nick se apartó de los labios de miley
con un gruñido y alzó la sábana con rapidez para taparlos a ambos con ella.
miley la apretó con fuerza a la altura
de la barbilla.
— Atenea —dijo nick—, ¿piensas seguir
interrumpiéndonos?
La diosa no parecía avergonzada en lo
más mínimo mientras se aproximaba a la cama. Llevaba una caja dorada en las
manos.
— Bueno, es que se me ha olvidado daros
una cosa.
— ¿Qué? —preguntaron al unísono con
suma irritación.
Antes de que Atenea pudiese contestar,
apareció Afrodita.
— Ya lo tengo —le dijo a Atenea antes
de quitarle la caja de las manos.
Atenea se desvaneció.
Afrodita se acercó a la cama, dejó la
caja al lado de nick y la abrió.
— Si vas a quedarte en esta época,
necesitarás varias cosas: un certificado de nacimiento, un pasaporte, un
permiso de residencia… —Afrodita miró la tarjeta verde y frunció el ceño— No,
espera, esto no lo necesitas. —Y entonces miró a miley—. ¿O sí?
— No, señora.
Afrodita sonrió mientras la tarjeta se
evaporaba.
— También hay un carné de conducir
pero, si aceptas un consejo maternal, deja que sea miley quien se encargue del
coche. No te lo tomes a mal, pero eres un completo desastre al volante. —Y
suspiró—. Es una pena que no tengamos un dios para esas cuestiones. Pero qué se
le va a hacer. —Cerró la caja y se la ofreció a su hijo—. Aquí tienes; puedes
echarle un vistazo luego.
Cuando Afrodita comenzaba a alejarse, Nick
se incorporó en la cama y la cogió de la mano.
— Gracias por todo, madre.
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espero q les guste amores mioo capi dedikado amii madree mimi me gusta decirle ashii aww q obedienthee ija tiene verdad awww la amooooooo un besote enorme para todaaas y esperooo q les guste el mini maraton
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