97. Así está mejor
Una langosta rosada
resplandece neón
en la ventana.
Como está oscuro.
No puedo descifrar
el nombre del lugar.
Me lleva adentro,
saluda con la mano al hombre
detrás del registro,
y me lleva,
a una cabina en la esquina.
Es obvio
que conoce este lugar.
Es algo más que simplemente un lugar,
para conseguir algo de comer.
Miro detrás de mí,
y veo un bar,
y mesas de billar.
Somos menores de edad,
pero, obviamente,
por razones que no entiendo,
eso no importa.
―Entonces, ¿no es comida china?
―No.
Y eso es todo lo que dice.
La camarera viene.
A este chico le gusta mantenerme adivinando.
Dice: ―Hola, Nick.
Y pregunta si tomará lo usual.
―Sí ―dice—.
Pero dos esta vez.
Él sabe lo que quiere.
Está decidido.
Le digo que necesito usar el
baño, entonces se levanta
y me conduce a la parte posterior
donde hay dos puertas.
Una con un símbolo de IR A PESCAR
y la otra con el símbolo de IR DE COMPRAS.
― Odio comprar ―digo.
―Puedes entrar conmigo si quieres.
¿Está coqueteando conmigo?
Mierda, eso espero.
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