martes, 27 de noviembre de 2012

Soul Love, At Night The Sky is Perfect - Capitulo 5


Sarah se había establecido en la cama como una de las heroínas
románticas en un drama histórico. Sus ojos estaban enrojecidos de tanto
llorar. Ella se sonó la nariz y dijo:

- Lo siento por no haber ido a la tienda. No tenía fuerzas.

- Tú bien que podías haberme avisado... Luego lo pensé mejor: el teléfono
había sido cortado y yo estaba siendo tan aburrida y maleducada según
Mamá en sus peores días. Sarah me dio una sonrisa y dijo que pediría que
activaran el teléfono al siguiente día.

- Tampoco pude encender el ordenador - dije. Los ojos de Sarah se
volvieron a oscurecer:

- Kai tiene un truco para encenderla—. Cambie rápidamente de tema:

- ¿Has comido?

Sarah dijo que no. De camino a casa, comí lo que Ava había enviado,
entonces prepare rápidamente un Spaghetti con la mitad de una lata de
atún. No era una delicia, pero no había nada a parte de cosas para el gato.
Tallulah se comió la mayoría de mi parte.

Después de esa Comida sin gracia, tome un poco del dinero que mamá
dejo con Sarah y fui a la tienda de comestibles en Pequeño Netherby, a
menos de 1 km, de camino hacia Gran Netherby.

En el camino, hice una nota mental de que al día siguiente que le
preguntara a Julio para que hablara de Pequeño y Gran Netherby.  Él debe saber toda la historia local. Me imagino que se haría cargo de la tienda de
nuevo, estaba claro que Sarah no era capaz de volver a pararse.
  Mamá encontraría ridículo ver que me ofrezco para trabajar, cocinar, hacer
las compras. El recuerdo de mi madre me despertó un sentimiento de
culpa, seguido de una ola de nostalgia. Había una cabina telefónica en
frente del mercado. Tal vez una llamada telefónica acabase con aquel clima
¨sin palabras¨qué transformo gran parte de la última semana en un
infierno.

La caseta estaba vacía. No había papeles o tarjetas, o envoltorios, ni
cartones telefónicos usados tirados en el suelo. No sé por qué, pero de
repente me encontré marcando primero el número de Mía.  Su madre
respondió.

- ¿Eres tú, Miley?

- Sí, señora. Andrews. Estoy llamando para hablar con Mía.

Los padres de Mía eran banqueros. Salían de la casa todos los días a las
seis de la mañana y por lo general regresaban a las diez de la noche,
después de las frecuentes cenas de negocios. Mía tenia ama de llaves,
profesor de matemáticas, empleados, mucho dinero... y a mí, para hacerle
compañía. Hubo una larga pausa. Luego dijo:

- Mía se encuentra en la casa de los Worth tomando clases privadas con el
profesor de francés de Becky—.Pensé: Mía debe estar amando eso. Ella
decía, que Rebecca Worth, era una metiche a lo bestia.La Madre de Mía
suspiró y dijo:

- No me gusta, ni un poco, esta situación de ti y Mía siendo amigas. Mi
hija no se relaciona con gente problemática. ¡Ella tiene un futuro brillante!
Y colgó—.Maldije mentalmente: Tú vaca arrogante. Mía no era una niña
pequeña. Puede perfectamente escoger a sus amigos. Le enviare un e-mail
tan pronto como pueda. Tomé nuevamente el teléfono y marqué el número
de casa. Fue un alivio cuando Marcus atendió.

—Hola, lindo—dije.

—Miley — parecía feliz de escuchar mi voz. —Mamá fue a comprar
algunas cosas para nuestro viaje sorpresa a la Florida.
 
 Yo estaba eufórica. Eso significaba que no estaba condenada a un verano
de exilio con Sarah. Mamá no me estaba dando fuerza, pero creo que me lo
merecía, ya que había causado tantos problemas. ¡Eso es genial! ¡Sol,
arena y montaña rusa!

