- De nada, de nada—sonríe la
mujer—disfrútenlo.
- Vale, hasta luego.
La mujer se la vuelta, y como salió antes,
abandona el lujar apresurada, arremangándose el delantal.
- Es simpática.
- Claro—le da un poco de sarcasmo.
Juntos se sientan en la mesita. nick observa todo sobre la bandeja. Había varios diferentes tipos de pan. Dulces,
salados… otro dulce y a lo mejor, uno amargo.
- ¿Qué es esto?—dice señalando un panecillo en
forma circular mientras le da un sorbo al café.
Ella toma el panecillo glaseado con nueces
encima. Estaba calientito, seguro los acaba de hornear. miley lo mira, como
analizando.
- No sé, Carmen siempre los preara para
papá. Supongo que están buenos—se encoje de hombros—pruébalo, y dime como
están.
- ¡Lista! Pruébalo tú—entorna los ojos.
- Vale, pero que *mari*ca**.
- Te hago el amor, y después me dices que
tan *ma*rica* soy—abre los ojos de par en par, divertidos. Después, le da otro
trago al fresco café. Estaba delicioso.
miley vuelve a golpear su hombro.
- Deja de hacer eso—dice sobando su hombro.
- Deja de pervertir todo.
- Vale, tratare. Pero, venga, pruébalo—la
mira pícaro.
- Esta bien.
- ¿nick?—pues sabía que la cochambrosa
mente de Nick, ya lo había malpensado.
- ¿Qué?
Ella puso los ojos en blanco y acerco el
panecillo a su boca. Al menos olía bien.
- Venga, no puede estar tan mal.
- Pues, pruébalo tú, entonces.
- Te encanta el drama.
Ella suspira y muerde el panecillo. Lo
prueba. Lo deja a sus papilas gustativas. Deja que se derrita en su interior.
Una mescla salada y dulce. Suave y rígida. Esplendida.
- Mmm… delicioso. Exquisito, sabe
hermoso—sonríe satisfecha.
- ¿estás jugando conmigo, verdad?
- Ah, ¿es que tú siempre piensas que te
estoy bromeando?
- Pues…
- Nada, pruébalo te encantara—y le da otra
mordida al raro panecillo, dándole seguridad a nick y después un sorbo al té.
Él le da un mordisco, pequeño. Lo prueba y
lo saborea. Se relame los labios.
- Sabe delicioso.
- ¿verdad?
- Y tiene chocolate en su interior ¡esta es
nueva para mí!
nick le da otro mordisco, pero esta vez,
miley le da un empujoncito al panecillo haciendo manchar a nick de
chocolate. Todo. Le quita el panecillo y lo besa. Tan rápida, veloz. Ansiosa,
tal vez. Apasionada. Sensual, dulce, atrevida. Con ganas de probar de nuevo sus
seductores labios. Y en un juego excitante, entrelazan sus lenguas. Escavando
cada más intimo lugar de sus cálidas bocas. Ella se levanta de su silla, aun
sin dejar de besar a nick y da unos cortos pasos para llegar a él. Lo coge de
la nuca, intensificando más el beso. El la atrae de la cintura, hasta sentarla
en sus muslos. Ella aferra sus caderas al miembro de nick, al igual que sus
piernas a su cuerpo. El coloca su mano en uno de los senos de miley, y lo
masajea con hambruna. Mientras que su otra mano se dirige hacia el clítoris de
ella. Se deja llevar. Ella se sostiene a horcajadas de nick, mientras
incrementa cada movimiento, con un seductor baile de caderas. nick encuentra
el punto deseado, su clítoris, hinchado y húmedo. Lo frota, lo masajea,
causando una increíble fricción. Ella suelta un gemido y lo deja de besar. Se
detiene.
- Eh, ¿Qué pasa?—pregunta molesto.
- Nada—y se levanta como si nada, al menos
eso aparentaba.
- Mira… me besas, me calientas y al final
nadie se queda con nada. Eso no es nada justo—reprocha.
- Lo
siento, lo quise hacer.
5 comentarios:
sabes eres una muy buena escritora te felicito son fascinantes tus novelas
genealisisisimaaa
eres una nena estupenda
ohhhh ahhh
lo amooooo
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