La diosa lo miró con los ojos llenos de
lágrimas y le dio unas palmaditas en la mano.
— Siento muchísimo no haberme enterado
de lo que les ocurrió a tus hijos hasta que fue demasiado tarde. No tienes idea
de lo mucho que me arrepiento de no haberlo descubierto hasta después de que
Tánatos reclamara sus almas.
nick le dio un apretón cariñoso.
— ¿Me llamarás si necesitas cualquier
cosa? —preguntó la diosa.
— Te llamaré aunque no necesite nada.
Afrodita se llevó la mano de nick a los
labios y la besó mientras sus ojos se clavaban en miley para, de inmediato,
volver de nuevo a su hijo.
— Quiero seis nietos. Como mínimo.
— ¡Eh! —exclamó miley sacando de la
caja un título universitario—. ¿Le has dado un título de Licenciado en Historia
Antigua? ¿Y de Harvard?
Afrodita asintió con la cabeza.
— También hay uno de Lengua y Cultura
Clásicas. —Miró a nick—. No estaba segura de lo que querrías hacer, por eso he
dejado que seas tú quien elija.
— ¿Podemos usarlos de verdad? —preguntó
miley.
— Claro que sí. Si miras un poco más
abajo encontrarás su certificado de notas.
miley lo hizo y al mirarlo jadeó.
— No es justo, ¡sólo hay matrículas de
honor!
— Por supuesto —rezongó Afrodita, un
poco indignada—. Mi hijo jamás será un segundón. —Sonrió—. No me molesté en
hacer un certificado de matrimonio. Supuse que querríais encargaros de eso
personalmente. Y tan pronto como nick decida cuál será su apellido, aparecerá
en todos los documentos. —La diosa rebuscó bajo los papeles y sacó una libreta
bancaria—. Por cierto, he convertido el dinero que tenías en Macedonia en
dólares para que puedas usarlo aquí.
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