79. Vale un disparo
Me doy la vuelta,
su rostro está justo ahí.
Cálidos, ojos marrones.
Hoyuelos en sus mejillas.
Labios rojos, agrietados por el viento.
Quiero besarlo.
Pero no lo hago.
Dios, es adorable.
Porque más que eso.
Quiero saber.
No, necesito saber.
¿Está bien?
Le susurro de regreso,
—Entonces por favor dime qué está pasando contigo.
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