viernes, 15 de junio de 2012

To end Logan Y Tu-Capitulo 11


Las mujeres siempre le habían supuesto problemas. Para él, una mujer significaba quedarse en casa y olvidarse de los sueños.
A primera vista, _____-parecía el tipo de mujer que le exigiría un sacrificio semejante, pero ella era demasiado atenta y comprensiva. Se preguntó si finalmente había encontrado a alguien que pudiera aceptar y comprender sus necesidades e ilusiones. Y se preguntó también si ella querría algo así.
Un vistazo al reloj le recordó que no le quedaba mucho tiempo para averiguarlo. Pero el instinto le decía que todo era posible, y él siempre confiaba en su instinto. Al fin y al cabo, estaba empezando a conocerla.
Ahora era el momento de que ella conociera más de él. En cuanto él le devolviera el favor y la subiera adonde ella acababa de llevarlo. Al Cielo y de nuevo a la tierra.
__________estaba sentada con las piernas cruzadas en la cama, vestida únicamente con la ligera bata de seda que apenas le daba calor. Logan estaba duchándose y preparándose para marcharse, y ella tenía más frío del que debería tener. Lo cual era escalofriante, teniendo en cuenta que sólo hacía un par de horas que lo conocía.
Logan salió del cuarto de baño envuelto en una nube de vapor. Se había puesto unos boxers y se secaba el pelo con una toalla. Ella lo recorrió con la mirada, apreciando su físico masculino una vez más.
—Si me sigues mirando así, conseguirás que me pierda la cena de ensayo —le dijo él con un guiño.
—No me importaría en absoluto —admitió ella, soltando un exagerado suspiro—. Pero te echarían en falta —tanto como ella lo echaría en falta a él cuando se marchara—. Háblame de ese amigo tuyo que se casa —le pidió, intentando mantener una conversación despreocupada para no pensar en el calor que se arremolinaba en su interior.
—¿Bill? —preguntó él, agachándose para sacar la ropa de su bolsa—. Éramos compañeros en la escuela de vuelo. Dos chicos impulsivos que se morían de impaciencia por volar —se levantó con las ropas en la mano—. Para mí volar significaba la libertad. Me dejé el pellejo para pagarme la universidad, desempeñando toda clase de trabajos. Estaba decidido a tener estudios, por si acaso el sueño de convertirme en piloto resultara ser inalcanzable. Pero no fue así y seguí trabajando duro para conseguir mi titulación —se encogió de hombros—. Entonces conocí a Bill. Congeniamos inmediatamente. Era lógico, considerando que ambos procedíamos de clases trabajadoras y nadie nos había regalado nada —enseguida puso una mueca, dándose cuenta de su error—. Lo siento, no pretendía ofenderte.
Ella se echó a reír.
—Sigue, cariño. Sé muy bien quién soy y lo que soy.
Él sonrió tímidamente.
—Bueno, en cualquier caso, mi padre era un camionero al que le encantaba estar en la carretera, pero mi madre no soportaba perderlo de vista, así que renunció a su libertad a cambio de un trabajo como administrativo en la misma empresa que lo había contratado como conductor —se sentó en el borde de la cama mientras seguía relatando su historia—. A mi padre casi lo mató quedarse sentado en un escritorio, y por mucho que quisiera a su familia, siempre nos guardó rencor por haberlo obligado a tomar esa drástica decisión.
—Debió de ser muy duro para ti.
Él ladeó la cabeza.
—Lo fue. Y supongo que decidí a una edad muy temprana que yo nunca renunciaría a mi libertad —hizo una pausa y la miró a los ojos. La química ardía entre ellos—. A menos que sea por una mujer hermosa motivada únicamente por la seducción —dijo en voz baja y profunda.
Ella soltó una carcajada por el doble sentido de sus palabras, pero éstas siguieron resonando en su cabeza mientras miraba por la ventana, preguntándose cuál sería la perspectiva del mundo que Logan tendría desde la cabina de un avión. El atractivo que ejercía esa clase de libertad debía de ser muy poderoso. Después de pasarse años acatando las imposiciones de los demás, comprendía las necesidades y motivaciones de Logan.
—Así que encontraste tu libertad al convertirte en piloto.
Él asintió.
—Creía que Bill también. Pero me equivoqué, ya que dejó su trabajo como piloto y se instaló en Chicago con la que ahora va a ser su mujer.
—A cada uno lo suyo —comentó ella. Miró el reloj y vio que se estaba haciendo tarde—. Deberías vestirte.
—Lo haré, pero antes quería hablarte de algo. La cena de ensayo de esta noche va a ser muy informal —señaló los pantalones chinos color caqui y el polo granate que tenía en la mano.
Ella se recostó en las almohadas.
—Suena bien —murmuró tontamente, sin saber qué más decir.
—Supongo, pero no conoceré a casi ninguno de los presentes, y… —la voz se le quebró—. Ven conmigo —pronunció al fin, pillándola completamente por sorpresa.
_____se pasó una mano por el pelo despeinado.
—Yo… no estoy invitada —dijo, valiéndose de su educación sureña como excusa.