— ¿Cuándo nos vamos?—Le pregunté.

—Vamos a tomar un avión esta noche. Rentara una casa en Florida por
tres semanas—Marcus continuó, súperanimado.

—Ustedes vienen a buscarme o ¿mejor me voy a casa en tren? —Pregunte
y Marcus comenzó a cambiar de tema.

—Un amigo de mama,tenía dos lugares de última hora. Mamá dice que
merecemos un descanso después de toda la tensión que tú, pones en la
familia. Ella iba a llamarte esta noche.

— ¡El Teléfono de Sara está cortado! —respondí.

Mía había estado en Florida y me moría de ganas de conocer los centros
comerciales y parques temáticos de los que hablaba. No podía creer... que
viajarían sin mí...

—Espero que se diviertan mucho —dije sarcásticamente.

— ¡Gracias, Miley! —respondió: — Te voy a enviar una postal.

Yo estuve allí de pie mucho tiempo, dentro de la cabina telefónica, en
estado de shock.Entonces todas mis emociones comenzaron a explotar.
Salí arrastrándome por la entrada y caí fuera. 

¿Cómo mamá podía viajar sin mí?
¿Debido a la tensión que cause?
¿Y en mí, nadie pensaba?

De hecho, yo venía creando algunos problemas desde algunas semanas
antes del incidente, llegaba a casa tarde, pasaba la mayor parte del tiempo
en la casa de Mía, hablaba horas en el teléfono con Jackson y mentía cuando me preguntaba sobre mi tarea. Pero estas son cosas que todos los
adolescentes hacen.
¿Me odia tanto, para exiliarme en aquel infierno de Netherby, en vez de
dejarme volar por los cielos en las montañas rusas?

No es fácil ser expulsada de la escuela. Mamá no se detuvo ni un minuto a
preguntar:

¿Cómo me sentía?

No me di cuenta en ese momento, pero necesitaba apoyo y estímulo, en
lugar de ser expulsada de la casa. Era evidente que en Pequeño Netherby
no conseguiría ni una cosa ni la otra, tía Sarah era incapaz de cuidar de sí
misma, ni imaginar de una chica como yo.

Me senté bajo un árbol. Como no había nadie a la vista, abrí la parte de mi
mente donde guardaba todos mis sentimientos de infelicidad sobre
Jackson y Mía, mezclándolos con el dolor de ser abandonada por mi madre
y por Marcus.

Toda mi ira, dolor y tristeza entraron en ebullición y de ella fluía un líquido
que surgía en la forma de un mar de lágrimas. Hacía tiempo que venía
reprimiendo estas cosas. En ese momento, se desbordaron. Lloré como
nunca antes.

Minutos más tarde, me sentí mejor.  Me sonaba la nariz, cuando una rama
del árbol se cayó y acabó junto a mis pies, seguido por el sonido de alguien
moviéndose. Miré hacia arriba esperando ver un pájaro o una ardilla, pero
me encontré con una niña. Tenía el cabello atrapado en una trenza y
vestía un disfraz. Su expresión era muy animada.

—A los árboles no les gusta que lloren. Ellos están muy molestos - dijo
ella, descendiendo por una rama y acercándose. Dio unas patadas en la
corteza, se sentó junto a mí y dijo:

—Tú no eres de aquí—.Tenía unos diez años. Continuó mirándome
fijamente hasta que me vi obligada a decir algo:

—Mi nombre es Miley y trabajo en la Librería—.La niña sonrió:  —Soy Aurora, que significa ¨amanecer¨ Me dieron este nombre debido a
que vine al mundo cuando el día nacía. Sarah es genial. Ella le presto un
libro sobre árboles a mi hermano y ahora hacemos un juego maravilloso.
Me trae una hoja y yo tengo que adivinar de qué árbol esta fue tomada.

