde luego yo no pintaba nada ahí.
¾Sabíamos que no te lo perdería –me dijo nick a modo de bienvenida.
¾Me conoces bien, amigo. ¿Cómo me has reconocido?
¾No es difícil, eres la única que lo mira todo con ojos maravillados detrás de esa máscara –rió.
¾Ven, voy a presentarte a unos amigos de Roma que van a acompañarte en tu odisea por allí –kevin, me llevó a empujones hasta sus amigos.
La gente conversaba, pero yo no prestaba atención; respondía con monosílabas. Estaba demasiado embelesada con la preciosidad del lugar.
De repente me pareció sentir que unos ojos se clavaban en mi espalda, me giré y allí no parecía que nadie me prestara atención.
Volví a tener esa sensación… esta vez no me molesté en girarme.
Noté un cálido aliento en mi hombro, una suave mano se cerró en torno a la mía y de pronto me ví bailando con un completo desconocido enmascarado.
Sus ojos penetraban los míos con lascivia. Sentía un extremo calor recorriendo mi cuerpo y comencé a sentirme irremediablemente incómoda.
En cuanto acabó la canción que sonaba me disculpé y fuí corriendo al tocador.
Tenía la frente perlada de sudor, las mejillas de un rojo fuego y una sonrisa tonta dibujada en mis labios.
¾ ¡Estás aquí, amiga!
¾ Claro kevin, ¿Dónde más sino? –intenté disimular.
¾Ven, alguien muy especial quiere conocerte.
Otra vez me ví atrapada en ese torbellino que es mi amigo.
Esa persona especial era con quien acababa de bailar y pasar la mayor vergüenza de mi humilde existencia.
Tomó mi mano, se reclinó un poco cual reverencia y la besó durante unos segundos que se me antojaron demasiados cortos.
¾Encantado de poder conocerla, Señorita miley. kevin no ha parado de hablar de ustedes y de su belleza española.
¾Heeemmm… Encantada –dije con un tono muy bajo, casi para mí.
¾Mi nombre es Nicholas pero dígame Nick  y estoy aquí para servirla.
¡Dios! Ese hombre parecía salido de un cuento de hadas.
joe se acercó a mi oído  susurró muy despacio¾: Es de buen linaje, su bisabuelo era un Conde y él es, como ves, sumamente educado.
No quise demostrar la perplejidad que me causó esa información, así que intenté ser lo más natural posible.
¾Espero que su estancia en Venecia este siendo agradable y estar a tiempo de invitarla antes de marcharse.
¾Ssssiii, claro –parecía una idiota.
Se pusieron a hablar de negocios y asuntos que me parecían aburridos, nuevamente estaba íncomoda; sobre todo teniendo en cuenta que Nick no me quitaba los ojos de encima.
Sus ojos verde esmeralda se clavaban en mí y juraría que se detenían en la curva de mis pechos, que asomaban por el escote del ajustado vestido.
¾Voy a salir a tomar el aire y de paso a fumar un cigarrillo –avisé a kevin .
El aire me dio de golpe en la cara y al cigarro le costaba encenderse.
Una mano me extendió un Zipo de auténtica plata, acepté sin rechistar. Al subir la mirada ahí estaba él.
Puso un abrigo sobre mis hombros. Fuera no hacia el mismo calor.
¾Siento si la hemos aburrido. Tenemos negocios en común con joe  y kevin , no podemos evitar hablar siempre de lo mismo.
Yo estaba muda, parecía una niña sin lengua. Me estaba poniendo nerviosa.
¾Señor Jonas , requieren su presencia –interrumpió un camarero.
¾Lo siento mucho. Es lo que tiene ser el anfitrión –y se marchó.
Me quedé tan alucinada que me sentí rídicula.
Entré a disculparme con los chicos; fingí estar cansada y dije que me marchaba al hotel. La fiesta llegaba a su fin para mí.
Una hermosa Luna parecía saludarme y exigir que me quedara, la noche estaba aún en pañales, pero no estaba cómoda en ese lugar.
Sentí unos pasos detrás de mí y decidí apurar un poco el paso. No había gente en las calles, todo el mundo estaba de fiesta y el miedo, absurdamente me embargó.
Dejé de oír los pasos y me tranquilicé. Aminoré la marcha y me topé con el Puente de los Suspiros; el sitio más romántico de toda Venecia.
Por la noche se podía disfrutar de todo su esplendor.
Me detuve al pie del mismo, admirando su belleza y antigüedad.
