Volvió a tomarla de la
mano y la llevó al vestuario de la novia, cerrando la puerta tras ellos.
Estaban rodeados de ligueros, sprays y otras muchas cosas, pero al menos
estaban a solas. Él se sentó en un banco y arrojó al suelo un montón de ropa
para hacerle sitio a su lado.
___________se sentó junto a
él.
—Mi madre me llamó
—dijo.
—Darren le ha contado
su versión de los hechos, ¿no? —supuso él. No era difícil imaginarse lo
ocurrido.
Ella asintió.
—Hizo que pareciera
que la víctima era él y que yo había provocado la ruptura porque me descubrió
con otro hombre. ¿Cómo se puede ser tan miserable?
Logan estaba de
acuerdo, pero esperó a que _______continuara.
—Mi madre me sugirió
que volviera arrastrándome a los pies de Darren y le pidiera disculpas —dijo
ella. Soltó un bufido y puso los ojos en blanco—. Jamás haría algo semejante.
No, Logan no se
imaginaba a -________arrastrándose a los pies de ningún hombre, pero en cambio
había ido a buscarlo a él. A pesar de sí mismo, la esperanza empezó a crecerle
en el pecho.
—¿Y qué pasó después?
—Bueno, a mi madre no
le interesaba mucho mi versión de lo sucedido. Dijo que aunque fuera cierto,
como si yo estuviera mintiendo, los hombres siempre engañan. Así son ellos
—entornó la mirada y se inclinó hacia él, hasta que sólo estuvieron separados
por unos escasos milímetros—. Y eso me lleva a una pregunta.
Hizo un gesto
provocador con los labios, sensuales y relucientes. Olía maravillosamente bien,
y Logan tuvo una erección sólo por estar junto a ella. Pensó que aunque
tuviera ochenta años seguiría excitándose cada vez que estuviera a su lado.
—¿De qué te ríes? —le
preguntó ella, dándole un puntapié en la espinilla—. No le veo la gracia.
Por Dios… ¿era culpa
suya que aquella mujer lo hiciera tan feliz?, se preguntó Logan . Le acarició
la mejilla con un dedo, intentando apaciguarla e ignorando el dolor en la
espinilla y en otras partes de su cuerpo.
—Tú me haces reír,
__________. No puedo evitarlo, pero si vas a darme una patada cada vez que lo haga,
vamos a tener un serio problema. Ella
agachó la cabeza.
—Lo siento.
—Disculpa
aceptada —dijo él, riéndose otra vez—. Y ahora, ¿qué querías preguntarme?
_______entrelazó las manos tras ella.
—Quería saber… —la voz se le quebró y las mejillas se le
ruborizaran—. Seguro que te ríes o piensas que me he vuelto loca.
—Te prometo que no haré ni una cosa ni otra — le aseguró. Era
obvio que habían llegado a una encrucijada, y él no estaba dispuesto a echarlo
todo a perder—. Dímelo —le pidió.
—Si fueras mío…. Quiero decir, si yo fuera tuya… Si estuviéramos
juntos, ¿te parecería que engañar a tu pareja es algo aceptable? ¿Necesario?
¿Lo propio en un hombre?
A pesar de las divagaciones y la turbación de __________, Logan entendía lo seria que era su pregunta. No sólo le estaba preguntando su opinión
sobre la infidelidad, pues ya habían hablado antes de ese tema; también estaba
intentando averiguar, de un modo tan adorable como indirecto, si él quería algo
más con ella de lo que habían compartido aquel fin de semana.
Él ya sabía cuál era su respuesta. Su perspectiva había cambiado
enormemente desde que volara a Chicago el día anterior por la mañana, y aquel
manojo de nervios que lo interrogaba ahora era la razón.
Por el bien de ambos, decidió abordar la cuestión de frente.
—Desde el primer momento que te vi, me echaste a perder para
cualquier otra mujer. Así es como deben funcionar las cosas entre un hombre y
una mujer —le tomó las mejillas en una mano—. Entre una pareja. Nunca lo había
sabido hasta ahora, pero al conocerte todo me quedó muy claro.
______-lo miró con ojos muy abiertos.
—Entonces, solamente tú y yo… ¿eso sería suficiente para ti?
—Lo mismo esperaría yo de ti.
—Puedo vivir con eso —afirmó ella, asintiendo solemnemente—. Tú
también me has echado a perder para cualquier otro hombre —añadió, al tiempo
que una sonrisa de felicidad curvaba sus labios.
—Estupendo. Y ahora soy yo el que tiene que hacerte una pregunta
—dijo. Era una pregunta importante que no dejaba de inquietarlo—. ¿Qué pasa con
la desaprobación de tus padres? ¿Has pensado en lo que realmente quieres de la
vida? —después de todo, él no era más que un piloto. Quería que ___________ supiera
desde el principio los obstáculos a los que se enfrentaría.
