No solo era el calor que me agobiaba,mientras que Sarah me llevaba
al
solar Netherby. Imágenes del chico caliente invadieron mi
cabeza,perturbándome.
¿Porque le conté a Mía sobre él?
¿Que no había decidido, que no me involucraría
más con chicos?
Note algo diferente en Sarah. Tarde una eternidad en averiguar que
era,hasta que caí en la cuenta, ella no estaba sonando. No llevaba
anillos
ni pulseras. Fue la primera vez en la vida que la vi tan
despojada. Ella noto
que me di cuenta:
—Decidí ser otra y las vendí todas. Oye mira ahí viene Julio.
Ella ya estaba adelante antes de que abriera la boca. Julio estaba
en el
jardín, ocupado, ¨armado¨ con un grupo de boys
scouts, con unos cubos,
agua y esponjas. Nos dijo:
—Gana quien me golpe en la nariz con una esponja húmeda. ¡Es muy
divertido!-y se puso la nariz de payaso.
El juego parecía dejar a todos eufóricos. Pensé en Marcus, que
vivía tras
cualquier pretexto para mojarse. Sentí una punzada. ¡Jamás paso
por mi
cabeza que extrañaría a mi hermano menor! Antes,antes yo solo
quería
estar con mis amigos. Me di cuenta de que Míala extrañaba a cada
minuto
del día,porque la gente se iba. En cuanto a Jackson, era difícil
descifrar lo
que pasaba por su cabeza,pero era muy divertido tratar de
averiguarlo.
Ahora yo no tenía ningún
amigo en el pequeño Netherby,pero no me
importaba en lo másmínimo. Tendría aquí un tiempo muy largo y la
falta
de amigos hacia seguro que nadie me haría daño emocionalmente.
El césped estaba empezando a llenarse. Examine el solar Netherby.
Lamansión era una construcción de piedra enorme. El césped estaba
lleno
de tiendas de campaña, con puestos y en un rincón estaba una
orquesta.
Sentí que alguien me agarraba del brazo con firmeza:
—Hola, Ava— dije—. Ella continuo tirando de mí,casi me arrastraba
hacia
la casa:
—Rápido,reserve un lugar para ti. Me puedes pagar más tarde—. No
tenía
idea de lo que estaba pasando.
— ¿De que estas hablando?
—Vamos a hacer un recorrido por la casa. HughNetherby solo abre la
mansión una vez al año. Es difícil conseguir lugar… ¡date prisa!
No me atreví a decir que no estaba interesada en saber cómo era el
solar
Netherby por dentro. Ava comenzó a charlar con dos damas de la
caridad,
de la tienda de segunda mano. Las presento como Muriel y Gina,los
miembros de los radicales románticos. Era difícil saber quién, era
quien,porque llevaban peinados idénticos. Decidí que nunca me
cortaría el
cabello en la peluquería de Ava y pregunte:
— ¿Quiénes son los Netherby?— nunca se me ocurrió preguntar a
Julio.
Ava explico:
—Los Netherby han vivido aquí por siglos. Ellos son dueños de casi
toda la
tierra, de ahí la razón por la cual, casi todo lleva el nombre de
ellos.
Pasaron por una crisis en el siglo XIX, después de la trágica y
prematura
muerte de Eveline. La propiedad paso a un primo lejano,quien
trabajo
como oficinista en Londres. Eveline se hiso famosa por su belleza
pero
murió antes de casarse y engendrar un heredero hombre. Se consumió
por
tuberculosis.
—Simplemente se apagó—dijo Muriel. —Nunca voy a entender porque
las mujeres no podían ser herederas—
dije,en cuanto entramos por la puerta principal.
—Somos el sexo débil, ¿recuerdas?—respondió Muriel. Todas rieron.
Ava
me dijo en voz baja:
—Los esposos de ambas, murieron hace muchos años y nosotros
estamos
aquí como unas rocas—.Paso el dedo en un mueble y suspiro de
desaprobación. Con disgusto.