¾ ¿Disfrutando de las vistas? –preguntó aquella voz tan masculina y sensual.
Me giré y volví a toparme con aquella mascara que no me dejaba ver el rostro que ocultaba; salvo aquellas esmeraldas.
¾Siento haberte asustado antes.
¾ ¿Era usted? –me sentí estúpida al recordar como corrí.
¾No me trates de ustedes, por favor, hace que me sienta viejo. Kevin  me envió a buscarla y cuando ví que se asustó decidí esperarla aquí.
¾Dejaré de tratarlo de usted si deja de hacerlo también. Me siento incómoda ante tanta amabilidad y caballerosidad.
¾Me parece un buen trato,  miley  –ese hombre incitaba al delito de manera inevitable.
Me pregunté si sería guapo o si sólo era el misterio de no saber como era.
¾ ¿Hay alguna manera de convencerte para que vuelvas a la fiesta?
¾Estoy bastante cansada –mentí.
¾Entonces, al menos deja que te acompañe al hotel; por favor.
¾Claro. Te lo agradezco; ya vés que soy demasiado asustadiza para caminar sola –dije riéndome de mí misma.
A mitad del Puente de los Suspiros me detuve a mirar el canal ¡Era tan hermoso!
Nick se colocó detrás de mí. Su boca se pegó a mi cuello.
Me giré instantáneamente y contemple esos bellos ojos cafes. Me percaté de la carnosidad de sus labios. Eran gruesos, bien perfilados y sensuales.
¾Espero no haberte incomodado o molestado –negué con la cabeza.
Beso mi mejilla hasta la comisura de mi boca. Se detuvo a mirarme; yo estiré mi cuello para llegar a esa boca que me llamaba sin cesar.
Nuestros labios se pegaron. Abrió su boca, y su lengua se abrió camino en mi boca.
Sus manos sostenían mi cabeza por los costados. El índice hacía pequeños círculos en mi oreja.
Notaba su entrepierna en mi vientre.
¾ ¡Exquisito! –musitó tras el beso.
Cogió mi mano y caminó delante de mí. Yo lo seguí sin preguntar hacía donde ivamos.
En cuanto bajamos el puente me empotró en una puerta. Esta vez el beso fue menos delicado.
La puerta se abrió, entramos y él la cerró de inmediato.
Volvió a estamparme contra la puerta. Mordió mis labios con ferocidad y bajó hasta la pronunciada curva de mis pechos. ¡Estaba tan excitada! No podía evitar gemir de placer ante los besos insistentes de ese enmascarado desconocido.
Nuevamente cortó el beso en seco ¡Me estaba volviendo loca!
Tiró de mí hacía las largas escaleras. Subí sin preguntar.
Atravesamos un estrecho pasillo y de repente sentí miedo. ¿Y si ese hombre era un loco psicópata? Me detuve en seco y dí media vuelta para marcharme.
¾No te vayas, por favor –suplicó¾. No temas, hermosa.
No sé porque me sentí segura ¿Por qué? Cerré mi mano en la suya y volví a seguirlo.
Se giró para darme un beso, esta vez con cierta timidez. Supongo que notaba mi inseguridad.
Acarició mi mejilla con cariño y abrió la puerta de doble hoja que estaba frente a nosotros.
Una hermosa habitación veneciana estaba esperándonos. Tiró de mí, pero titubeé. Ya no estaba tan segura ¿Y si no me gustaba cuando se quitara la mascara?
¾Es igual; no debí tomarme este atrevimiento. Lo siento mucho –emprendía el paso hacía la puerta.
Lo giré por el hombro y le dí un beso como nunca antes había dado. Noté un fuerte deseo en mi bajo-vientre ¿Qué mas dá si es un desconocido? Me dije para convencerme.
Esta vez fui yo quien tomó la riendas y lo estroló contra la puerta. Se sintió el fuerte golpe de su ancha espalda en el pino y él sonrió.
Tiré de su camisa, arrancando los botones. Mis ojos se abrieron como platos al ver ese majestuoso torso que estaba escondido.
Unos pecotarel enormes. Unops brazos gruesos lleno de musculos. Su ombligo era perfecto; bajé hasta el comienzo del pantalón. Tenia ese típico triangulo lleno de fibra, me perdí en esas vistas. Acaricié su abdomen, duro como piedra, suave como la seda.
No pude evitar besar su tableta, su ombligo.
Aflojé el cinturón, desabroché los botones del pantalón y se los bajé sin más; había perdido por completo el juicio y con él la vergüenza.
