sábado, 30 de abril de 2011

sleeping with someone who hates me-cap-10

-No me tomes el pelo... -dijo ella mirándolo a los ojos. Estaba tan hecha polvo, que se moría por creerlo. Lo tenía tan cerca, que le costaba respirar. Quería apretarse contra él y volver a sentir su boca insaciable.
-No te estoy tomando el pelo. Me he quedado impactado nada más verte -sonrió él.
Miley se sintió perdida. De nada servía fingir. Se acercó a él y lo besó. Al sentir sus labios de nuevo, la excitación volvió a aparecer.
nick la llevó a la cama. Le acarició los pechos con las manos y la lengua.
-¿Tienes protección? -preguntó nick.
-Sí... -contestó ella. Había comenzado a tomar la píldora al mes de estar con Joe. Prefirió apartarlo de su mente. Aquel chico le había hecho mucho daño, pero ahora tenía la oportunidad de empezar algo nuevo... con nick. Parecía que él sentía lo mismo. Al verlo levantarse para quitarse los pantalones, no pudo evitar sonrojarse. Sintió que la excitacíón de lo que iba a pasar le agarrotaba todas las terminaciones nerviosas del cuerpo. Se volvió a tumbar junto a ella y miley le acaríció el torso. Nunca había sentido la necesidad de explorar el cuerpo de un hombre, pero ahora se moría por tocarlo. Deslizó los dedos hasta su tripa y sintió cómo se contraían sus músculos.
-No te pares, pethi mou -dijo nick.
miley siguió bajando hasta encontrarse con su masculinidad. Era suave y muy grande.
-Así -le dijo enseñándola cómo le gustaba que lo tocaran. Era la primera vez que se lo tenía que explicar a una mujer. Lejos de enfadarse, aquello no hizo más que ponerlo a mil. miley también estaba completamente excitada. Apretó los muslos y sintió la humedad entre las piernas. nick la besó haciéndola temblar.
Jadeando, él dejó de besarla para mirarla fija-mente a los ojos.
-Nunca he deseado a otra mujer como te deseo a ti.
La apretó contra sí y le acarició los pechos con manos expertas. miley sintió espasmos por todo el cuerpo. Al sentir su mano entre las piernas, gritó de placer. Aquel placer era demasiado intenso. No quería que parara. Aquel tormento agridulce la estaba haciendo perder el control. Todas aquellas sensaciones eran completamente nuevas.
-Te necesito... ahora -dijo él emitiendo una especie de aullido.
Se colocó sobre ella, le levantó la cadera y se introdujo en su cuerpo. A miley no le dio tiempo ni a reaccionar. Ya lo tenía dentro y solo sentía una mezcla de dolor y deseo incontrolable. Le había dolido, pero el placer era también tan intenso que le dio igual. nick gimió encantado y la miró sorprendido. Miles arqueó la espalda invitándolo a seguir y él no se pudo negar. Con ritmo; acompasado, la hizo sentir un placer que no se había imaginado que existiera. La llevó a cotas inaccesibles de excitación antes de llenarla de fuegos artificiales y alcanzar él también el orgasmo.
-Impresionante -murmuró en griego tomándola entre sus brazos y mirándola fijamente. Le acarició el pelo y la volvió a besar-. Me parece que esto va a haber que repetirlo varias veces...
-Mmm -dijo ella, encantada. No podía dejar de sonreír como una idiota.
