viernes, 25 de noviembre de 2011

Amor de dioses-niley-capi-20




Le llevó tres días, pero miley finalmente localizó la casa de nick, una extensa propiedad en el Olimpo. La cantidad de riqueza que habría necesitado para adquirir tal lugar la dejaba asombrada. Pero entonces él habría considerado que cada centavo gastado valía la pena. Después de vivir en una celda diminuta durante miles de años, probablemente habría querido cada milímetro de espacio que pudiera conseguir. Y cada comodidad.
Había una piscina de natación, más de treinta habitaciones, dos escaleras de caracol de mármol y cuatro hogares, y todas las paredes estaban hechas de oro sólido. Sin embargo, nada de eso le interesaba. Sólo su habitación.
Allí descubrió más acerca del hombre que la había alejado. Un hombre que no habría arriesgado todo esto sólo para evitar ver su rostro, como había declarado. Un hombre que no habría arriesgado la vida por otra cosa que no fuera amor.
Era dueño de una cama gigante, la cual cubría con sábanas de seda negra. Las paredes estaban pintadas con murales del sol y el cielo, y los muebles olían a rica caoba. Había varios estantes de libros, cada uno lleno de ejemplares con tapas de cuero. Almohadas bordadas con cuentas estaban estratégicamente ubicadas a lo largo del suelo. Lugares donde recostarse a leer, suponía.
No obstante, lo que retuvo su atención, fue el retrato que colgaba sobre el hogar. Un retrato de ella.
Debió haberlo mandado a pintar después de su estadía en la tienda, pues estaba reclinada en una bañera de porcelana, con burbujas resbalando sobre los hombros y pechos, y el cabello empapado. Se habría visto tan simple y femenina como siempre, excepto que había hecho que el artista agregara una luz sensual en los ojos oscuros y una sonrisa de “atrápame si puedes” en los labios.
Finalmente sabía como la veía. Como alguien hermosa. Valioso.
Sólo un hombre enamorado haría tal cosa. Sólo un hombre enamorado mantendría tal cosa en un lugar tan predominante. Solo un hombre enamorado querría ver el retrato de una mujer cada noche antes de dormir y luego despertar viendo lo mismo.
Oh, sí. La amaba.
Allá, fuera del Tártaro, había pensado, esperado que lo hiciera, pero dejó que las palabras dañaran su siempre baja autoestima. ¿Cómo podría quererla un hombre tan hermoso y sensual? Se preguntaba. Pero lo hacía. La amaba. La prueba: había arriesgado todo por ella.
No podía hacer menos por él.
Cruzó a grandes zancadas el dormitorio, sabiendo que su amante tendría un baúl con armas metido en alguna parte y sabiendo exactamente que hacer con ellas.


 nick no tuvo celda propia, al principio no. Aún sangrando y desesperado, luchando, había sido metido a una celda con Erebos. Por supuesto que lo habían elegido a él como su compañero de celda, pensó, con la rabia inundándolo. Un hombre que una vez había pensado en reclamar a su miley. Un hombre que después le había robado la comida y la había llamado con nombres terribles.
Había visto como ocurría en varias ocasiones. No había hecho nada por ello entonces, diciéndose que ella se merecía lo que le ocurriera, pero había querido hacerlo. Y no había mejor momento que el presente.
Incluso con la fuerza disminuida por el collar y la mitad de la sangre seca sobre el pecho, incluso con las heridas goteando, abriéndose con cada movimiento que hacía, nick se las arregló para derrotar a Erebos en tiempo record. Golpeó, pateó, no peleó limpio, dándole un rodillazo al dios en sus partes mientras estaba caído. Al final, un roto y ensangrentado Erebos yacía llorando en el sucio suelo, junto con todos los que habían tratado de salvarlo.
Fue entonces cuando trasladaron a nick a la celda vacía que había ocupado miley. Tirado sobre el catre, se dedicó simplemente a respirar la esencia de miley, que perduraba. Su dulce, dulce miley. Tendría que pasar la eternidad sin ella. Incluso sin su marca. Una vez más, rugió.
¿Que estaría haciendo ahora? Si buscaba consuelo en brazos de otro hombre, aunque fuera en los años venideros, tiraría abajo la prisión piedra por piedra y mataría al bastardo. Sí, como no. La alejaste de ti para que hiciera justamente eso. Quieres que sea feliz.
—¿Qué significa todo ese jaleo? En serio.
Dioses, ahora hasta escuchaba su voz. Llevaba sólo dos días encerrado y ya se estaba volviendo loco.
Los barrotes vibraron, se abrieron. Rodó sobre su costado, decidido a echar a quien fuera. Cuando captó la imagen de su adorada miley, pestañeó. Oh, sí, de hecho se estaba volviendo loco. Estaba parada ante él, envuelta en un top y pantalones de cuero negro. El cabello estirado hacia atrás, en una simple cola de caballo. Tenía salpicaduras de sangre en las mejillas. Nunca se había visto más hermosa. Su fortaleza estaba allí, a la vista de todos.
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espero que les guste neniix y hellop como estan espero que bien que digo bien exelente aww q cree :( ya solo quedan dos capis como les dije esta nove es muy corta pero que cren ya viene mas novelas aww shiiipiriliin mas ms mas y mas hahahas y esta sera con jenis o shii  :) hahah asi que el final de esta nove talves lo suba mmm aww aquien engaño noshep ehh tenido una semana de lokos pero les prometo q se los subo cuando jens suba el final de su nove asi que a esperar o a presionar a jenis las quiero nenas cuidense besotes muackis

v&s
a&c

2 comentarios:

V y J dijo...

LIKE! <3
queremos el proximo cap!
no demores en publicar
BESOS :K
VALERY Y JIME

Luna&Mimi dijo...

nnooooooooooo!!!!!!
como lo dejas asiiiii!!!
no se kien rayos sea JENIS pero que suba pronto el final de su nove.....
:( todo sea por la buena salud mia por que sino subes me dara un infarto
jajjajjajajajj.........
¬¬ es enserio!!