—Muy interesante - respondí. Unos pocos días más en Netherby y el
aburrimiento me llevara a jugar este juego.

—Luego, luego iremos a la Librería. Mi hermano ama los libros—. Me
levanté para irme:

— ¿Vas a estar bien aquí, sola en medio de la nada?— La niña se echó a
reír:

—Yo vivo aquí, tonta. Esta es mi casa en el árbol — apuntando hacia
arriba a una construcción de madera oculta entre las ramas y dijo
solemnemente:

—Todos estos árboles, las flores y los campos son míos. Cualquier cosa
que tus ojos pueden ver más allá de eso, todo es mío—.  Le sonreí,
esperando que ella me presentara a sus amigos elfos y duendes, que
seguramente viven con ella en el árbol, la niña sonrió de nuevo a mí:

—Me gustas, Miley. Eres extraña.

—Muchas gracias - le respondí.

—No te ves como todo el mundo aquí. Me gusta tu pelo rojo y castaño con
reflejos dorados.

—Son luces (reflejos) - explique.

— ¡Están tan lindos! - Ella dijo emocionada.Me eché a reír. Ella era tan
divertida como un elfo. —Tus ojos son de color verde como un gato. Apuesto a que eres
interesante —decía estas cosas, sin quitarme los ojos de encima. Reí de
nuevo:


—No lo soy. Mi madre te diría que soy aburrida. Nunca hago lo que me
dicen.

Aurora dio algunos grititos de alegría, con caprichoso tono de voz me
señaló con el dedo:

— ¿Eres obstinada y no te importa la autoridad?—Sonreí:

—No tengas ninguna duda.

— ¿Estabas llorando porque estás enojado con alguien? – Pregunta. Asentí
con la cabeza:

—Sobre todo conmigo misma.

—Mi madre está enojada consigo misma cuando no puede entrar en un
vestido. Mi hermano es una bestia cuando no se siente bien. Y tú, ¿porque
estás tan enojada?

Oí otro movimiento en el árbol. Miré hacia arriba, esperando ver a un elfo,
pero no había nada allí.

— Cualquier cosa me enoja en serio —le dije. —Desde la forma en que mi
cabello se ve en la mañana a la forma en que están contaminando el
planeta. Pero no me gusta el hecho de que, cuando tengo dos opciones,
siempre acabo eligiendo la peor. Escuché más ruidos en el árbol.

— ¿Hay alguien ahí? — Le pregunté, presa del pánico.

¿Sera que mi lloriqueo tenía otro testigo?

En el mismo momento oí un maullido. Aurora empezó a reír:  — Es solo Curiosity mi gato. La gente lo llama Curio para hacerlo más
fácil. Puedes ser mi amiga, Miley—.Asentí y sonreí:

—Gracias. Es un gran honor. Adiós—.Aurora volvió a reír:

—Ya nos veremos, Miley. Me gustas.
  A pesar de que no era de este planeta, me gustó también. Para mi
sorpresa, la tienda estaba bien abastecida. Había hasta tres tipos de
comida para gatos.

—A Tallulah le gusta las mejores marcas — dijo la mujer detrás del
mostrador.

El hecho de que todos me conocieran comenzaba a enloquecerme. En
Londres, tenía vecinos que me vieron crecer, pero que jamás me
reconocerían y mucho menos sabrían cuál era el alimento favorito de mi
gata.

—Así que dime: ¿qué alimento le gusta a Curio?

La mujer me miró con un poco de miedo. Era bueno que aquellas personas
no conocieran absolutamente todo sobre todos. Además, es probable que
los elfos no tengan dinero para comprar comida.Cuando volví, Sarah se
había vestido y estaba en el jardín con una gran taza de té.  Suspiró y dijo:

— Estoy un poco mejor.

Le conté de mis encuentros con Julio y Ava en la tienda, pero no dije nada
acerca de Aurora. No me gusta que mis crisis de llanto se hagan públicas.
Sarah me sirvió té:

—Tendría que haberte dicho al respecto. Es gente buena e inofensiva.

