one shot niley -amante cibernetico

¿Qué llevas puesto?

La pregunta cogió a miley de improviso. Contempló la pantalla de ordenador

con los ojos abiertos de par en par. Rápidamente se recordó que esto era una sesión

de ciber sexo, y no debía dejarse intimidar por la traviesa insinuación. Un sofoco

repentino de calor le calentó las mejillas, e inesperadamente, los dolores se agitaron

desde lo más profundo de su sexo.

miles se quedó sorprendida por haberse encendido con una simple pregunta. En la

vida real, no estaba acostumbrada a tales encuentros. Mojigata era lo que sus

amigos y familia la llamaban, y podía vivir con ello. Pero ahora por fin había

decidido a que ya no deseaba estar enclaustrada sola en su cáscara, y se había

atrevido a intentar algo nuevo. Algo travieso y escandaloso. Ciber sexo con un total

extraño. Después de todo, sólo era una anónima, sin cara follada. No hacía daño a

nadie, ¿verdad?

¿Qué llevo? mils instintivamente tanteó su pijama de franela. No sería sexy si le

dijera que llevaba este tipo de cosas, ¿no? Sonriendo, martilleó con los dedos en el

teclado, llevo mis bragas de encaje blancas y el sujetador a juego que compré en París. Que

no era del todo mentira. Había visitado París el mes pasado en un viaje de

negocios y comprado lencería atractiva de Le Bon Marché en Saint-Germain des

Près. Sólo que no había tenido agallas para ponérselo. Los conjuntos ajustados

encontraron una nueva casa en el fondo de su cajón.

Su amante cibernético, que respondía por el nombre de pantalla nicky7, escribió de nuevo, Apuesto a que estás impresionantemente sexy.

mils casi se echó a reír. Sexy era la última forma en que se describiría a sí misma.

Nunca se sintió sexy en su corpulento cuerpo, comparándolo con los estándares de

hoy. Si se pusiera un poco de maquillaje y se arreglase un poco, sabía que parecía

presentable. Había heredado la impecable piel y los ojos verdes brillantes del lado

materno. Su sonrisa era simpática, alguien le había dicho una vez. ¿Pero sexy?

Naah.

Pero ya que esto era una sesión de ciber sexo, mils decidió dejarse llevar. Puedes

apostar, tecleó mils. Desearía que pudieses verme ahora mismo.

nicky7 hizo una pausa antes de escribir de nuevo, Dios, lamento no poder. Ahora,

tócate. Pon tu mano en tu pecho y juega con tu pezón.

¿Qué? Los ojos de mils casi saltaron de sus órbitas.

Dime lo bien que se siente, nicky7 añadió.

Nueces, pensó mils. Era demasiado consciente de sí misma, nunca había estado

intrigada por explorar su propia sexualidad. Olvídate de los juguetes sexuales, era

demasiado tímida para jugar consigo misma cuando se despertaban sus emociones.

Como si las palabras del desconocido llevasen magia, su propia mano viajó a su

pecho y se metió bajo el sujetador de algodón. Sus pezones se apretaron al

momento en que sus dedos entraron en contacto. Su corazón tronó. Se siente genial,

mils respondió con su mano libre.

Bien. Ahora pellízcalo, hazlo rodar entre tus dedos.

mils silbó con los dientes apretados. Hizo lo que le dijo. Una exquisita, profunda

sensación calentó su sexo, haciendo latir su coño con necesidad.

¿Cómo te sientes?

Tan malditamente bien.

Lo estamos haciendo bien, nena. Lamento no estar ahí ahora mismo, dándote placer en

persona. Me encantaría tomar tus pezones en mi boca. Los chuparía hasta que perdieras el

conocimiento.

miley suprimió el impulso de abanicarse. Su dormitorio de repente se sintió muy

caliente. Podía imaginarse tener su boca en la suya, la lengua chasqueando sobre

sus brotes endurecidos. Se sentiría realmente bien. Recordó lo que sentía cuando su

ex, liam, le hacía lo mismo. Pero eso fue hace algunos años, y liam no estuvo

interesado en ella después de su tercera cita. Había estado sola desde entonces.

¿Nena? Su amante cibernético le preguntó, ¿todavía estás ahí?

Ella escribió rápido. Sí.

Buena chica. Ahora, quiero que te toques el coño. Pasa tu mano bajo las bragas y encuentra

tu clítoris. Rodéalo. Imagina mi lengua haciéndote esto.

La mano de mils temblaba cuando hizo lo que se le indicó. Su sexo estaba pesado

por el deseo, su clítoris zumbaba. Una gota de humedad sexual rodó de su coño.

¿Cómo fue, nena?

Su respiración se estancó en su garganta. Imagínate que es mi lengua, había dicho.

El dolor en su sexo se intensificó, dejándola semi delirante con el deseo frenético

que palpitaba y aporreaba en cada vena de su cuerpo.

Exquisito, mils escribió. Realmente...

La pantalla se quedó en blanco cuando se produjo un golpe de energía. Fuera, los

truenos retumbaban a través del cielo y el chaparrón se arrojaba sobre las ventanas

del dormitorio. mils no podía creerlo. Su suerte. Siempre tenía mala suerte cuando

se trataba de hombres y sexo. Juró, momentáneamente no sabiendo que hacer. Por

lo general, conseguía una linterna y llamaba a la compañía eléctrica cuando se

producía una subida de tensión. mils no tenía ganas de hacerlo ahora mismo. Se

arrastró a la cama y se metió bajo la colcha con su mano todavía en su coño,

terminando lo que fue interrumpido. Y esta vez, mils no se sintió cohibida por ello.

