No podía soportar verlo sufrir de aquella manera. Y se odiaba a sí misma por haberlo llevado hasta el borde del abismo.
Sin mirarla siquiera, nivk recogió su ropa y salió de la habitación.
Pasaron varios segundos antes de que miley pudiese moverse. Cuando finalmente consiguió ponerse de pie, abrió la cómoda para sacar algo de ropa y sus ojos se quedaron clavados sobre la caja que contenía los grilletes.
¿Cuántos días más tendrían antes de que lo perdiera para siempre?
Los días siguientes fueron los mejores de la vida de miley. Una vez se acostumbró a la regla que nick impuso, que prohibía los besos y las caricias íntimas e incitantes, desarrollaron una relación agradable que fue casi una sorpresa para ella.
Pasaba los días en el trabajo, almorzaba a menudo con nick y selena, y dedicaba las noches a tumbarse entre sus maravillosos brazos.
Sin embargo, con cada día que pasaba, saber que iba a abandonarla a final del mes la dejaba destrozada.
¿Cómo iba a soportarlo?
Aunque la idea no abandonaba nunca su mente, se negó a pensar en eso constantemente. Viviría el momento y se preocuparía del mañana cuando llegara.
El sábado por la noche quedaron con selena y taylor en Tip’s, en el Barrio Francés. Aunque con bastante más afluencia de turistas que el original Tippitinas’s, era la noche de Zydeco y ella quería que nick escuchara la música que Nueva Orleáns había hecho famosa.
— ¡Eh! —Les dijo selena mientras se aproximaban a la mesa, en el fondo del local—. Empezaba a preguntarme si ibais a dejarnos colgados.
miley se sintió enrojecer al recordar el motivo de su retraso. Algún día de estos aprendería a cerrar la puerta del baño mientras se duchaba…
— Hola nick, mils —les saludó taylor.
miley sonrió al ver la escayola del brazo de taylor que selena había decorado con pintura fluorescente.
nick inclinó la cabeza a modo de saludo mientras retiraba una silla para que miley se sentara y, después, hizo lo propio a su lado. En cuanto apareció el camarero pidieron cervezas y nachos, selena comenzó a seguir el ritmo de la música golpeando la mesa con la mano.
— Vamos, selli—dijo taylor, malhumorado—. Será mejor que bailemos antes de que tenga que matarte por ese ruidito insoportable.
Con una ligera punzada de envidia, miley observó cómo se alejaban.
— ¿Te gustaría bailar? —le preguntó nick.
A ella le encantaba bailar, pero no quería que nick pasara un mal rato. En su mente no había dudas de que él no sabía bailar música moderna. Pero, aún así, fue una invitación muy tierna por su parte.
— No, no pasa nada.
Pero él no la escuchó. Se puso en pie y le tendió la mano.
— Sí, claro que vas a bailar.
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chicas perdon por tan corto capi
aun asi espero y les guste las quieroo
1 comentario:
Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwww!!!
Qe Lindo
Nick!!!
:')
hehehe!!!
loz doz zon tan tiernoz juntoz!!!
hehehhehehe
ezpero el proximo!!!
muaa!!
TqD ManiTaww!!!
xoxoxoxo
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