Me levantó por los codos y me tiró en un sofá cercano. Me asustada esos cambios bruscos; pasaba de ser super romántico a ser salvaje y hasta violento. Me asustaba y gustaba a partes iguales. Me volvía loca.
Bajo con delicadeza la cremallera de mi vestido. Quedé en ropa interior en un santiamén.
Cogió unas tijeras y cortó mi sostén.
¾Tiene corchetes detrás –le dije sin cesar de reir.
¾Así estamos a mano; tú rompiste los botones de mi camisa.
¾Lo siento –me disculpé sin remordimiento alguno.
Su caliente lengua se azaró en mi pezón, mientras amasaba el otro con la mano. Me sentía en la gloria y el infierno a la vez. Ese hombre sabía lo que hacía, sin duda alguna.
Bajo hasta mi ombligo dejando un reguero de besos húmedos en el camino. Mi tanga se humedecía a medida que se acercaba.
Ya no me importaba que llevara mascara, lo hacía incluso más sexy.
Su boca besó mi intimidad por encima de la tela que la cubría. Se deshizo de ella con los dientes.
Mordió mis labios mayores con suavidad y su lengua se afanó en mi inflamado clítoris. Me estaba haciendo ver las estrellas.
Su lengua entraba tímida en mi vagina; chupaba mi clítoris, absorbía mis labios.
Subió, pasando por mi pelvis, el ombligo, las costillas… su boca no se despegaba de mi piel.
Separó mis piernas y se internó entre mis muslos. Bajó su bóxer y su miembro se abrió camino en mi interior. Pude notar como se abría paso por cada pliegue hasta llegar a la pared más lejana.
Entraba y salía de mi cuerpo con astucia. Su vello púbico rozaba mi pelvis y provocaba deliciosas cosquillas en mi clítoris.
Comía mi cuello con unos besos sensuales y eróticos. Sus manos rodeaban mis caderas y elevaban mi cuerpo hacia el suyo.
Tuve la tentación y no pude evitarlo. Tiré de su mascara hacía arriba.
Unos perfectos rasgos masculinos me dieron la bienvenida y sus esmeraldas me miraron con picardía. Una media sonrisa se le dibujó en los labios.
Acaricié su rostro. Mentón fuere, labios carnosos… era un completo adonis.
¾Eres perfecto –salió de mi boca sin poder contenerlo.
Volvió a sonreir.
Aceleró el ritmo de sus estocadas de manera vertiginosa; parecía una violenta montaña rusa. Una y otra vez se su glande so tropezaba con la pared de mi útero, que empezó a contraerse irremediablemente.
¾ ¡Dios! –gritó ¾Mmmm, haaa –era divino escucharlo gemir de esa manera salvaje.
Salió de mí y sin darme tiempo a nada introdujo sus dedos para ayudarme a terminar.
Un intenso orgasmo se apoderó de mí y bañe su mano en fluidos. Me sonrojé y él sonrió.
¾¡Eres encantadora!
Se recostó en el sofá y me invitó a reposar mi cabeza en su pecho.
Recogí la mascara del suelo y la miré con ternura.
¾ ¿Prefieres que me la ponga?
¾No. Estas lindo con ella puesta, pero sin ella estás perfecto.
Depositó un beso en mi frente y me acurruqué a su lado.
Sin pensármelo demasiado, en ese mismo momento decidí que mi estadia en Venecia se alargaría un poco mas de lo que tenia pensado o talves jamás saldría de venecia.
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Espero que les guste mis niñas hermoshaas DEDICADO A MY CARLYS :D Q  LA AMO ahorea si es todos por hoy talves suba maratones de noves por el abandono solo les pido comenten shii niñas hermoshas las amooo besotes muackiiiss de chokolate

v&s                                                                                           a&c

3 comentarios:

Malena♥ dijo...

ooowww me super encanto claris esta muy bueno!
espero el siguiente!11♥♥♥
tkm
male

Carla *----* dijo...

Awwwwwwwwws (como k ya te acostumbraste a eso cierto .-. okno)Te Amooooooo!!! ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥ Te admiro sarizzz, hicite un one shot del porte de chile completo y aun te keda mente (solo para lo perve eh? okya .-. me calmo es k kede perve!!! D: se me pego, es contajioso)Sigue asi mi Sarizz alias niña perve :3
By: Carla *----*
PD: Seguimos en messenger :P

Agustina Belen Cyrus ✝ dijo...

O.o el chocolate lo comiste antes o dsp de escribir esto? jajajaja, me encanto sariss, encerio :D besotes ♥