-EL hijo de otra--cap-23

-¿Quién ha pillado a quién ahora?
Nerviosa y con la respiración entrecortada por tenerlo encima, a miley sólo se le ocurrió pensar en algo prosaico.
-¡La cámara!
-A la cámara no le ha pasado nada -le aseguró nick agarrándole las muñecas sobre la cabeza con una mano y enseñándole la cámara con la otra-. ¿Qué pretendes hacer? ¿Convertirme en protagonista de tu preciosa imaginación?
-¡Más quisieras tú! -se rió miley.
-¿De verdad? -sonrió nick apretándose contra ella-. Por si acaso, te voy a dar algo que te inspire.
miley no pudo evitar que la besara y la verdad es que no quería hacerlo. En cuanto nick le soltó las muñecas, le pasó los brazos por el cuello y se arqueó contra él en señal de absoluta rendición.
¡Cuánto lo deseaba!
Sus cuerpos se apretaban con fuerza y miley sintió su potente erección entre las piernas mientras nick la besaba con pasión en la boca y en el cuello.
-No deberíamos hacer esto hasta que nos hayamos casado -dijo nick apartándose.
Así que seguía con aquella idea en la cabeza. miley tomó aire y se incorporó.
-Se supone que es la chica la que suele decir eso -comentó nerviosa.
No quería precipitarse y anunciar un compromiso de matrimonio porque todavía recordaba el fracaso del primero.
-Sabes a lo que me refiero -contestó nick con impaciencia-. Hay asuntos muy importantes en juego, asuntos que te cambian la vida, tenemos que saber hacia dónde queremos ir para poder decidir qué queremos hacer.

Le había dicho lo mismo la mañana en la que había llegado la carta con los resultados de las pruebas de ADN que le confirmaban que Sean era su hijo.
Suyo y de Maite
-Sólo hay una solución, miley -le había dicho nick aquel día en el jardín-. Desde mi punto de vista, no hay necesidad de que ninguno de nosotros pierda a su hijo, pero estoy seguro de que te das cuenta de que yo quiero a Sean tanto como tú.
miley recapacitó ahora y se dio cuenta que nick estaría dispuesto a luchar por su custodia ante los tribunales. No se lo había dicho, pero era obvio.
nick quería a Jack, pero Sean era parte de la mujer con la que se había casado, era su hijo biológico y su heredero y la sangre importaba mucho.
-Quieres que nos cambiemos a los niños, ¿verdad? -le preguntó con dolor.
-No -contestó nick mirando a una pareja que paseaba agarrada de la mano y feliz-. Eso es precisamente lo que quiero evitar.
-Pero lo harías, ¿verdad? Si no me casara contigo, lo harías...
nick tomó aire y se puso en pie.
-¿Quién sabe de lo que seríamos capaces de hacer cualquiera de los dos?

Durante los siguientes días, se comportaron como si una barrera hubiera aparecido entre ellos, una tensión que no sólo provenía de la negativa de miley a casarse sino también de la atracción física entre ellos, que cada vez era más fuerte.
En la pequeña casa de campo, aquella electricidad se apoderaba del ambiente siempre que coincidían en la misma habitación.
Sin embargo, en el tiempo en el que nick se iba a trabajar en el complejo que su empresa estaba construyendo en la costa y Mayra se encargaba de los niños, miley pudo pintar dos acuarelas enteras.
Una de ellas era un florero repleto de amapolas rojas con la ventana de la cocina al fondo y la otra, pintada de memoria, representada a un herrerillo común que miley había visto bebiendo en una vieja fuente junto al camino.

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este va dedicado para MRC' Love grax por siempre cometar