Por una vez en su vida, se sentía bien.

* * *

Un fuerte golpe en la puerta despertó a miley de su sueño interrumpido. A ciegas,

tanteó su mesilla de noche para encender la lámpara, pero la luz ya estaba

encendida. La energía había vuelto. El reloj de la pared le dijo que era casi

medianoche. Salió de la cama y fue a la sala de estar. ¿Quién estaría llamando a su

puerta a estas horas?

Un hombre alto con anchos hombros, cubierto con un abrigo negro con capucha

estaba de pie afuera de su puerta principal. Él estaba empapado por la lluvia

cuando se bajó la capucha.

miley estaba asustada. Le conocía. Del departamento de IT. Sólo que nunca había

esperado verle en su puerta. Sobre todo no en medio de la noche.

"¿P-puedo ayudarte?” miley tartamudeó.

El alto, moreno desconocido sonrió. Sus ojos azules brillaron. “Tenemos un asunto

sin terminar, mils”

La lógica le dijo que cerrase la puerta y llamarse a la policía. Pero había algo en su

sonrisa que le aseguró él no era un psicópata asesino múltiple que estaba en una

excursión de medianoche buscando sangre fresca. “No entiendo”

Él bajó la cabeza y dijo en una voz tan baja que fue casi un susurro, “Estabas

jugando con tu clítoris cuando se produjo la suba de tensión. No tuviste la

posibilidad de contarme como te sentías”

La sangre huyó de la cara de mils.

"¿Puedo entrar?”

“¿C-ómo sabes…?”

“Hace frío aquí fuera. Espero que no te opongas” Se auto invitó a entrar, cerrando

la puerta principal con su pie, y comenzó a quitarse el abrigo. La camisa negra bajo

el impermeable estaba empapada. Así como sus pantalones de algodón negros y

zapatos.

A pesar de que no fuera la mejor situación, el hombre estaba vestido elegantemente.

Su ropa parecía provenir de una boutique de alta gama. Y el reloj de oro de su

muñeca parecía que costaba una pequeña fortuna. "Ahora, miley, ¿dónde

estábamos?”

miley se encontró apoyada contra la pared. "¿Quién eres?”

“No estoy orgulloso de mí mismo, para ser honesto. No parecías estar interesada en

los hombres, así que he estado observándote. Cuando te encontré tipeando en una

sala de chat desinhibida, no pude ayudarme a mí mismo. Tenía que conseguir que

hablases conmigo”

“Cómo supiste...”

"¿Soy un geek de los ordenadores, vale? Nunca he fisgoneado a una mujer así antes.

Pero tú eres… diferentemils” Se acercó a ella hasta que mils se quedó sin espacio

personal. “Si quieres que me vaya, me iré. Pero esperaba que quisieses terminar lo

que habíamos comenzado”

miles tragó con fuerza. Lo prudente, lo seguro de hacer era echar a este hombre. Pero

su cuerpo tenía una idea diferente. Quería follar. Había pasado mucho tiempo

desde la última vez que lo había hecho. Y este hombre, Santa Madre de Dios, era

uno de esos tipos ‘manzana de caramelo’ de las revistas sobre las que las mujeres

babeaban.

¿Por qué se había interesado en ella en primer lugar?

La voz de mils era inestable mientras tomaba una decisión. “Bésame

Un momento más tarde, su boca la trituró, besándola con fervor. Sus manos

estaban por todas partes sobre ella, sintiendo cada curva exuberante. Nada fue

dejado sin explorar. Su lengua abrió su boca, sumergiéndose en ella y recorriéndole

el paladar como si lo hubiese anhelado durante mucho tiempo. Él sabía picante,

como a canela y menta, y su beso la emborrachó.

Él deslizó las manos bajo su camisa de franela y se deshizo de su sujetador. El

momento en que sus pechos fueron expuestos, él se inclinó hacia abajo y tomó uno

de sus pezones tal y como le había dicho antes en su sesión de chat. mils dejó

escapar un gemido lastimero. El placer era así de exquisito. El fuego la incineró de

adentro hacia afuera. Cuando él tiró de pijama y bragas hacia abajo, y colocó la

boca en su sexo, mils tuvo que gritar. Su lengua apenas había desenterrado los

labios de su coño cuando el éxtasis se apoderó de ella de manera tan abrupta, que

mils se encontró rodeada por un clímax. Su cabeza se estrelló contra la pared, casi

chocando con la copia de su pintura de Degas.

A mils no le importó. La intensidad del placer la impresionó. Nunca había

experimentado un orgasmo como este antes. Su cuerpo se estremecía, temblando

mientras la última marea de placer se alejaba.

El desconocido estaba de vuelta en sus pies, tirando de ella a su abrazo. “Bueno,

¿verdad?”

miley estaba sin aliento. “Loco, bueno, sí”

"¿Seguimos?”

“Te mataré si no lo haces”

Él se echó a reír, sus ojos brevemente exploraron su acogedora sala de estar. "¿Tu

dormitorio?”

“Sí, por favor”

Él la cogió del suelo y la llevó a la cama. nick esperó en un sueño mientras le miraba

desnudarse. Su polla era magnífica, como el resto de él. Él dio un beso del tipo

hambriento antes de montarla. “Mi nombre es nicholas”

"¿nicholas?”

“Tu amante cibernético”

Fin
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espero q les guste chikaaas lindiixx


v & s                                                      a & c