jueves, 17 de marzo de 2011

-EL hijo de otra--cap-5

miley bajó la cabeza con tristeza al recordar aquel tiempo.
-¿Se reconciliaron?
-No.
-¿Pero sabe que tiene un hijo?
-lucas estaba demasiado pendiente de su modelo como para preocuparse por lo que me ocurriera a mí después de haber terminado nuestra relación.
-O sea que no se lo dijiste.
«¿Y por qué se lo tendría que haber dicho?», se preguntó miley con amargura.
-Entonces, ¿me estás diciendo que no hay razón para que Maddox se vea envuelto en todo este asunto?
miley negó con la cabeza mientras nick la estudiaba con sus enigmáticos ojos.
-Aquel hombre debía de estar loco.
 ¿Eso había sido un cumplido?
miley se sonrojó al recordar el abandono con el que se había entregado a aquel desconocido que tenía sentado frente de ella y pensó que la debía de considerar una buscona.
Aquella noche de locura y sexo con él no había sido la verdadera miley Talbot.
-¿En qué piensas?
-En lo que van a decir mis padres.
-¿Cuando se enteren de que su nieto no es hijo de lucas Maddox sino mío?
Dicho así, miley se quedó de piedra.
-Tuyo y de Maite -le recordó.
-Sí.
miley recordó a aquella mujer elegante y guapa con la que nick se había casado y que había muerto a las pocas horas de dar a luz y no quiso ni imaginarse lo que nick estaría pasando al enterarse de que el hijo que creía suyo no lo era.
De repente, al pensar en aquel niño que era suyo, tuvo una necesidad imperiosa de verlo.
-A mi madre tampoco le ha resultado fácil.
 ¿Su madre? De repente miley se dio cuenta deque aquello iba a afectar a muchas más personas de lo que ella había creído en un primer momento.
-¿Y los padres de Maite?
-Era huérfana.
-Ah. ¿Y tu madre? Me estabas diciendo que...
-Está muy preocupada y disgustada, como era de esperar. Quiere a Jack con locura porque es su único nieto. Me ha ayudado mucho y se ha quedado un montón de noches con él cuando yo no he podido. Me ha suplicado que no lo entregue.
-¿Y tú? -le preguntó miley con miedo.
-Ya te dije ayer que yo sólo quiero lo mejor para los dos niños, así que nuestros sentimientos y nuestras necesidades no deberían siquiera importar.
 ¿Y qué era lo mejor para nick? ¿Arrancar a cada niño de la familia y el hogar en el que había crecido y dárselo a su familia biológica?
-Tengo que ir a recoger a Sean -anunció miley poniéndose en pie.
-Te acompaño -contestó nick poniéndose en pie también.
-¡No!
-¡Sí! Tengo la silla de Jack puesta en el coche, así que no hay nada más que hablar.
-Desde luego, eres una caja de sorpresas -le dijo demi al verla aparecer con nick-. Así que consiguió encontrarla -añadió mirándolo a él.
-Sí, gracias por tu ayuda, demi.
-De nada -contestó su amiga con calculado énfasis mirando a miley, advirtiéndole con la mirada que no cometiera ningún error.
-¿Qué tal está Sean? -preguntó miley sintiendo unas enormes ganas de verlo.
-Muy bien, como de costumbre -contestó demi.
Al oír unos pasitos por el pasillo y ver una cabecita de pelo castaño que asomaba por detrás de su amiga, miley no pudo evitar sonreír.
Al ver al hombre que estaba con su madre, el pequeño se paró en seco.
-Tú debes de ser Sean -dijo nick poniéndose en cuclillas frente a él

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