nick estaba seguro de que era virgen, pero no quería hablar de ello en aquel momento. Lo divertía haberla tenido que enseñar. Un segundo después, el deseo los volvió a engullir durante horas.
miley se despertó dolorida.
nick estaba dormido, así que se deslizó hasta el baño sin hacer ruido y se lavó el pelo. Aquello había sido una locura, pero no cabía en sí de gozo. Creía estar enamorada de Joe, pero lo que acababa de pasar demostraba que no. Joe nunca la había hecho sentirse así...
Estaba asustada, pensó mientras se secaba el pelo. Estaba en territorio extraño y temía que nick la tomara como una aventura de una noche y no quisiera volver a verla. Tal vez, se lo merecía por haberse emborrachado. Se avergonzó de su comportamiento.
A1 otro lado de la puerta, en la habitación, nick se preguntó si debía tener en cuenta lo de la borrachera o no. No creía que miley bebiera asiduamente, pero no quería correr riesgos. Se sorprendió pensando que quería seguir viéndola.
Se levantó y pidió el desayuno. Iba hacia el baño para reunirse con ella cuando pisó el bolso de miley. Maldijo y, al levantado, se cayó todo lo que había dentro. Mientras lo recogía, encontró el carné de conducir y su nombre quedó ante sus ojos.
Miley Dentón.
¿Cómo es que mil tenía el carné de otra mujer? nick frunció el ceño hasta que se fijó en la foto y la verdad lo golpeó de lleno. Había creído que mil venía de milicie, pero lo cierto es que también podía derivar de miley. Recordó que el dueño de la discoteca le había señalado a la rubia bajita, pero se dijo que también podría haberle señalado a miley porque estaban la una junto a la otra.
Volvió a mirar la foto pasmado. mil era miley Dentón, la despiadada mujer que había destruido a su hermano. Se estremeció. ¡Le había dicho que no lo conocía mucho y, además, le había dado un apellido falso! Aquello era prueba más que evidente de su culpabilidad.
Era una magnífica actriz. nick se vistió a toda velocidad mientras la furia lo invadía. ¡Se había acostado con la mujer que había destrozado a su hermano! ¡Incluso lo había hecho creer que era virgen!
Lo más penoso era que lo había engañado, él que se creía tan inteligente e intuitivo. ¡Lo había hecho adrede! Había jugado a ser la chica inocente única y exclusivamente para excitarlo. Y lo había conseguido. Le había encantado creer que había sido el primero, ¿verdad? Le había extasiado pensar que era el primero al que miraba con aquella carita de éxtasis.
¿Por qué lo había hecho? Bueno, estaba claro. Su papaíto la había puesto de patitas en la calle y lo más fácil era encontrar un novio rico que la permitiera seguir llevando la buena vida a la que estaba acostumbrada. Nada mejor que liarse con el hermano mayor de Joe, ¿verdad?
nick decidió hacer algo que no solía hacer, pero era lo que se merecía. Decidió jugar a su juego, conseguir que se enamorara de él por completo y, entonces, la dejaría plantada delante de todos, como ella había hecho con Joe. No era lo que había planeado en un primer momento, pero... tampoco era justo que pagara toda su familia por ella.
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espero que les gusteeeee

perfect lover-cap-76

Los ojos de nick lanzaron llamaradas azules cuando la miró.
— ¿Cuántos de tus pacientes te han acosado?
— No es tu problema, sino el mío.
Nick siguió mirándola como si estuviese a punto de estrangularla.



Llegaron a casa al mismo tiempo que la policía.
El joven y musculoso agente miró con suspicacia a nick.
— ¿Quién es?
— Un amigo —le contestó miley.
El policía alargó la mano hacia ella.
— De acuerdo, déme las llaves y déjenos echar un vistazo. El agente Reynolds se quedará con ustedes aquí fuera hasta que lo revisemos todo.
miley le entregó obedientemente el juego de llaves.
Comenzó a mordisquearse las uñas mientras observaba cómo el policía entraba a su hogar.
Por favor, que Rodney Carmichael esté dentro todavía.
Pero no estaba. El policía salió poco después meneando la cabeza.
— ¡Joder! —exclamó miley en voz baja.
El agente Reynolds la acompañó hasta la casa y nick los siguió un poco rezagado.
— Necesitamos que entre y eche un vistazo para ver si falta algo.
— ¿Ha hecho algún estropicio? —preguntó ella.
— Sólo en los dormitorios.
Con el corazón en un puño, miley entró en su casa y subió las escaleras para ir a su habitación.
nick la siguió y observó cómo se mantenía rígida y distante. Tenía el rostro tan pálido que las pecas resultaban mucho más evidentes. Podría matar al tipo que le había hecho esto. Ninguna mujer debería pasar tanto miedo, especialmente en su propio hogar.
Cuando llegaron al piso superior, nick vio que la puerta de la habitación del final del pasillo estaba entreabierta. miley corrió hacia allí.
— ¡No! —jadeó.
Se apresuró a seguirla.
nick comenzó a verlo todo rojo al contemplar el sufrimiento que reflejaba el rostro de miley. Podía sentir su dolor en el corazón como si fuese el suyo propio.
Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas mientras observaba el desorden. El colchón estaba tirado en el suelo, las sábanas desgarradas, los cajones abiertos y su contenido esparcido, como si Céfiro hubiera pasado por allí en mitad de un arranque de mal humor.

nick le colocó las manos sobre los hombros para reconfortarla.
— ¿Cómo ha podido hacerle esto a su habitación? —preguntó miley.
— ¿De quién es esta habitación? —preguntó el agente Reynolds—. Creía que vivía sola.
— Y lo hago. Ésta era la habitación de mis padres. Murieron hace tiempo —miró a uno y otro lado, incrédula. Una cosa era que fuese tras ella, pero ¿por qué había hecho esto?
Contempló la ropa esparcida por el suelo; ropa que le traía a la memoria tantos recuerdos maravillosos… Las camisas que su padre llevaba al trabajo; el jersey favorito de su madre y que ella siempre le pedía prestado; los pendientes que su padre había regalado a su madre en su último aniversario de boda. Todo estaba desparramado por la habitación, como si no tuviese valor alguno.
Pero para ella eran objetos muy valiosos. Era lo único que le quedaba de ellos. El dolor le desgarraba el corazón.
— ¿Cómo ha podido hacerlo? —preguntó, mientras la rabia se abría paso en su interior.
nick la atrajo hacia sus brazos y la sostuvo con fuerza.
— No pasa nada, miley —murmuró sobre su pelo.
Pero sí que pasaba. miley dudaba poder superar aquello alguna vez. No podía dejar de pensar en las manos de ese animal tocando la ropa de su madre o desgarrando las sábanas. ¡Cómo se había atrevido!
nick miró al agente de policía.
— No se preocupe —dijo el hombre—, encontraremos al tipo.
— ¿Y después qué? —preguntó nick.
— Eso tendrá que decidirlo un tribunal.
nick lo miró de arriba abajo y soltó un gruñido, asqueado. Tribunales. No entendía cómo un tribunal moderno podía permitir que un animal así estuviese suelto.
— Sé que todo esto es duro —comentó el agente—. Pero necesitamos que compruebe si se ha llevado algo, doctora Alexander.
Ella asintió.
A nick le sorprendió el coraje que demostró al desprenderse de su abrazo y limpiarse las lágrimas. Comenzó a inspeccionar todo aquel desastre. Él se arrodilló a su lado; quería estar cerca por si lo necesitaba de nuevo.
Después de comprobarlo todo concienzudamente, miley cruzó los brazos sobre el pecho y lanzó una rápida mirada al agente.
— No falta nada —le dijo, y salió de la habitación para ir a la suya.
Entró en ella con mucha aprensión. Un rápido vistazo le indicó que su dormitorio había sufrido los mismos daños que el de sus padres. Había registrado meticulosamente tanto la ropa de nick como la suya. Toda la lencería estaba tirada por el suelo, había desgarrado las sábanas y el colchón estaba ladeado.

