6. Sólo cosas buenas
No tengo que decirle al chofer
a donde estamos yendo.
Ya lo sabe.
Me encargué de esto hace semanas.
Ya que no hay ningún autobús
que vaya a la playa,
mis opciones eran
un taxi o una limo.
Escojo la limo
porque las próximas
veinticuatro horas
no son para contenerse,
ser injusta,
pensar con fuerza,
aceptar la mierda,
sentirse mal.
Son acerca
de ser yo,
amar la vida,
encontrar la felicidad,
jugar duro,
tomar riesgos,
y quién sabe qué más.
Planearlo todo
le quitaría
la diversión y la emoción
de lo que está por venir.
Dejar que el día
se revele por sí solo
a su debido momento,
a su propia manera.
Soy tuya.
Soy tuya, Hoy
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