jueves, 17 de marzo de 2011

-EL hijo de otra--cap-6


miley los observó y se dio cuenta de que el parecido era innegable. Oyó que nick le decía algo más al niño y comprendió el increíble esfuerzo que estaba haciendo. El niño se escondió tímidamente detrás de demi.
-No pasa nada, Sean -le aseguró miley.
Entonces, el niño se atrevió a mirar a aquel adulto nuevo con curiosidad.
-¡Gato! ¡Pez! -exclamó muy orgulloso-. ¡Gato!¡Pez!
-¿Gato pez? -sonrió nick.
-Kat pez -repitió Sean impaciente.
miley sonrió al darse cuenta de que se refería al pulpo que demi le había dibujado en el biberón.
-¡Es horroroso, demi! -se rió.
-Claro que no -sonrió demi-. Es un pequeño y bonito pulpo -añadió moviendo los brazos como si persiguiera al niño por el pasillo-. Sólo es un pez que te captura y, luego, te tira ¿verdad, Seanie?
Era un juego de niños, pero miley se dio cuenta de cómo la miraba nick y, mortificada, comprendió que él también había entendido lo que quería decir su amiga.

nick los llevó a casa en silencio y Sean se quedó dormido.
-Perdona por lo de demi. A veces es muy directa.
-¿Qué le has contado sobre nosotros? ¿Todos los detalles?
-¡Claro que no! -contestó miley sonrojándose-. Lo adivinó, se dio cuenta, como todo el mundo.
-¿Todo el mundo se dio cuenta de que me llevé a la cama a una novia abandonada y luego la dejé yo también exactamente igual que Maddox?
No, exactamente igual que Maddox, no. La diferencia era que nicolas Cadman no le había hecho absolutamente ninguna promesa, sólo le había ofrecido una noche loca y gloriosa, y miley sabía que estaba jugando a algo peligroso cuando lo acompañó a su habitación, era perfectamente consciente de lo que estaba haciendo a pesar de que había bebido un poco aquella noche.
Había sido el propio nick quien había sugerido parar aquello y, cuando había intentado irse diciendo que prefería no jugar con mujeres despechadas, miley le había suplicado que no se fuera.
miley se sonrojó al recordarlo, pero no pudo evitar sentir una fuerte punzada de deseo.
-demi es amiga mía -se defendió miley-. Se preocupa por mí... ¡supongo que ahora me vas a decir que no te gusta que llame a mi hijo Seanie!
nick tomó aire y la miró.
-Esto está siendo muy duro y los dos estamos mal, así que creo que será mejor que no discutamos -le dijo-. Si lo hacemos civilizadamente, todo será mucho más fácil.
miley asintió.

Al llegar a su casa, se bajó rápidamente del coche para sacar a su hijo de aquella silla a la que no estaba acostumbrado. Sean estaba completamente dormido.
-Déjame a mí -dijo nick al ver que ella no podía soltarlo.
A continuación, se inclinó sobre el niño y lo soltó en un segundo.
-¿Puedo? -le preguntó.
miley tragó saliva.
Algún día iba a tener que llegar aquel momento, ¿no?
nick tomó al niño en brazos y, al ver la emoción de su rostro, a miley se le hizo un nudo en la garganta.
¿En qué estaría pensando? ¿Qué estaría sintiendo? ¿Qué buscaba en Sean? ¿Algo que le recordara a la mujer a la que había amado? ¿Se habría planteado ya, como había hecho ella, que aquella nariz era suya? ¿Se habría dado cuenta deque aquel pelo castaño era el de su mujer y no el de ella ni el de lucas?
miley  sintió miedo, sintió vértigo porque iba a perder lo único que le importaba en la vida. En cuanto entraron a casa, lo tomó en brazos.
Tras acostarlo, dio de comer a Bouncer y se reunió con nick en el salón.
-Me gustan mucho, son muy buenos -le dijo admirando sus cuadros.
-Gracias -contestó miley sin demasiado énfasis.
-Estaba pensando en que tendrás que conocer a Jack.
-¡No! -contestó miley presa del pánico-. No puedo hacerlo todavía -añadió temblorosa-.No estoy preparada.
Por una parte, quería conocer a su hijo biológico, ver cómo era, pero sabía que de momento aquel encuentro resultaría demasiado traumático.

No hay comentarios: