lunes, 4 de junio de 2012

at dusk niley- capitulo 30


Estaba tan abatida y espantada que el castigo no fue capaz de hacerme
sentir mucho peor.
La señora Bethany se acercó a mí, acompañada del susurro de la amplia
falda del vestido, parecido al aleteo de un pájaro. El aroma a lavanda me
envolvió como zarcillos de humo. No me resultó fácil aguantar su mirada,
que me hizo sentir desprotegida y avergonzada.
—La Academia Medianoche ha servido de santuario para los nuestros
durante más  de dos siglos.  Los que tienen  una apariencia  lo  bastante
juvenil  para  pasar  por  alumnos  pueden  venir  aquí  a  instruirse  en  los
cambios del mundo para poder reentrar en la  sociedad y moverse con
libertad sin levantar sospechas. Este es un lugar de aprendizaje, un lugar
seguro,  y solo podrá seguir siéndolo si  los humanos al otro lado de los
muros,  y  ahora  dentro  de  ellos,  también  están  a  salvo.  Si  nuestros
alumnos  pierden  el  control  y  matan,  Medianoche  pronto  levantará
sospechas. Este santuario se vendría abajo y daría al traste con doscientos
años de tradición.  Señorita  Olivier,  llevo  protegiendo esta  escuela  casi
desde su fundación, y le puedo asegurar que no tengo ninguna intención
de permitir que ni usted ni nadie altere ese equilibrio. ¿Me ha entendido?
—Sí, señora —susurré—. Lo siento mucho. No volverá a suceder.
—Eso es lo  que dice  ahora.  —Volvió  a mirar a Nick,  sin  ocultar  su 
curiosidad—. Ya veremos qué ocurre cuando el señor Ross despierte.
La señora Bethany salió  con la cabeza en alto de la habitación para 
regresar al baile. Era extraño pensar que había gente que seguía bailando
apenas a unos metros de allí.
—Me quedaré con Nick—dijo mi padre—. Celia, llévate a Miley a la
escuela.
—No puedo volver  a mi dormitorio  ahora.  Quiero estar  aquí  cuando
Nick se despierte —supliqué.
Mi madre negó con la cabeza.
—Lo  mejor  para  ambos  es  que  no  estés  aquí.  Tu  presencia  podría 
hacerle recordar lo que ha sucedido y Nick necesita olvidar. ¿Sabes qué?
Sube a tu  antigua  habitación.  Pero solo  por esta noche.  Nadie pondrá
pegas.
La confortable habitación de la torreta en lo alto de la torre jamás me
había parecido tan acogedora. Incluso me entraron ganas de volver a ver
la gárgola.
—Qué bien. Gracias a los dos por todo. —Las lágrimas acudieron a mis
ojos—. Esta noche nos habéis salvado a los dos.
—No te pongas melodramática. —La sonrisa de mi padre suavizó sus
palabras—.  Nick habría  vivido de todos  modos y  tú  habrías  acabado
mordiendo a alguien. Ojalá hubieras esperado un poco más, pero supongo
que nuestra niñita tenía que crecer tarde o temprano.
—Adrián —Mi madre lo cogió de la mano y empezó a tirar de él para
sacarlo de la habitación—. Deberíamos hablar de aquello.

—¿De aquello? ¿De qué aquello?
—De lo que hay en el pasillo.
—Ah.
Mi padre lo captó más o menos a la vez que yo.  Mi madre se había 
inventado una excusa para dejarme un momento a solas con Nick.
En cuanto hubieron salido, me senté en el borde de la cama del lado 
donde estaba Nick . Seguía estando arrebatador a pesar de la palidez y
de las  depresiones  oscuras  bajo  los  ojos.  Debido a su  lividez,  el  tono
castaño dorado de su pelo parecía más apagado, más oscuro. Cuando le
puse la mano en la frente, estaba frío al tacto.
—Siento mucho haberte hecho daño.
Una lágrima candente rodó por mi mejilla. El pobre Nick , que siempre 
estaba intentando protegerme del peligro, jamás había sospechado que el
peligro era yo.
Esa misma noche, más tarde, contemplé mi precioso vestido manchado
de sangre.  Mi  madre lo  había colgado en el  pomo de la  puerta de mi
habitación.
—Creía que el baile iba a ser perfecto —susurré.
—Ojalá hubiera sido así,  cariño.  —Se sentó en la cama, a mi lado, y 
empezó a acariciarme el pelo como solía hacerlo cuando yo era pequeña
—. Mañana verás las cosas de otra manera, no te preocupes.
—¿Estás segura de que Nick no será un vampiro cuando se despierte?
—Estoy segura. Nick no ha perdido suficiente sangre para poner su 
vida en peligro. Y es la primera vez que le muerdes, ¿no?
—Sí —contesté, sorbiéndome la nariz.
—Solo  se  convierten  en vampiros  los  que han sido  mordidos  varias 
veces y, aun así, únicamente cuando el último mordisco es letal. Recuerda
lo que siempre te hemos dicho: en realidad es bastante complicado matar
a alguien desangrándolo. Da lo mismo, hay que morir para convertirse en
vampiro y Nick no va a morir.
—Yo soy un vampiro y no he muerto nunca.
—Eso es diferente, cariño, ya lo sabes. Tú naciste siendo especial. —Mi 
madre me tocó la  barbilla  para volverme la  cara  hacia  ella.  Vi  que la
gárgola  nos  sonreía  a  su  espalda,  como una  fisgona  escuchando  una
conversación ajena—. No te convertirás en un verdadero vampiro hasta
que mates a alguien. Cuando lo hagas, también morirás, aunque solo por
un momento. Será como echarse una siesta.
Evidentemente, mis padres ya me habían contado todo aquello como un
millón de veces, de igual modo que me recordaban que debía cepillarme 

