martes, 15 de marzo de 2011

perfect lover-cap-8

Miley se horrorizó ante la simple idea. Recordaba el día, mucho tiempo atrás, en que se había quedado encerrada accidentalmente en el armario de las herramientas de su padre. La oscuridad era total y no había modo de salir. Aterrorizada, había sentido que se le oprimían los pulmones y que la cabeza empezaba a darle vueltas por el miedo. Chilló y pataleó contra la puerta hasta que tuvo las manos llenas de moratones.

     Finalmente, su madre la escuchó y la ayudó a salir.


     Desde entonces, Miley sentía una ligera claustrofobia debido a la experiencia. No podía imaginarse lo que sería pasar siglos enteros en un lugar así.


     — Es horrible —balbució.


     — Al final te llegas a acostumbrar. Con el tiempo.


     — ¿De verdad? —no estaba muy segura, pero dudaba que fuese cierto.


     Cuando su madre la sacó del armario, descubrió que sólo había estado encerrada media hora; pero a ella le había parecido una eternidad. ¿Qué se sentiría al pasar realmente una eternidad encerrado?


     — ¿Has intentado escapar alguna vez?


     La mirada que le dedicó lo decía todo.


     — ¿Qué sucedió? —preguntó Miley.


     — Obviamente, no tuve suerte.


     Se sentía muy mal por él. Dos mil años encerrado en una cripta tenebrosa. Era un milagro que no se hubiera vuelto loco. Que fuera capaz de sentarse con ella y hablar.


     No era de extrañar que le hubiese pedido comida. Privar a una persona de todos los placeres sensoriales era una tortura cruel y despiadada.


     Y entonces supo que iba a ayudarlo. No sabía muy bien cómo hacerlo, pero tenía que haber algún modo de liberarlo.


     — ¿Y si encontráramos el modo de sacarte de ahí?


     — Te aseguro que no hay ninguno.


     — Eres un tanto pesimista, ¿no?


     La miró divertido.


     — Estar atrapado durante dos mil años tiene ese efecto sobre las personas.


     Miley lo observó mientras acababa la comida, con la mente en ebullición. Su parte más optimista se negaba a escuchar su fatalismo, exactamente igual que la terapeuta que había en ella se negaba a dejarlo marchar sin ayudarlo. Había jurado aliviar el sufrimiento de las personas, y ella se tomaba sus juramentos muy en serio.


     Quien la sigue, la consigue.


     Y aunque tuviese que atravesar océanos o cruzar el mismo infierno, ¡encontraría el modo de liberarlo!


     Mientras tanto, decidió hacer algo que dudaba mucho que alguien hubiese hecho por él antes: iba a encargarse de que disfrutara de su libertad en Nueva Orleáns. Las otras mujeres lo habían mantenido encerrado en los confines de sus dormitorios o de sus vestidores, pero ella no estaba dispuesta a encadenar a nadie.


     — Bien, entonces digamos que esta vez vas a ser tú el que disfrute, tío.


     Él alzó la mirada del cuenco con repentino interés.


     — Voy a ser tu sirvienta — continuó Miley—. Haremos cualquier cosa que se te antoje. Y veremos todo lo que se te ocurra.


     Mientras tomaba un sorbo de vino, curvó los labios en un gesto irónico.


     — Quítate la camisa.


     — ¿Cómo? —preguntó Miley.


     Nick dejó a un lado la copa de vino y la atravesó con una lujuriosa y candente mirada.


     — Has dicho que puedo ver lo que quiera y hacer lo que se me antoje. Bien, pues quiero ver tus pechos desnudos y después quiero pasar la lengua por…

     — ¡Oye grandullón!, ¡relájate! —le dijo Miley con las mejillas ardiendo y el cuerpo abrasado por el deseo—. Creo que vamos a dejar claras unas cuantas reglas que tendrás que cumplir estés aquí. Número uno: nada de eso.

     — ¿Y por qué no?


     Sí, le exigió su cuerpo entre la súplica y el enfado. ¿Por qué no?


     — Porque no soy ninguna gata callejera con el rabo alzado para que cualquier gato venga, me monte y se largue.


3 comentarios:

Niley Obsesiones dijo...

estuvieron muy lindos tus capis!!! espero el o los próximos capis!!!! un beso y pásate por el mio!!!

Cαrσσ'H ♥ dijo...

Waoo la intriga ez grande ezta muy interezanteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!
zube pronto!!!!*
^^

Unknown dijo...

Saris,saris de mi vida, recien me acorde de esta nove acique la voy a leer jejox