Miley lo estudió con dolorosa intensidad.
-No quiero castigarte, quiero comprobar que no eres ese hombre... ese ser cruel que me trató con desprecio, que me insultó, que se negó a escucharme -dijo por fin.
-Pero nuestra relación era estupenda...
-Sí, claro. Pero cuando cometí el error de recordarte que llevábamos dos años juntos, no te apeteció celebrarlo -le recordó ella-. Entonces no querías ningún compromiso conmigo...
-¡Todo ha cambiado desde entonces! -exclamó nick, con los dientes apretados.
-Sí, claro que ha cambiado. Ha cambiado lo que pienso de ti. Además, no tienes que casarte conmigo porque esté embarazada.
-¿Y cómo vas a subsistir sin mí?
-Llevo mucho tiempo subsistiendo sin ti -contestó miley.
-¿Piensas criar sola a mi hijo?
-¿Quieres decir que, si no me caso contigo, no harás frente a tus obligaciones como padre?
Nick dejó escapar un suspiro.
-Sólo un canalla haría eso -murmuró, tomando su mano-. Una vez te hice feliz, miley... puedo hacerlo otra vez.
-Quizá, pero...
Impaciente, nick la tomó por los hombros.
-¡Intenta encontrar este fuego con otro hombre! -exclamó, inclinando su arrogante cabeza para buscar sus labios. Pero no la besó con violencia, sino con ternura, con una ternura contenida y trémula que casi la emocionó.
Cuando se apartó, miley ya estaba temblando. Conocía las cualidades de aquel hombre, y tenía muchas, pero también conocía sus defectos. Y antes de comprometerse a una vida con él debía estar muy segura de que iba a cambiar.
-No voy a casarme contigo, nicolas. No hasta que me demuestres lo que debes demostrar.
Él frunció el ceño, inseguro. Sus planes se habían venido abajo. Se sentía desorientado, vacío, fracasado.
¿Habría ido demasiado aprisa? Él siempre iba deprisa, tomando decisiones a la velocidad del rayo... pero miley no era así. Ella era mucho más reflexiva. Y una vez confió en su buen juicio... una vez, antes de que se convirtiera en un energúmeno.
Por primera vez, nick entendió el daño que le había hecho. Era lógico que miley no quisiera confiar en él.
Había puesto más esfuerzo en el marketing de aquella casa que en el de sí mismo. Pero, después de reconocer el problema, vio la solución y diseñó una nueva estrategia.
La sensación de estar desorientado desapareció. Sólo tenía que demostrarle que sería un marido perfecto y un padre fantástico.
-Compraré la casa esta misma tarde -le dijo con una de sus carismáticas sonrisas-. Puedes vivir aquí si quieres. Yo seguiré en mi dúplex de Londres.
-¿Qué?
-Te propongo un trato... como amigos. Tú puedes vivir aquí, con nuestro hijo. Y yo prometo no exigir nada a cambio.
Miley se lo pensó un momento.
-¿Por qué?
-Porque vas a tener un hijo mío, pedi mu. Quiero saber que estás bien, que eres feliz... y sé que esta casa te haría feliz.
No, no puedes mirar eso -dijo nick seis semanas después, quitándole un periódico de las manos.
miley había decidido aceptar su invitación e instalarse en la casa. Tenía su propio estudio y nick iba a visitarla casi todos los días. Su relación se había convertido en una buena amistad y empezaba a ver cambios... cambios que la alegraban profundamente.
-¿Por qué no puedo verlo?
-Porque han publicado algo sobre nosotros... no quiero que leas esa basura -contestó él.
Miley levantó la mano.
-Dámelo.
-No.
-Dame el periódico, nick. Yo leo lo que me parece.
-Estás embarazada y mi obligación es cuidar de ti. No quiero que nada te moleste.
-Muy bien. Iré al pueblo y compraré otro ejemplar.
-Se supone que debes descansar -protestó nick.
-Dame el periódico -sonrió miley.
Suspirando, él obedeció.
-Muy bien. Pero esto es chantaje.
-Lo sé.
estaba cansada, últimamente siempre estaba cansada, pero no le gustaba sentirse inútil. Y, sobre todo, no le gustaba que le dijeran qué podía leer y qué no. El ginecólogo le había dicho que ese cansancio podría ser motivo de preocupación, de modo que intentaba tomárselo todo con calma...
Pero cuando vio la fotografía en el periódico, una fotografía bastante cruel en la que aparecía gordísima, miley dejó escapar un gemido. Había sido tomada dos días antes, en Londres, mientras salían de un restaurante con el abuelo de nick, paul. Un hombre encantador que, aunque había dejado bien claro que él hubiese preferido que se casaran, se mostró encantado con la idea de tener un nuevo bisnieto.
-¡Oh, no, no, no!
«¿Qué tiene de malo mi nieto para que no quieras casarte con él?», le había preguntado paul.
Y esa frase aparecía reflejada, literalmente, en el artículo. Alguien debió haber oído a paul en el restaurante y le pasó la noticia al periodista. El artículo llevaba por titular: Costurera rehúsa casarse con un JONAS.
En el artículo daban el nombre de todas las novias de nick, sugiriendo que ninguna había querido casarse con él por su fama de mujeriego.
-A mi abuelo le va a encantar -sonrió él-. Le encanta ver su nombre en los periódicos.
-Pero salgo horrible...
Nicko puso una mano sobre su vientre.
-Estás guapísima. Pareces un melocotón, pedi mu.
-¿Gorda como un melocotón? -rió ella-. ¿No te molesta que todo el mundo sepa que no quiero casarme contigo?
-No, en absoluto. Y cuando conozcas al resto de mis parientes este fin de semana entenderás por qué. Yo seré el ídolo porque he intentado poner un anillo en tu dedo y tú...
-Yo seré la bruja mala por decir que no.
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bueno chicaas espero y les guste
amm.. este es el penultimo capitulo
el proximoo sera el final :(
pero luego comensare otra :)
bueno este capi va dedicado a todas las
lectoras♥♥♥
cuidence y bss
y graxias por sus liindos comentarios
estoy de acuerdo contigoo luuciii
y contigo You're biggest fans
3 comentarios:
Owwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww!!!
Qe Bonni!!
Zigela pronto!!
:)
WOW!!! ya kiiero lo demas jeje
wow jejeje me encanto
ya quiero ver el siguiente
no te tardes mucho en subirlo
jejeje
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