los dientes antes de irme a dormir o tomar nota del nombre y el número
de teléfono de quien llamara mientras ellos estuvieran fuera. Según ellos,
la  mayoría  de  los  vampiros  no  mataban,  y  aunque  era  imposible
imaginarme haciéndole daño a alguien, insistían en que había maneras de
hacerlo que estaban bien. Le habíamos dado vueltas y más vueltas a la
famosa transformación por la que algún día tendría que pasar: podía ir a
un hospital o a un hogar de ancianos, buscar a alguien muy mayor o a las
puertas de la muerte y hacerlo.
Me habían asegurado que sería así de sencillo: o bien podía acabar con
el sufrimiento de alguien o incluso podía darle la oportunidad de vivir para
siempre  como  un  vampiro  si  lo  planeábamos  de  antemano  y  nos
asegurábamos de que yo pudiera beber más de una vez. La explicación
era así de sencilla y ordenada, como les gustaba que dejara mi habitación.
Lo  que  había  ocurrido  entre  Nick y  yo  había  demostrado  que  la
realidad no era tan sencilla  y ordenada como las explicaciones  de mis
padres.
—No tengo que convertirme en un vampiro si no estoy preparada —dije.
Era otra de las cosas que no dejaban de repetirme y esperaba que mi 
madre me diera la razón de manera automática. Sin embargo, se quedó
callada unos segundos.
—Ya veremos, Miley . Ya veremos.
—¿Qué quieres decir?
—Has probado la sangre de una persona viva. En realidad acabas de 
darle la vuelta al  reloj  de arena:  ahora habrá veces en que tu cuerpo
reaccionará como el  de un vampiro.  —Debí de poner cara de espanto,
porque me apretó la mano—. No te preocupes. No es que vayas a cambiar
esta semana, seguramente ni siquiera este año, pero ahora sentirás con
mayor urgencia la necesidad de hacer lo que hacemos nosotros, y esa
urgencia  será  cada  vez  más  acuciante.  Además,  Nick   te  importa.
Vosotros  dos os  sentiréis...  muy atraídos  a partir  de ahora.  Cuando el
cuerpo cambia a la velocidad del corazón se da una combinación muy
poderosa. —Mi madre apoyó la cabeza contra la pared y me pregunté si se
estaría remontando a mediados del siglo XVII,  cuando estaba viva y mi
padre  era  un  apuesto  y  misterioso  forastero—.  Intenta  evitar  los
problemas.
—Seré fuerte —prometí.
—Sé que lo intentarás, cariño. No se te puede pedir más.
¿Qué quiso decir con aquello? No lo sabía y debía haber preguntado, 
pero no pude. El futuro se acercaba a pasos agigantados y estaba tan
cansada que tenía la sensación de llevar despierta varios días. Cerré los
ojos  con fuerza,  hundí la  cara en la  almohada y esperé la  llegada del
olvido que acompaña al sueño.
 A la mañana siguiente, noté la diferencia incluso antes de abrir los ojos.
Mis sentidos se habían agudizado.  Notaba la  trama de la tela de las 
sábanas sobre mi piel,  y no solo oía a mis padres hablando en la otra
habitación, sino también otros sonidos procedentes de otras plantas por
debajo de nuestros aposentos: el profesor Iwerebon gritándole a alguien
que pretendía  hacer  novillos  después de una noche de fiesta,  pisadas
sobre las tablas del suelo, un grifo goteando en alguna parte... Prestando
algo  más  de  atención,  incluso  habría  podido  contar  las  hojas  que
susurraban al compás del viento en el árbol de fuera. Cuando abrí los ojos,
la luz del sol fue casi cegadora.
Al principio pensé que mis padres se habían equivocado, que me había
convertido en un vampiro de la noche a la mañana y que eso significaba
que Nick estaba...
No. Mi corazón todavía latía. Si yo estaba viva, Nick también debía de
estarlo. Yo no podía morir y completar mi transformación en vampiro hasta
que le hubiera quitado la vida a alguien.
Con todo, si así era... ¿qué estaba sucediéndome?
Mi padre me lo explicó durante el desayuno.
—Estás  experimentando  una  pequeña  muestra  de  lo  que  sentirás 
cuando hagas el cambio. Has bebido sangre de un ser humano y ahora ya
sabes qué efecto tiene en ti. Luego es incluso más fuerte.
—Menudo rollo. ¿Cómo lo soportáis?
Tenía  que  entrecerrar  los  ojos  para  que  la  luz  de  la  cocina  no  me 
deslumbrara. Incluso los copos de avena que me había dado mi madre
tenían un sabor muy fuerte, era como si pudiera sentir la raíz, el tallo y la
tierra de los que procedía la avena. En cambio, el vaso de sangre de las
mañanas nunca me había sabido tan insípido. El sabor siempre me había
agradado,  pero  en  ese  momento  comprendí  que  solo  era  una  mala
imitación de lo que se suponía que debería estar bebiendo.
—No siempre es tan intenso como las primeras veces. Seguramente se
te pasará en un par de horas. —Mi madre me dio unas palmaditas en el
hombro. Tenía su vaso de sangre en la otra y parecía satisfecha con él—.
Después... Bueno, al final acabas acostumbrándote. Y menos mal, claro, si
no ninguno de nosotros podría dormir nunca.
Tenía la cabeza a punto de estallar con tanta estimulación. Nunca había
llegado a beberme una cerveza entera, pero sospechaba que aquello era
como tener una resaca.
—Preferiría no tener que acostumbrarme a esto, gracias.
—Miley. —La voz de mi padre sonó tajante, impregnada de la rabia 
que no había  demostrado la  noche anterior.  Incluso  mi madre pareció
sorprendida—. Que no vuelva a oírte hablar de ese modo.
—Papá... Solo quería decir que...
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Espero que les haya gustado el mini maratón
Att: @Sari_Cristal_BC 

