jueves, 17 de marzo de 2011

-EL hijo de otra--cap-8

miley, que había bebido unas cuantas copas de vino, se excusó y fue hacia la barra.
-Hola -la saludó nick
miley sonrió radiante.
-¿Qué ha pasado con tu amigo? -quiso saber el gran jefe sin mirar en dirección a lucas.
-Los amigos van y vienen -contestó miley agarrando la copa con fuerza.
-¿Y los compañeros de cama?
miley  tragó saliva y miró de reojo a lucas, que la miraba sorprendido.
-¿Y usted, señor Cadman...? 
-nick.
-nick ¿Tú tienes pareja?
-Yo estoy tal y como me ves ahora mismo, pero no sé muy bien sitú...
-¿Por qué lo dices?
nick miró a lucas y a su novia, que estaban bailando.
-Ya se dará cuenta de que es un lobo con piel de cordero -comentó miley angustiada.
-¿Y crees que yo no lo soy? mileye lo miró sorprendida.
-¿Lo eres? -le dijo atrevida.
-¿Sabes una cosa?
-¿Qué?
-Creo que has bebido demasiado -le dijo nick quitándole la copa de vino y dejándola en la barra.
-No, de eso nada -contestó miley sinceramente.
Lo cierto era que aquélla era sólo su tercera copa de vino, pero no había comido nada últimamente porque el dolor se lo impedía y el alcohol la estaba afectando más de lo normal.
-¿Ah, no? –sonrió nick-. Muy bien. ¿Por qué no me hablas de miley Talbot?
miley se sorprendió de que recordara de su nombre. Aquello la hizo estremecerse y pensar que aquel hombre era peligroso.
-Qué aburrimiento -contestó arrugando la nariz-. Yo prefiero que hablemos de ti.
-¿Ah, sí? –dijo nick encogiéndose de hombros-. Está bien. Tengo treinta años, mido un metro noventa , soy de difícil convivencia y me han echado en cara muchas veces que tengo mal carácter. Además, jamás seduzco a mujeres despechadas.
-Muy loable -contestó miley sin parar de sonreír.
-¿Bailamos?
miley asintió y nick la guió a la pequeña pista de baile donde lucas y taylor se miraban acaramelados.
Cuando se vio entre sus brazos, miley se preguntó a qué estaba jugando, pero se dijo que daba igual mientras consiguiera mantener la dignidad de cara a los demás.
Sin embargo, el esfuerzo de hacer ver que lo que estaba sucediendo a sus espaldas no le importaba le estaba dando dolor de cabeza y la estaba dejando sin fuerzas. Detrás de ellos, lucasy su novia se devoraban a besos.
Sin poderlo evitar, bostezó y apoyó la frente en el hombro de nick.
-Vamos.
nick la llevó a su habitación para que descansara, la tumbó en la cama, se quitó la chaqueta y la corbata, se sentó a su lado y le preguntó si se encontraba bien.
miley lo había besado entonces tentativamente y, cuando nick había querido levantarse, lo había agarrado de la camisa como un náufrago se agarra a un trozo de madera y le había implorado que se quedara a su lado.
Cuando quiso darse cuenta de a dónde la habían llevado sus palabras, ya estaba metida de lleno en un torbellino de pasión que no fue capaz de parar. Para empezar, porque no quiso.
A la mañana siguiente, abandonó la habitación de nick cuando él todavía dormía, se fue a casa, hizo las maletas, llamó a su jefe para decirle que dejaba el trabajo y se fue a la Provenza francesa.
Dos meses después, cuando volvió, demi le dijo que ncolas se había casado. No lo había vuelto a ver hasta ahora.
¡Qué humillación! Se había acostado con ella, pero se había casado con otra. Claro que ella misma se lo había buscado.
«¡Pero no me va a quitar a Sean!», decidió marcando el número de sus padres en Nueva Zelanda.

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