viernes, 24 de febrero de 2012

sex and more niley -cap -19




- nick nick,NICK… calma ¡como se te ocurre! ¿practicaras sexo oral?—le pregunta con el rojo tintando sus mejillas.
nick se echa a reír.
- ¿Qué solo piensas que soy bueno para el sexo? Bueno, aparte—la mira. Una mirad lasciva.
Ella le tira un golpe sobre el hombro.
- Auch ¿Qué?—se queja él.
- ¿dime qué quieres que piense cuando te arrodillas frente a mí, y después me levantas el vestido? ¿Qué solo quieres ver el color de mis bragas?
Pensativo.
- A parte—se muerde el labio.
Ella entorna una ceja mientras se cruza de brazos.
- Ya, solo te curare la herida.
nick humedece el pétalo con el líquido de la botella, y de inmediato, el pétalo se torna a un azul pálido.
- Ahora, déjame ver tu bonita pancita. Levántate, tú el vestido.
Ella suspira. Se levanta lentamente el veraniego vestido. Y deja que nick la observe. El sonríe, ampliamente. Le gusta lo que ve. Llevaba una tanga azul, casi transparente. Y la sangre le hirvió en el miembro. Separa un poco las piernas de ella y se acomoda entre sus piernas. Ella tembló
- A lo que vas, no tardes.
- Sí, sí, sí…
nick humedece más el pétalo. Después lo coloca sobre la herida que había dejado aquella daga de fría plata. La frota un poco y ella suelta un gemido del dolor. Después, por arte de la magia, la cortada desaparece; dejando únicamente, una raya de manchita.
- ¿Cómo, como hiciste eso?—dice ella anonadada.
El se encogió de hombros y dejo que su mano se deslizara hasta la entrada de ella. Que palpitaba por duro placer. A parto la fina tela de sus bragas y toco su húmedo clítoris.
- Si, lo sabía, jodidamente mojada. Me encantas, Dios, que va… te deseo.
Ella aparto su mano de su feminidad y después se bajo el vestido.
- Cerdo—se levanta de la banca.
- ¿Qué, no es verdad?—sonrió coqueto.
- Que puto orgullo, el tuyo—le dio la espalda.
Y nick la siguió y la envolvió en sus fuertes brazos. Cálidos.
- No te enojes, es que en verdad me encantas, te deseo, me tienes loco… desde que te vi en la bañera—de inmediato, un rojo vivo tinto las mejillas de ella—Dios, que estúpido fui—le susurro en el oído para después regalarle besos en los hombros, en la curva de su cuello, en su espalda. Ella no se interpuso, pues siempre caía rendida a las caricias de este hombre. No lo imaginaba tendida a su poder, bajo de él, con su miembro penetrándola hasta las entrañas. Dios, sería su maldita esclava. nick levanto, de nuevo, el vestido de ella y la hiso sentir su pene. Tan duro como el fierro. Erecto y asaltando su entrada--¿lo sientes? Es tuyo, tú lo provocas.
- nick—suelta su nombre en son de un gemido.
- Podríamos dejarlo, y follar toda una dulce noche. Joder, todas las noches que quieras.
- No… no ayudaría a nadie.
A lo lejos, escucharon unos pasos, apurados. A toda prisa. Ella se separo de inmediato de nick. Excitada. Caliente como nunca. Y se acomodo el vestido, de una manera lo suficientemente modesta.
- No vuelvas hacer eso.
- ¿Te excita?—sonríe alentador.
- No—pone los ojos en blanco.
En eso, entra Carmen con una charola y el té y el café sobre esta, también los panecillos.
- Lo siento, el agua no calentaba, lo siento, aquí esta. Lo pone sobre la mesita.
- Gracias, Carmen—sonríe.
- Si necesitan algo más, azúcar, pan, más café—miro a nick— no sé, solo llámenme. Y en segundos estoy aquí.
- Gracias
- Gracias…

5 comentarios:

Jeny dijo...

o.O años de no leer tu blog (lo siento pero es muy difícil entrar :C)ta muy buena

amorciegoniley dijo...

estupendo lo ame demasiado enceiroooo escribes geneal

beln_de_jonas dijo...

ahh amoo esta nove

angela dijo...

ahh esta hersooa la novelaaaa

angela dijo...

ahh esta hersooa la novelaaaa