domingo, 3 de junio de 2012

To end Logan Y Tu-Capitulo 6


Su hermosa sureña estaba excitada. Ya lo estaba antes de la película, pero ahora… Ahora, tendida sobre él, veía cómo una pareja lo estaba haciendo en la televisión. Logan sonrió.
El jet lag se había esfumado, especialmente desde que ella cambiara de postura y se sentara con la pelvis firmemente encajada sobre su ingle. Tal vez no la conociera muy bien, pero sabía que aquella experiencia era nueva para ella. Iría despacio, tanto como ella necesitara, pero el instinto le decía que una vez que ____-se pusiera en marcha, ni ella ni la «sexcapada» podrían ir despacio.
Deslizó las manos en torno a su cintura, resbalando los dedos contra su piel suave. Pero ella no lo había mirado a los ojos desde que descubriera lo que salía en la pantalla.
—No hay nada malo en excitarse con una película.
—Nunca me ha parecido algo decente —dijo ella. De nuevo hablaba con un acento más marcado de lo normal, lo que delataba sus nervios. Logan se echó a reír.
—Tampoco lo es cazar a un hombre en una agencia de bodas, cariño, y aquí estamos. Deberíamos aprovecharnos, ¿no crees?
—Sí, lo creo —respondió ella. Lo miró a los ojos y sonrío, volviendo a ser la mujer que había llevado a logan a casa.
—Entonces vamos a olvidarnos de la decencia —dijo él, y para enfatizarlo la agarró con fuerza y empujó la pelvis hacia arriba, intensificando el contacto y el placer del roce.
Tenía el cuerpo tensionado por la excitación, y los gemidos que salían del televisor sólo serían para inflamar su deseo. Y cuando __________se unió al coro con un largo suspiro de deleite, logan casi eyaculó en los vaqueros.
—Eso no ha sido nada decente, cariño —le dijo, imitando su acento al tiempo que le dedicaba un guiño malicioso.
Ella sacudió la cabeza, alborotando su rubia melena alrededor de su rostro acalorado.
—Creo que me gusta ser mala —murmuró. El deseo empañaba sus ojos. De repente, pillándolo por sorpresa, enganchó los dedos en el cinto de los vaqueros y apretó fuertemente los cuerpos.
Él no tuvo que tocarla para saber que si la penetraba la encontraría resbaladiza, húmeda y ardiente… sólo por él. Igual que él estaba duro como una piedra sólo por ella.
La fricción de los vaqueros contra su erección no alivió para nada su creciente necesidad. Sobre él, aquella sexy amazona lo montaba frenéticamente, capturando su pene entre los muslos y llevándolos a ambos a unas cotas de placer de auténtica locura.
Una ola tras otra de éxtasis azotaba su cuerpo sin descanso, entrecortándole la respiración y acercándolo más y más al límite. Estaba más allá de la lógica y la razón, pero apretó los dientes y consiguió reprimirse, dejando que ella alcanzara antes el orgasmo. Y cuando así fue, se obligó a abrir los ojos y vio cómo ella se deshacía en un arrebato de gloria pura. El cuerpo de _________-se estremeció, sus muslos se tensaron, sus caderas rotaron y su pelvis se presionó contra la erección de Logan , disfrutando de cada espasmo hasta que quedó saciada y se desplomó contra su pecho, flácida, exhausta y jadeante.
—Dios mío, Logan … ha sido increíble.
—¿Algo que decir sobre tener el control?
—Oh, sí —respondió ella, calentándole el cuello con su aliento—. Y también sobre perderlo.
Él no podía estar más de acuerdo. Apretó la mandíbula por la presión de los vaqueros.
—¿Crees que estás lista para más?
Ella levantó la mirada y sonrió.
—No veo por qué no —dijo, y se apartó rápidamente de él—. Enseguida vuelvo —desapareció en otra habitación y volvió a los pocos segundos con un envoltorio en la mano—. Darren siempre estaba preparado —explicó, arrojándole el preservativo sobre el pecho—. Nunca pensé que fueran a ser de utilidad después de que él se marchara, pero… —hizo un gesto de desagrado con los labios, pensativa.
—¿Qué? —la animó él. Por un momento la curiosidad pudo con el deseo.
—Pero tampoco sirvieron de mucho cuando él vivía aquí. Siempre estaba cansado —frunció el ceño—. Supongo que eso es lo que ocurre cuando gastas todas tus energías con otra mujer —se colocó las manos en las caderas, lo que empujó hacia delante sus pechos e hizo que los pezones se le marcaran en la blusa de seda.
—Ven aquí —ordenó él, y ella saltó a su regazo y recuperó la postura original.
Logan había pensado en quitarse los pantalones e introducirse en ella para sofocar la necesidad que recorría sus venas. Pero ahora que la tenía sobre él, quería más.
Quería probarla, saborearla y devorarla. Se había recostado contra el brazo del sofá y ella estaba sentada a horcajadas sobre él. Aprovechándose, se aupó ligeramente y la agarró de la blusa para tirar de ella. Sin apartar la mirada de sus ojos, acercó los labios a uno de sus pechos. Ella tuvo tiempo de negarse, pero no lo hizo y él cerró la boca en torno al pezón hinchado, succionándolo a través de la seda.
_________-dejó escapar un jadeo.
—Me estás matando.
—Espero que no —murmuró él, y con un fuerte tirón le abrió la blusa, dejando a la vista sus pechos cubiertos por una fina capa de encaje.
________ahogó un gemido de asombro ante aquella muestra de dominación masculina. Por un lado estaba asustada, pero por otro estaba encantada por el giro que habían tomado los acontecimientos. Había deseado que un hombre se volviera loco de deseo por ella, y parecía que al fin lo había encontrado.
—No tengas miedo —le dijo él con voz grave y profunda. En su mirada ardía el deseo que ella tanto había anhelado.
_________negó con la cabeza.
—No lo tengo. Estoy…
—¿Excitada? —preguntó él con una sonrisa irónica y a la vez complacida.
Ella asintió.
—Esa es la palabra, pero no olvides que ésta es mi fantasía —le recordó, pero en el fondo sabía que los juegos de sumisión podían esperar. Se permitiría experimentar el control de Logan y luego tomaría ella la iniciativa.
Mientras tanto, Logan permanecía con las manos pegadas a los costados y ella tenía que hacer algo al respecto. Sintiéndose cada vez más atrevida, se desabrochó el cierre frontal del sujetador y expuso sus pechos al aire fresco y a la mirada ardiente de Logan . A continuación, lo agarró por las muñecas y le colocó las palmas sobre sus pechos. Al primer contacto de sus manos fuertes y cálidas sobre la carne suave, los pezones se le solidificaron en pequeños guijarros y una corriente de deseo líquido le empapó la entrepierna. La espiral de pasión volvía a crecer en su interior. Aquel hombre le hacía sentir cosas que nunca había experimentado.
Él cerró los ojos y emitió un débil gruñido, pero no hizo ningún otro movimiento por tocarla.
—¿A qué estás esperando? —le preguntó ella, frustrada.


3 comentarios:

cecilia dijo...

ME ENCANTO CADA VES SE PONE MEJOR, LOGAN QUE MIERDA ESPERAS QE NO ME TOCASS Y NO HACE UN MOVIMIENTO, QUE ESPERAS ESTOY EMPAPADA POR VOS OK NO JAJAJA ME ENCANTO SISTER, ESTA MUY BUENA, ME VOY A LEER EL QUE SIGUE! TE AMOO :d

butblop dijo...

HERMOSOO SIGUELAAA

Anónimo dijo...

re buenisisimo