—Ya, bueno. —Miley se sonrojó al recordar que había dicho que
quería
a Nick—. Nana, un amigo de Rupert y yo estamos preparando un
artículo
sobre el padre de Nick. —Prefirió no decir quién era ese amigo. No
quería
que Sam se preocupara
innecesariamente durante esos
días—. Te lo
contaré cuando regreses.
—Estoy impaciente. —Silvia se rió de algo que hacían las niñas con
su
padre— Tengo que dejarte. Hazme un favor.
—Lo que quieras —respondió Miley sin dudarlo.
—Dile a Nick lo que me has dejado dicho en el contestador. —Colgó
antes de que ella pudiera responder.
Después de dejar a Jack, Nick volvió a su casa solo, y pasó todo
el
camino pensando en cómo hablar con Miley sobre su viaje a
Barcelona.
Gracias a la
experiencia que ella
había adquirido en
Londres y a los
contactos que Nick y Sam tenían en España, seguro que podría
encontrar
con facilidad un buen trabajo a su regreso. Él haría todo lo que
estuviera en
su mano para que así
fuera. Podían seguirse viendo en
vacaciones y los
fines de semana; hoy en
día eso no era ningún problema.
Así, ambos
tendrían tiempo y espacio para darse cuenta de lo que de verdad
sentían.
Sí, eso era lo mejor. Aunque había una pequeña parte de él que
tenía miedo
de que ella se fuera, tenía miedo de perderla. Pero no, eso era
una tontería,
y la alternativa
de que ella se quedara
a vivir con
él era demasiado
peligrosa.
Entró en casa y encontró a Miley leyendo en el sofá.
Dios, cómo iba a añorarla.
—Hola, ya estoy aquí —saludó él, y se acercó para darle un beso.
—Hola. Te he echado de menos. —Ella le rodeó el cuello con los
brazos
—. Me encanta cómo hueles.
—No creo —respondió él sonrojándose—. Estoy todo sudado.
—Ya, por eso. —Ella le recorrió la oreja con la lengua.
—He creado un monstruo —sonrió él—. Suéltame. —Le dio un beso en
la nariz y se apartó—. Voy a ducharme y luego prepararé esos
espaguetis
que tanto te gustan.
Gracias a Miley,
Nick se había
aficionado a cocinar
de vez en
cuando, y su especialidad
—espaguetis con atún y tomate fresco—
era
condigna del mejor restaurante italiano.
—De acuerdo. Pero no creas que vas a librarte de mí tan
fácilmente.
A Miley le encantaba ver cocinar a Nick. Comparado con ella, era
tan meticuloso que parecía que estuviera operando a alguien a vida
o
muerte en vez de estar cortando unos tomates a dados. Como
siempre, la
pasta le quedó buenísima, y durante la comida estuvieron hablando
de lo
que iban a hacer esa noche.
Michael, uno de los mejores amigos de Nick, los había invitado a
una
fiesta para celebrar que él y su nueva novia se iban a vivir
juntos. Todas sus
amistades iban a estar allí, todos excepto Anthony, que había
tenido que
irse a Barcelona pues desde su oficina le habían pedido que se
encargara de
un proyecto en la Ciudad Condal.
—Tenemos que comprar algo —dijo Miley mientras él
empezaba a
recoger los platos—. No podemos presentarnos allí con las manos
vacías.
—Si tú lo dices. Seguro que sabes mucho más que yo de estas cosas
de
protocolo.
—No sé, si tú te fueras a vivir con alguien a una casa nueva, ¿no
te
gustaría que te llevasen un regalo? ¿O algo para la fiesta?
Nick se dio cuenta de que ése era el momento perfecto para sacar
el
tema de la partida de ella.
—Bueno, como yo nunca me iré de este piso —respondió sin darse la
vuelta—. Aquí estoy muy bien, y hay espacio de sobra para uno.
—Era un
cobarde, no se atrevió a decir lo que de verdad quería, y prefirió
salir por la
tangente.
Oyó cómo Miley cogía las copas y se acercaba a él.
—Ya, pero hay gente que es más valiente, y que se atreve a irse a
vivir
con la persona a quien ama —replicó ella, y dejó las copas sucias en la
cocina—. Supongo que Michael es de ésos. —Miley lo miraba sin
inmutarse
—. Voy a salir a comprarles un regalo. ¿Me acompañas?
—¿Te molestaría mucho
ir sola? Fregaré
los platos y
repasaré el
artículo que estoy escribiendo por si este mes tenemos algún
problema.
—No pasa nada. Iré yo sola. —Ella cogió el bolso—. No tardaré. —Le
dio
un beso y se fue.
Ya en la calle, Miley pensó en la extraña conversación que acababa
de
tener con Nick. ¿A qué venía eso de decirle que él no pensaba
mudarse
nunca de aquel piso y que era lo bastante espacioso para una
persona? Ella
le había ofrecido miles de veces irse a un estudio, o alquilar una
habitación
en algún sitio, y él siempre se había negado. Si había cambiado de
opinión,
¿por qué no se lo decía?
Para ella, las últimas semanas habían
sido las
mejores de toda su vida, pero tal vez para él sólo habían sido una
manera
entretenida de pasar el tiempo. No, Nick no era así. Él no había estado
pasando el rato con ella; todos aquellos besos, aquellas
conversaciones, no
se tienen con alguien que no te importa. Lo único que pasaba era que
Nick no estaba acostumbrado a compartir su vida y sus sentimientos
con
nadie, y tenía miedo de que le hicieran daño. Ella lo había sabido
desde el
principio, y aun así había decidido arriesgarse a estar con él. Lo
mejor que
podía hacer era hablar con Nick de una vez por todas; faltaba
menos de
un mes para que se acabara
su contrato en The Whiteboard, y ella se
negaba a creer que su relación fuera a terminar con él.
4 comentarios:
aaaaaaaaaaaaaa ame todos los capitulos fueron geniales ya quiero ver que pasa con el articulooooooooooo
me encanto me encantooooooooo
Ahhh hermoso <3 que encanto!!!! tienes que seguir ya! jajaja
Agradeceria mucho que te unas a mi pag. en FACEBOOK <3 http://www.facebook.com/pages/Niley-es-mejor-que-Nelena/514608218597209?fref=ts <-- gracias hermosa!!!!
oye espere demasiado por esta nove no me dejes asi seguila nna aslo pronto y te extraño vuelve tuuu
te rete amithoo bb y me encantaron ya tenia q no leia tus noves tan sexys y buenotas chee
Publicar un comentario