36. Fuera de límites
Sentada en su automóvil,
me pregunto si él
puede escuchar mi corazón
latiendo fuerte y duro,
la forma en que me gusta
mi música.
Cuando gira la llave,
Fall Out Boy suena
fuerte y duro
de la forma que a Nick le gusta
su música.
Alcanza el volumen.
Su mano esta temblando.
Sólo un poco.
Pero lo veo.
Y lo sé
No soy la única
sintiendo como si estuviéramos en el borde
de un acantilado,
a punto de saltar.
Sus ojos castaños miran los míos.
—Una condición —dice—.
Por hoy.
—Está bien.
—No nos preguntamos el uno al otro
lo que ambos estamos haciendo aquí.
En la playa, solos.
No te voy a preguntar.
Tú no me preguntes.
Asiento con la cabeza.
—Genial.
—Genial —dice mientras pone el coche
en reversa.
A pesar de que me estoy muriendo por saber.
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