Ella bajó la mirada a sus manos.
—A mis padres nunca les ha importado lo que yo quiero, sólo lo
que ellos creen que es lo correcto. Hizo falta que me fuera de Atlanta para
darme cuenta, así que al menos puedo darle las gracias a Darren por hacerme
abrir los ojos —se pasó la lengua por los labios brillantes—. Pero eso de vivir
para otra persona se acabó para mí.
—¿Y qué hay de lo que tú quieres? —le preguntó, agarrándole las
manos. Habían llegado al punto crucial—. No puedo dejar de volar…
—¿Quién te ha pedido que lo hagas? —dijo ella. La mera
posibilidad parecía ofenderla.
Logan tragó saliva. Al fin se atrevía a creer que aquella
mujer lo comprendía y aceptaba realmente.
—Tampoco puedo irme de California. La empresa para la que
trabajo tiene allí su sede. Sé que es pedirte demasiado después de un único fin
de semana, pero si estuvieras dispuesta a mudarte a San Francisco, creo que
tendríamos una posibilidad…
Ella puso los ojos en blanco.
—También yo lo creo, o no estaría aquí.
Logan quería sonreír, reír, besarla apasionadamente… Pero no
podía. Aún quedaban cosas por decir.
—Puedo llevarte conmigo en algunos viajes. Así no estaríamos
separados mucho tiempo. Pero en otros vuelos no está permitido y tendrías que
quedarte sola, sin amigos… al menos al principio. Pero mi familia vive allí y
seguro que les gustarás. Mi hermana hará que te sientas como en casa y…
—Soy una mujer adulta, Logan —lo interrumpió ella, rodeándole
el cuello con los brazos y entrelazando los dedos en sus cabellos—. Sé cómo
hacer amigos y estar ocupada. En serio, sé muy bien dónde me estoy metiendo.
—Puedes sentirse muy sola —insistió él, repitiendo lo que su
madre le había dicho tantas veces.
—Me gusta mi propia compañía —dijo ella, enderezándose y
mirándolo fijamente a los ojos—. Logan , ¿estás intentando asustarme?
Él negó con la cabeza.
—No, pero si vas a echarte para atrás, mejor que sea ahora y no
más tarde.
—Tonto —lo reprendió ella, acariciándole la mejilla—. No voy a
echarme para atrás, ni ahora ni nunca. Te quiero, y sé que esto puede
funcionar. Tampoco espero que tú me mantengas. Encontraré un trabajo gracias a
mi experiencia como relaciones públicas. También sé cómo recaudar fondos y…
—¿De verdad quieres trabajar? —le preguntó él—. ¿O prefieres
seguir recaudando fondos para obras benéficas? Porque yo puedo mantenerte.
Demonios, quiero hacerlo. Así que, si lo que de verdad te gusta es recaudar
fondos, yo te pondré en contacto con las instituciones adecuadas. De ese modo,
cuando esta relación salga adelante como tú y yo sabemos que saldrá, podrás
tener a mis hijos sin verte obligada a dejar un trabajo…
—¿Quién se habría imaginado a Logan Wade Lerman ? Tenemos
muchas decisiones que tomar, pero las más importantes están resueltas, ¿no es
así?
—En efecto.
—Entonces, ¿tienes algo más que añadir? —le preguntó, riendo—.
Porque a mí me parece que lo más importante aún no se ha dicho —añadió, con un
brillo de felicidad y certeza en los ojos.
—Te quiero —dijo él. Eran las palabras más serias que había
pronunciado en su vida.
La sonrisa de _______-se ensanchó aún más, si tal cosa era
posible.
—Yo también te quiero, Logan .
Él la estrechó entre sus brazos y le dio el beso más intenso,
íntimo y apasionado que pudo ofrecerle. Después de todo, estaba sellando el
trato más importante de su vida.
—¿Y ahora quieres saber la otra razón por la que he venido a
buscarte? —le preguntó ella con voz jadeante cuando se separaron para tomar
aire.
Logan le acarició el pelo. Quería deshacerle el recogido, pero
no podía. Si _________-iba a conocer a sus amigos, querría tener el mejor aspecto
posible, como buena sureña.
—Quiero saber todo lo que sea importante para ti.
Ella lo miró fijamente con sus grandes ojos.
—Quiero que me hagas el amor en un avión. Ya sabes… ser miembro
del Mile High Club.
Logan soltó un gemido. De una cosa estaba seguro. Con ______-en
su vida, jamás podría aburrirse.
—Nena —dijo, tomándole las manos—, puedes darlo por hecho.
Fin