una proposicion atrevida-cap-54

-Te lo advertí -declaró nick; respiró con suavidad y sus manos se posaron firmes en la cintura de ella y de súbito la levantó en el aire. miley pataleó y gritó.

-¡Bájame! ¿Me oyes, nick?

-Es mejor que te calles -se la puso sobre el hombro, pero no sin que antes ella viera que en sus ojos brillaba un decidido propósito.

-¡Fuzz! -trato de pegarle a él en la espalda pero, gracias a su voluminoso vientre, no alcanzó.

-Más tarde mandaré a alguien a recoger la ropa de miley, si tú eres tan amable de meterla en las maletas -dijo nick a la asombrada Fuzz antes de abrir la puerta.

-¡Nunca te perdonaré esto! -gritó miley en el ascensor-. ¡No puedes sacarme a la calle en camisón! Vuelve. ¡No te atrevas a ponerme en evidencia!

-No tengo que hacerlo yo, tú sola lo haces muy bien.

Salieron del ascensor y sintió una corriente de aire frío. Una pareja de jubilados que vivía en al apartamento situado bajo el de Fuzz los contemplaba sin poder creer lo que veían sus ojos.

-nick -sollozó ella-. ¿Cómo has podido hacerme esto?

Sin contestarle, nick la dejó sobre el asiento trasero de su Rolls y se instaló a su lado. miley guardó silencio hasta que el sonriente chofer cerró la puerta.

-Has recibido tu merecido -contestó nick mientras extendía sus largas y esbeltas piernas con insolente relajamiento-, así que deja de armar tanto alboroto. Te compraré algo para que te lo pongas.

-¿Y dónde me voy a vestir? -preguntó ella furiosa.

-Ah, mi pequeña pudorosa -dijo nick y levantó el auricular para comunicarse con su chofer.

-Te has vuelto loco -impotente, miley se echó para atrás un mechón que tenía sobre la frente-. ¿Cómo te atreves a decirme que me calle?

-Debí habértelo dicho hace mucho.

El resto de las recriminaciones de ella fueron recibidas en silencio... cuando por fin se quedó sin ánimos, nick se inclinó hacia adelante y abrió el bar para sacar un vaso y un frasco de lo que parecía zumo de naranja fresco.

-Con los saludos de Thompson. Dice que la vitamina C es buena para ti... pero... a mí me parece que no necesitas más energía.

-Él lo dijo por el niño -miley cogió el vaso con mano temblorosa.

-Anoche lo envié a la casa para que tenga todo preparado. Una vez que te encuentres instalada, te sentirás muy a gusto allí. Además, no estaré contigo todo el tiempo.

Su voz sonaba tan fría y falta de interés que a ella los ojos se le llenaron de lágrimas. Claro que no estaría con ella todo el tiempo: viajaría por todo el mundo en compañía de mujeres hermosas y miley se enteraría por los periódicos.

El coche se detuvo y nick salió; al volver, llevaba varios paquetes.

-Podremos detenernos una vez que salgamos de la ciudad.

-No me quedará bien nada -vaticinó ella.

-He ido a una tienda de premamá. Las empleadas fueron muy amables. 

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Buneo hasta aqui les dejo mañana subo maraton de  Átame a ti asi que no se lo perdan