—Te estoy invitando yo. Bill me dijo que llevara a quien quisiera si estaba saliendo con alguien. En su momento no estaba viendo a nadie, pero ahora sí — declaró, como si las cosas entre ellos fueran así de simples. Los ojos le brillaban de promesas y esperanza.
Ella no quería frustrar sus expectativas, pero todo iba demasiado rápido. Tenía miedo de lo que sentía por aquel hombre. Ni siquiera le había contado a su familia lo de su reciente ruptura y ya estaba enamorándose de un desconocido al que había cazado en una agencia organizadora de bodas.
No estaba avergonzada de Logan. Únicamente estaba temerosa de sus propios sentimientos.
—Ojalá pudiera, pero…
Él se inclinó hacia ella y le puso una mano en la pierna. Una flecha de fuego le traspasó la piel, los pezones se le endurecieron y un caudal de humedad le empapó la entrepierna. Con qué facilidad la excitaba… Y con qué rapidez le había llegado al corazón.
—Vamos, _______. No tenemos mucho tiempo para estar juntos, así que ¿por qué no aprovecharlo al máximo? —le preguntó.
—Ojalá pudiera —repitió ella, plegando las piernas y abrazándose las rodillas. Quería apartarse lo más posible del tacto de Logan y, por mucho que le doliera, de sus intenciones—. Pero… no puedo —se obligó a expulsar las palabras del fondo de su garganta.
—Querrás decir que no quieres —dijo él. Se irguió. Y se levantó de la cama—. Qué demonios. Se suponía que sólo iba a ser una aventura, ¿verdad? Ha sido una estupidez por mi parte presionarte para algo más —espetó, y se encerró en el cuarto de baño para vestirse.
_________tragó saliva, sintiendo una punzada de dolor en el pecho y la garganta. Las cosas no deberían haber salido así. Y sin embargo allí estaba, invadida por un conflicto de emociones más intensas de las que había sentido cuando Darren rompió el compromiso y admitió que la había estado engañando. Aferró la colcha con los dedos y apretó con fuerza los párpados.
Permaneció con los ojos cerrados hasta que oyó cómo Logan salía del baño, arrebatadoramente atractivo con su atuendo informal, oliendo deliciosamente a colonia y con una expresión de decepción en los ojos. Una expresión que ella no había visto hasta entonces, ya que desde que se habían conocido su mirada había sido ardiente y apasionada. El cambio le resultó odiosamente frío, pero reconoció que ella era la causante.
—Tengo que irme —dijo. Con la bolsa en la mano, se acercó a la cama—. Ha sido estupendo, cariño —sin pedirle permiso, se inclinó hacia ella y le dio un beso largo e intenso.
______---no tenía derecho a hacerlo, pero aun así separó los labios y avivó la pasión del contacto físico, de modo que cuando Logan se retiró finalmente, ambos respiraban con dificultad.
—Eres un cúmulo de contradicciones, pero lo entiendo —dijo él.
—¿Lo entiendes? —preguntó ella alzando las cejas.
Él asintió.
—Soy yo el que siempre ha estado luchando por mantener su libertad, ¿recuerdas?
_________-se obligó a sonreír.
—Sí, creo que sí —dijo. También se daba cuenta de que él la estaba sacando del apuro, lo cual le agradeció—. Que lo pases bien esta noche.
—Lo haré —respondió él, irguiéndose en toda su estatura.
—¿Dónde te alojas? Te lo pregunto porque si no has reservado habitación en ningún hotel, este lado de la cama es tuyo —le ofreció, palmeando el colchón al tiempo que se preparaba para el mismo rechazo que ella le había dado.
Logan se echó a reír.
—¿Quién no quiere ser visto en público con quién? —preguntó, burlándose de las palabras que ______había formulado horas antes. Ella negó con la cabeza.
—Te prometo que no es por eso —alegó. No estaba preparada para admitir que había algo más íntimo entre ellos. El sexo era una cosa; asistir a una cena como pareja era algo completamente distinto. Pero se estaba engañando a sí misma, porque la verdad era que se sentía demasiado abrumada para enfrentarse a sus emociones. Tenía la esperanza de que un poco de espacio la ayudara a poner en orden sus sentimientos.
—Lo sé —dijo él. Dio dos pasos hacia la puerta, pero se dio la vuelta y la miró fijamente—. ¿Te importa si dejo mi bolsa aquí?
Ella suspiró aliviada al comprobar que su tiempo juntos aún no había terminado. Pero cuando Logan se marchó, llevándose las llaves de casa y dejándola a solas con sus pensamientos, sintió una soledad que no había experimentando ni siquiera con la marcha de Darren.

6 comentarios:

cecilia dijo...

WIIIIIIIIIIIIII NOVELA LOGAN Y YO xD JJAJAJA ME ENCANTO ME ENCANTO YA LO ESTABA ESPERANDO SISTER, AMO A MI LOGAN LO AMO MUCHOOOO *-* YA MISMO ME VOY A LEER EL QUE SIGUE, NO QUIERO QEDAR SOLA :p JAJAJAJAJJA

eliz_cyrus_miller_jonas dijo...

AMIIX TENES QUE SEGUURKA SIGUELA PRONTO EST WAO WAO WAO

eliza dijo...

ME DEJASTE SCON LA BOCA ABIERTA EN ESTA NOVELA

tay-alizabeth dijo...

seguila pronto ehh has maratón me encanta logan

yolito dijo...

fasinanteee

isabella dijo...

HERMOSOO