—Y eso de ¿Radicales Románticos? ¿Son inofensivos también? 

—Ten cuidado, mucho cuidado... Los radicales románticos toman muy en
serio una buena historia de amor —dijo Sarah con una sonrisa. —Ellos
tienen un apetito inagotable de novelas—.Hice un gesto indicando que ese
comentario moría allí y entonces pregunte:

— ¿Quiénes son?

—Activos ahora mismo, tres. Ava es la lectora más prolífica de romances.
 Dicen que en realidad lee cuatro por día. Y también están Gina y Muriel.
Dirigen la tienda de segunda mano.
—No me puedo imaginar nada más aburrido que pasar la vida leyendo
historias de amor.

—Eso es porque aún no te has enamorado...—Sarah empezó, pero
enseguida se detuvo: — Lo siento. Fue muy presuntuosa al decir eso. Tal
vez ya te hayas enamorado en varias ocasiones—.Para desviar la
conversación de mi ¨vida amorosa¨, le pregunté:

—Y tú, ¿cuántas veces ha estado enamorada?— Fue el turno de Sarah
para esquivar la respuesta:

— ¡Qué pregunta difícil...!

Y de inmediato, lamente preguntar. No estaba interesada en la respuesta
de Sarah. Ella no tenía un ¨filtro¨ de madre para tratar con niños. Mamá
me hubiera dicho que no me metiera en su vida, o daría tan poca
información como sea posible. Con Sarah, las cosas eran impredecibles:

— Tuve varios novios...— Ella empezó.Empecé a preocuparme. Por favor,
por favor, por favor, ahórrame los detalles desagradables...

— Hubo momentos en que pensé estar enamorada, dos veces—. Antes de
que pudiera controlarme, pregunte:

—¿Cuál es la diferencia entre pensar que es amor y saber que te apasiona?
¿Que todo es sólo una pasión intensa, pero sin importancia? —Pensé en
cómo eran mis sentimientos de confusos con respecto a Jackson.

—Sabes que es amor, cuando estás dispuesta a arriesgar todo por esa
persona. Hasta incluso la separación—. La cara de Sarah comenzó a
cerrarse, pero en vez de colapsar, miró el reloj y dijo:

— Son las cinco y quince. Puedes quedarte aquí y descansar. Voy a la
tienda. En esta época del año, siempre tenemos algunos turistas en
Netherby.  — ¿Quieres que trabaje contigo? — Le pregunté.

—Cuento con tu ayuda, Miley. El verano es una época muy agitada. Y te
pagare cuando pueda. Nos vemos más tarde.

Subí a mi cuarto, me acosté y por primera vez desde que salí de Londres,
saqué la foto arrugada de Jackson de mi bolso. Era hermoso, incluso
cuando trataba de verse triste y malhumorado. Era el clásico modelo de
tapa de revista, mucho más que el Chico Caliente.

Sonreí recordando el día en que Jackson me dio la foto. No había habido
nadie cerca. Mía no había ido a la escuela a causa de un resfriado.
Jackson tuvo que ir para renovar el pase escolar y tomamos un autobús
para comer pizza en LeicesterSquare.

Pasamos un montón de tiempo paseando por la plaza, mirando a los
chicos que circulaban.
Hicimos un juego tonto que llamábamos ¨Ese es tu novio / esa es tu
novia.¨ Nosotros señalábamos a un transeúnte y gritábamos:

¨ ¡Mira ese es tu novio / esa es tu novia!¨

Tenías que ser el primero en señalar y gritar. La idea del juego si alguna
vez la tuvo, era señalar el mayor número posible de personas extrañas y
gritar que era el novio / novia de su oponente. Pasábamos jugando
durante horas, riendo como dos locos.

