88. Algo amigable a la vista
Él entra
a una tienda de artículos de pesca.
Nos sentamos en la calle.
Observando.
Esperando.
Selena lanza
pregunta tras pregunta sobre mí,
y yo disparo de regreso
pequeñas respuestas,
demasiado distraída para decir
nada más.
Estoy enfocada
en la puerta de enfrente.
—Guau, esto es malo —dice ella.
Yo volteo para mirarla.
—¿Qué? ¿Qué es malo?
—Estás loca por él, Cat. Te dije donde hubo fuego cenizas quedan.
—¿Qué? —Río—.
Es mi amigo.
Es decir, nos reencontramos hace sólo ocho horas.
No estamos planeando volver juntos.
—Te conozco desde hace mucho tiempo, Y.
Nunca te había visto así.
Me vuelvo hacia la ventana.
Observando.
Esperando.
Luchando con la idea de que mi mejor amiga está en lo
correcto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario