7. Hay un único cielo
A medida que vamos hacia el oeste,
el sol empieza a elevarse
detrás de nosotros,
tornando el cielo
en suaves tonos
de rosa y naranja.
El cielo me hace pensar
en mi madre.
Cuando, siendo una niña curiosa de cinco años, le pregunté
qué la había llevado a escoger mi nombre,
ella explicó
que Miley significa “cielo”
en otro idioma.
—Tú, cariño
—me dijo—,
eres mi cielo.
Recuerdo su respuesta
porque no sabía
lo que significaba
ser el cielo de alguien.
Mientras miro hacia afuera
al cuerpo azul
salpicado con rayas naranjas,
rosas y blancas,
tan magnífico
que quiero guardar
la obra de arte en mi bolso
y mantenerla allí por siempre.
Finalmente comprendo.
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