—Eres increíble, Miley —Jackson dijo en la vuelta, cuando me dio una de
sus fotos. Cuando Mía la vio al día siguiente, insistió en que nosotros tres
nos sacáramos más fotos, fue muy divertido.

Mía era una buena compañía, pero la gente terminaba haciendo lo que ella
quería. Todo empezó cuando llegó el octavo grado en la escuela Coot's Hill,
a los doce años. Ella sabía cómo lidiar con las otras chicas y los profesores
y nadie se atrevió a contradecirla.

¿Yo?... yo estaba en una lucha demencial, tratando de hacer amigos y terminar el curso.  De repente, una imagen de Mía me vino a la memoria.
Ella era más alta, más de lo que yo era. Para ser exactos, un centímetro y
medio más alta. Tenía el cabello más largo, su padre tenía más dinero que
el mío...
Mía era muy buena en estadísticas, especialmente cuando la cuenta
estaba a favor de ella. No había límites para ella. La Sra. Andrews
describió a su hija como ¨Ganadora¨, la mía decía que ella vivía en busca
de atención. A mamá nunca le gustó Mía, una poderosa razón para que me
gustara.

Poco después, Jackson regresó a la escuela. En la escuela primaria, era un
niño muy molesto que sólo hablaba de fútbol y estaba loco por un equipo.
La cosa más profunda que le oí en aquel momento fue:

— ¿Qué equipo apoyas? —Fue transferido a otra escuela y ni se me ocurrió
siquiera pensar en él.

Pero aquel niño aburrido se convirtió en un chico hermoso: alto,
musculoso, bien vestido. El no tuvo otra elección. Mía era el cazador.
Él…el objetivo.
Cuando se unió a nuestra clase, las cosas se complicaron. Sabía que a
Míale gustaba el, pero también yo quería quedarme con él. Yo quería que
me besara, que las personas supieran que estaba saliendo con él. Yo
quería una aventura (amorosa).

Para librarme de esos recuerdos, pase horas lavándome el cabello.
Después fui a sentarme en el jardín, para dejarlo secar mientras leía una
novela de misterio que encontré en la habitación. Cuando estaba metida
en la lectura, una gorra apareció en el patio de al lado y alguien dijo:

— ¿Qué tal?—Sonreí y dije:

—Todo bien.

—Buen trabajo en el jardín. La gente te ha visto,dando una función en esta
pequeña ciudad— dijo con una sonrisa. —Mi nombre es Charlie.

Oí una puerta que se abría y otra figura apareció por detrás de la valla.
Una versión más alta y más torpe de Charlie, con una gruesa cadena de
plata en el cuello.

— ¿Qué tal mi suerte, hermano? —Pregunta la figura con un acento de
gánster-rap medio forzado.Charlie nos presenta: 
 —Este es Freddie, mi hermano menor. 

— Genial y encantador —dio, guiñando un ojo. Clave los ojos en él. Se
puso rojo, comenzó a agitarse en la corriente y desapareció.

— No tomes en serio a este tipo. Sólo está pasando por otra fase. El año
pasado, quería ser futbolista, ahora tiene la manía de hablar con un
acento hip-hop. No sabe lo que quiere. Nosotros tocamos en una banda
anti-folk—. Hago señas de que entiendo:

— Sara me contó acerca de ustedes dos.

— Deberías escucharnos tocar en el Solar de Netherby cualquier día de
estos— dijo.Estuve de acuerdo. Me sentía como si hubiera perdido la
capacidad para formar frases, que era extraño porque, cuando estaba con
Mía y Jackson, no paraba de hablar.
Pensé que tal vez todo el aire fresco y saludable de campo estaba afectando
a mi cerebro.La vida estaba tomando algunos giros extraños. Tal vez
podría encajar con Charlie y Freddie.

¿Tal vez acabaría conociendo al Chico Caliente?


¡No está mal! Por lo menos, mientras Mía decidiera decir la verdad.
Entonces mi vida volvería a la normalidad.
   

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