—Necesita una buena limpieza.
El vestíbulo tenía un aspecto polvoriento y gastado, pero era muy
hermoso. Las paredes estaban cubiertas con paneles de madera y el
piso
eranviejas alfombras persas.
Sheila, la guía, continuo. Pudimos ver el jardín de invierno, el
salón, el
comedor y una galería. Después de un tiempo cansada de seguir al
rebaño,me fastidie de las ¨chicas¨, que carcajeaban
a un lado de un
pavoroso servicio de te chino y volví para ver mejor la galería.
Estaba
desierta, mas no parecíavacía.
Absorta en tanta vida a través de los siglos, que se sentía una
atmosfera
de vida. Por las ventanas se filtraba luz del sol,pequeños
fragmentos de
polvo revoloteaban bailando en los rayos de sol. Mis pasos
hicieron crujir
el suelo.Escuche un crujido de la puerta. Seguro era Ava que venía
a
recogerme.
— ¿Crees que ella sabía que iba a morir tan pronto?—le pregunte
sin
voltear.Después de un silencio,escuche una voz familiar,que no era
la de
Ava:
—Todos nos vamos a morir algún día.
— ¡Menos yo!— bromee, cuando me volví en dirección de la voz del
chico
caliente bañado en la luz del sol,con un hermoso ramo de rosas
blancas.
Por un instante, antes de que el sonriera, percibí en sus ojos la
misma
tristeza de los ojos de Eveline. Había algo irreal en su
actitud,como si se
tratara de un retrato que de repente estuviese vuelto a la vida.Lo
vi
enfrente de mí, caminar en cámara lenta, solo mi corazón estaba
acelerado. Una risa quebró el encantamiento. Se aproximó, miro el
retrato
y dijo:
—Es un bello cuadro, mas prefiero esta de aquí— camino hacia otro
extremo de la galería y se paró ante el retrato de un hombre con
unos ojos
grandes, redondos y sonrientes, acompañados de un cachorro. A un
lado
había un gran telescopio.
—Este es Septimus Netherby, un embaucador que pasó toda su
juventud
jugando y tirando la fortuna de la familia. Una crisis violenta de
gota, hiso
que recurriera a la jardinería y a observar las estrellas. Planto
la mayoría
de los árboles de aquí y construyo la gruta y el templo del
jardín. Su mejor
amigo era Brutus,el perro. Cuando Brutus murió, el construyó un
enorme
mausoleo al lado de la mansión,dos veces superior al que había
construido
para su esposa. Su telescopio sigue aun en la biblioteca.
— ¡Conoces todo lo de aquí!— dije, tratando de no mirarlo.
—Paso mucho tiempo aquí.
—Creo que voy a buscar a Ava— respondí,sin moverme del lugar. Era
como si el tuviera un imán y yo fuera una pieza de metal. Hubo un
silencio
incómodo. Vi las rosas y le dije.
—Será mejor que te ocupes de ellas. Y salimos de ahí al mismo
tiempo. Él
puso las flores en un jarrón grande chino y tomamos diferentes
salidas.
Por lo menos esta vez yo, no tenía el cabello lleno de telarañas y
no
tartamudee.
Encontré a Ava y sus amigas reunidas en el interior en un jardín.
Sheila
explico a todos sobre el templo y la gruta, diciendo que en
aquella
época,fueron considerados extravagancias. No oí nada, ni Ava y sus
amigas que andaban alrededor del pequeño templo estilo griego,como
si
estuviesen participando de un drama histórico.
Algunas personas las veían feo y Sheila les pidió que se callaran.
Ellas la
ignoraron y continuaron la ¨representación¨ Volvió a
la parte delantera de
la casa y circule un poco entre las casas de campaña y los
puestos de
juegos. Se sentía un clima agradable,todo el mundo parecía
conocerse.