11 comentarios:

beln_de_jonas dijo...

AHH YA TERMINO :( AHH SIGUELA PRONTO AMO LEEER TODO LO QUE PUBLICAS Y DEJALES EN CLARO PARA QUE DEJEN DE DECIR COSAS QUE NO SABEN

melani dijo...

OHH que le queria decir a s papa ahhh pon el siguiente yaaa

melina dijo...

SUbe porntoo y sigue aclarando nena para que dudosas

wapoxsiempre dijo...

ESTA NOVELA ES GRANDIOSAAAAA

Anónimo dijo...

Me encantoo, siguelaaaa

niley dijo...

WAO WAOO SIGUELA PRONTOO

amitha dijo...

Amiga! sigue esta novela, y deja que esas personas hablas tu y nosotras sabemos la verdad que ellas no ya no es tu problema es que siempre te joden pero tus fieles lectoras estamos contigo

eliz_cyrus_miller_jonas dijo...

Fsinante amo esta novela! y no me importa si es adaptada se que lo dijistes y a mi lo que me importa es que tu la publicaas

eliza dijo...

ja dejalas hablar a esas dicen , que no tienes originalidad, y esa sni sus blogs siguen, pero ya no hablare por que a aqui me importa tu blog y no esas envidiosas dejalas que hablen sabes lo que me importa es que tu publicas cosas grandioas

eliza dijo...

Y LO AME ESTA FASINANTEE

Yazmin dijo...

ahhh kiero kiero otraaa porfissss miley es vampiro :O crei q era nick mas loco pero alfinal lo sera para q su amor perdure toda la eternidad como amo las noves misteriosas sube hermosa 20 capitulos si puedes haha no encerio ok no hehe sube pronto d todas y otra vez t estan molestando ignoralas sis no vale la pena q hables dl tema xq seguiran y seguiran muchas te apoyamos no lo olvides cuidate y sorry x el testamento haha bye hermosis.