martes, 29 de marzo de 2011

perfect lover-cap-32

— Estaré cerca por si me necesitas. Sólo tienes que llamarme; por mi nombre, nada de Cupido. Y por favor, deja eso de «bastardo inútil», ¡joder! —le miró con una sonrisa presuntuosa—. Debería haber sabido que eras tú.
nick no dijo nada mientras recordaba lo que había sucedido la última vez que tomó la palabra de su hermano, y le pidió ayuda.
Cupido se levantó, miró a miley y a selena, y sonrió a nick.
— Buena suerte con tu intento de obtener la libertad. Que la fuerza de Ares y la sabiduría de Atenea te guíen.
— Y que Hades se encargue de asar tu vieja alma.
Cupido lanzó una carcajada.

— Demasiado tarde. Lo hizo cuando sólo tenía trescientos años y no fue tan horrible. Nos vemos, hermanito.
NICK no habló mientras Cupido se abría camino hacia la puerta de salida, como cualquier ser humano normal. La camarera les trajo el pedido y él cogió la extraña comida, consistente en un trozo de carne metido en dos rebanadas de pan; pero en realidad no tenía mucha hambre. Había perdido el apetito.
MILEY cubrió la carne con una cosa roja, la tapó con el pan y le dio un bocado. SELENA picoteaba de una ensalada aderezada con la misma salsa.
Alzando la mirada, miley se dio cuenta del ceño con que nick la observaba mientras comía. Parecía aún más preocupado que antes, y tenía la mandíbula tan tensa que se veía que estaba apretando con fuerza los dientes.
— ¿Qué te ocurre? —le preguntó.
Él entrecerró los ojos suspicazmente.
— ¿Estás dispuesta realmente a hacer lo que Eros ha dicho?
miley dejó la hamburguesa en el plato y se limpió la boca con la servilleta. En realidad, no le gustaba mucho la idea de que nick usase su cuerpo para obtener la libertad. Sería una relación de una sola noche, sin compromisos ni promesas.
nick se iría en cuanto acabase con ella. No tenía ninguna duda al respecto.
¿Por qué iba a querer quedarse junto a ella un hombre como él, que bien podía tener a cualquier mujer de la tierra comiendo de su mano?
Aun así, no podía condenarlo a seguir viviendo eternamente en un libro. No cuando ella era la llave para liberarlo.
— Cuéntame una cosa —dijo miley en voz baja—; quiero saber cómo acabaste metido en el libro; la historia completa. Y qué le ocurrió a tu esposa.
No lo habría creído posible, pero la mandíbula de nick se tensó aún más. Estaba intentado esconderse de nuevo.
Pero ella se negó a que huyera. Ya era hora de que entendiera por qué le preocupaba el hecho de acostarse con él.
— nick, me estás pidiendo mucho. No tengo demasiada experiencia con los hombres.
Él frunció el ceño.
— ¿Eres virgen?
— Ojalá —balbució miley.
Zac vio el dolor en sus ojos mientras le contestaba en un murmullo. Avergonzada, ella miró al suelo.
¡No!
, rugió su mente. No era posible que hubiese sufrido lo que estaba imaginando. Una inesperada furia se despertó en su interior ante la mera posibilidad.
— ¿Te han violado?
— No —susurró ella—. No… exactamente.
La confusión disipó la ira de nick.
— Entonces, ¿qué quieres decir?
— Era joven y estúpida —continuó ella muy despacio.
— El muy cerdo se aprovechó de que sus padres acababan de morir y de que ella estaba muy mal —le contó selena con voz áspera—. Era uno de esos sucios embusteros que te sueltan lo de «sólo quiero cuidarte», para aprovecharse y después salir corriendo una vez que lo consiguen.
— ¿Te hizo daño? —le preguntó nick..
miley asintió.

Una nueva oleada de furia lo asaltó. No sabía muy bien por qué le importaba tanto lo que pudiera sucederle a Nessa, pero por alguna razón que no acababa de comprender, así era. Y quería vengarse en su nombre. Vio cómo le temblaba la mano, se la cubrió con la suya, y comenzó a acariciarle suavemente los nudillos con el pulgar.
— Sólo lo hice una vez —confesó miley en un murmullo—. Ya sé que la primera vez duele, pero no sabía que fuese así. Y el daño físico no fue el peor; lo más horrible fue el hecho de que no pareció importarle nada mi sufrimiento. Me sentí como si sólo estuviese allí para complacerle, como si ni siquiera fuese una persona.

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