Quizá, es posible, que hubiese sobre reaccionado cuando
le había hecho lo mismo a él. Marcándolo por siempre. La impulsividad siempre
había sido su ruina, después de todo. Durante años, ella se había arrepentido
incluso de su decisión. Nunca lo admitiría delante de él. No sentía
arrepentimiento ahora, de cualquier modo.
No le había mentido. Lo mataría por esto.
Primero, tendría que encontrar la manera de quitarse el
estúpido collar de alrededor del cuello. Mientras lo llevara, estaba indefensa.
Segundo, tendría que encontrar una forma de escapar de este reino.
Lo primero, en teoría, hubiera sido fácil. Pero lo había
intentado ya, arañándolo y golpeándolo, e incluso intentado fundirlo de su
cuerpo. Todo lo que había hecho era cortarse la piel, magullar su carne y
chamuscarse el pelo. Lo segundo, en teoría y realidad, parecía imposible.
Su mirada giró en torno suyo. Después de que los Titanes
escaparon, habían reforzado todo. Cómo, miley no lo sabía. La prisión estaba
supuestamente atada a Tártaro, el dios Griego del Confinamiento, quien una vez
había mantenido custodiados a los Titanes, y cuando había comenzado a
debilitarse sin razón aparente, el reino se había debilitado, también. Todo en
él se había vuelto estructuralmente defectuoso. Ahora Tártaro estaba
desaparecido. Los Titanes no lo tenían y nadie sabía dónde estaba. No había
razón para que el reino no fuera tan fuerte en su ausencia.
Las paredes y el suelo estaban compuestos de piedra
divina, algo que sólo herramientas divinas especiales, que ella no tenía,
podían atravesarlos, y sin embargo, incluso sin la presencia de Tártaro, no
había ni una grieta a la vista.
Los gruesos barrotes de plata, que permitían dar un
vistazo a la estación de los guardias adyacente, habían sido construidos por
Hefesto, y sólo él podía derretir ese metal. Desafortunadamente, residía en
algún otro lugar. Como con Tártaro, nadie sabía dónde estaba. Sin embargo, sin
Tártaro, ella hubiera sido capaz de doblar ese metal. No podía, ya lo había
intentado.
—Maldita sea, ¿podrías parar? —gruñó Erebos desde unos de
los catres. Desde su cabello oscuro hasta su piel oscura, desde sus bellos
rasgos hasta su fuerte cuerpo, era la imagen del macho infeliz, toda esa
infelicidad la apuntaba a ella. — Estamos tratando de planificar un escape
aquí.
Siempre estaban planificando un escape.
—Además —él continuó— tu fea cara me está dando dolor de
cabeza.
—Chúpatela—replicó.
Aunque había sido la que lo había lastimado todos
aquellos siglos atrás, no intencionadamente, él se lo había devuelto unas miles
de veces. A propósito. No emocionalmente, pero físicamente. A él no le gustaba
nada más que, hacerla tropezar, chocar contra ella y mandarla volando,
“accidentalmente” así como comerse la pequeña porción de comida que le
pertenecía antes de que pudiera luchar por llegar a ella, muriéndose de hambre.
Si MILEY no hubiera estado llevando ese collar, él nunca habría sido capaz de
hacer aquellas cosas. Era demasiado fuerte. Otra razón para despreciar su
cautiverio.
—El chupármela probablemente sacaría mejores resultados
que cuando lo hacías tú —replicó él.
El puñado de dioses y diosas a su alrededor se rieron.
3 comentarios:
aaaa Me encanto jejeje
pero sube otro
por fin soy la primera en comentar
¡bueno eso creo!
también me encanto el shot pero siempre la dejas en lo mejor ok ya me calmo
by Tkmmmmmmmmm Novia
olaaaa!!! hija de mi corazonnn!!
te extrano muchooo....
y me encanto el capi, pero siguela pronto piiisss...!!!!por que siento que e voiii a morirr de la curiosidad...!! jeje (k exagerada vdd..)bno...te dejo biiee
se me olvidaba....
gracias por los coment´s corazon...pero dejalas a ellas k comenten yo se k tu nunca me fallas; pero asi das lugar a k, sin k nadie mas comente yo afuezas suba otro capi por k tu sola dejas todos los k pid..... como kiera te lo agradesco
....bno ahora si ya me voiii!!!
biieee te kiero, te mando un besote!! y miles de abrazos!!!....
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