Si Mía estuviese
ahí,formaríamos una dupla inseparable y probablemente
estaríamos riendo también,porque todo nos parecía tan aburrido e
infantil
y Mía odiaba este tipo de fiestas.Alguien tiro de mí:
—Miley,necesitas pasar a mi puesto—dijo Aurora—todos los otros,
solo
tienen pollo.
— ¡Ok!— respondí.
— Necesitas jugar a comer donas especiales ¨de ocho segundos¨
—Fácil— me dije, porque estaba hambrienta.
—Sin lamer los labios—Aurora dijo. Tendrás una libra.
—Ya gane…— le dije, pero sin mucha convicción. Por suerte el
puesto de
Aurora estaba muy tranquilo en un rincón. No había visto a nadie
alrededor por cierto. Cuando comencé a comer más y más donas
azucaradas de las que había comido en toda mi vida,apareció un
grupo de
exploradores y al parecer todo el mundo, inclusive Aurora, comenzó
a
gritar.
— ¡Vamos,Miley! ¡Vamos Miley!
Yo estaba totalmente concentrada en ganar el premio. El azúcar
comenzó a
pegarse en mis labios. El griterío aumento. Aurora añadió un
cronometro.
Mis labios comenzaron a picar y a hormiguear. Yo estaba
desesperada por
lamerlos, pero me contuve. Podía sentir los movimientos
involuntarios de
la lengua queriendo lamer.
Sin querer me mordí la lengua. Ya estaba considerándome victoriosa
cuando vi a cuatro ojos pegados en mí.Dos eran de Nicole. Su
expresión
mostraba triunfo y burla. A un lado de ella estaba el chico
caliente riendo.
Faltando apenas tres segundos, lamí mis labios y salí de allí tan
rápido
como pude.
¿Porque siempre hacia el papel de boba?
Me fui a esconder detrás de una marquesina y comencé a limpiar mis
labios. Sentí el gusto de la sangre enla boca y revise mi mordida
de la lengua. Me decidí a quedarme ahí unos minutos más, para después
procurar decirle a Sarah que me iba.
—Bebe esto. Se llevara el sabor fuerte de la azúcar.
¡Era el de nuevo! El chico caliente, me ofrecía agua en un vaso de
papel.
Probablemente estaba ahí para reírse de mí.
—Gracias— respondí fríamente y tome un sorbo. Se sentó a mi lado.
— ¡Has estado genial!mi mejor tiempo fue de 30 segundos y Nicole
es un
fiasco. Solo pudo aguantar unos cinco segundos sin lamerse los
labios— y
sonrió.
Estaba tan cerca que podía sentir su brazo junto al mío,aun sin
ponerse
en contacto. Olía a tierra y limón. Me sentí dominada por su
presencia y
no conseguí decir nada. Él se quedó conmigo. Había en él, una delicadeza
con la cual no podía ladear.
No era igual a ninguno de los otros chicos que yo conocía. Si
fuese
Jackson, se estaría riendo. Después, me trataría de superar en la
competencia de las donas. Ofingiría no entender las reglas del
juego y
armaría alguna confusión. Tanto el cómoMía,harían todo lo posible
por
convertirse en el centro de la atención. Y me habría reído junto
con ellos y
la confusión,ocultando mi vergüenza en medio del ruido. Este chico
era
diferente.Todavía sentía el sabor de la sangre en mi lengua.
—Estoy sangrando—dije. Se hecho hacia atrás asustado.
—Sangre, me da miedo—dijo,dando la espalda rápidamente. Me levante
para irme.
—Disculpa yo no quise ser grosero—balbuceo.
—Me tengo que ir— respondí, dejándolo.
—Te puedo mostrar más cosas de por aquí, después de que todos se
vayan—. Pero yo seguí caminando, mientras mi cerebro gritaba:
¨ ¡Tonta! ¡Tonta! ¡Tonta!¨
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