Ojalá Rodney hubiese encontrado la espada de nick bajo la cama y hubiese cometido el error de tocarla. Eso sí que habría sido una justa recompensa.
Pero no la había visto. De hecho, el escudo aún seguía apoyado sobre la pared, junto a la cama, donde él lo dejó.
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olap
bueno espero les guste el cap
chicas y gracias x sus comentarios
aaaww me encaanton jejeje
bueno aqui se los dejoo

jueves, 28 de abril de 2011

sleeping with someone who hates me-cap-9

Al ver de nuevo su encantadora sonrisa, miley sintió que se le aceleraba el corazón y se le secaba la boca. De repente, tuvo muy claro por qué estaba en su casa. Si tenía la boca cerrada, aquel hombre era simplemente irresistible.
-Estás enfadada porque has hecho el ridículo, pero puede que te haya hecho un gran favor...
-¿Te refieres a haber abierto las ventanas de par en par y a haberme metido en la ducha con agua fría?
-Sí, y la próxima vez que vayas a excederte con la bebida te lo piensas mejor al recordarlo.
nick no estaba acostumbrado a discutir con las mujeres y experimentó una maravillosa satisfacción al vencerla. Se descubrió excitado de nuevo. Quería echarla de espaldas y demostrarle lo que podría haber sucedido si no hubiera sido un caballero. Tal deseo lo sorprendió. Se la imaginó jadeando bajo su cuerpo y sintió que la ingle le quemaba.
miley notó su mirada abrasadora y se quedó sin palabras. Se dirigió al borde la cama y puso los pies en el suelo.
-Me tengo que ir -anunció.
-¿Dónde vives?
-Ahora mismo, en ningún sitio -contestó tras pensarlo-. Debo buscar un piso. Tengo las maletas en casa de una amiga, pero no me puedo quedar allí.
Nick la vio levantarse con cuidado y desaparecer en el baño. miley cerró la puerta y se miró en el espejo. Era absurdo intentar quedar bien. Estaba claro que nick le hablaba con superioridad.
Comenzó a peinarse mientras pensaba que la podía haber dejado en la calle o haberse aprovechado de ella. ¡La verdad era que había impedido que cometiera un gran error! Ya tenía suficientes problemas como para andar con un hombre que no conocía de nada. Y, menos, irse a su casa, Debía estarle agradecida porque no hubiera pasado nada más entre ellos...
Sin embargo, no era así. Sintió ganas de llorar, pero se controló con determinación. La verdad era que nick le seguía pareciendo irresistible y que lo había estropeado todo. Ya no había nada que hacer. Era normal que estuviera enfadado. No había nada de apasionado en tener que meter a una mujer en la ducha para que se le pasara la borrachera. Estaba furiosa consigo misma. Nunca se había sentido tan atraída por un hombre. ¿Por qué había tenido que ser, justamente, una noche en la que estaba completamente ebria?
Deseó haber recogido su ropa antes de meterse en el baño. Recordó lo que había pasado, cómo se había comportado con él y se avergonzó terriblemente. Como no había más remedio, abrió la puerta.
Estaba amaneciendo. Había albergado la esperanza de que nick se hubiera dormido o se hubiera ido, pero no era así.
Estaba viendo el canal de economía en el televisor. En cuanto la oyó, se levantó y se quedó mirándola. Con la toalla alrededor del cuerpo y el pelo peinado hacia atrás, se le antojó todavía más guapa.
-Si quieres, te puedes quedar a dormir en una habitación de invitados -se oyó a sí mismo decir.
-Gracias, pero creo que será mejor que me vaya -contestó ella mirándolo intensamente-. Ya te he quitado suficiente tiempo.
nick hizo una mueca. Era como una niña pequeña que quisiera irse de una fiesta de cumpleaños aburridísima sin parecer maleducada. La observó mientras recogía su ropa y sus zapatos. Estaba claro que se sentía avergonzada a más no poder. Aquello lo conmovió.
-¿Estás sobria?
Al verla mojarse el labio superior con la punta de la lengua en actitud de total nerviosismo, sintió una dolorosa punzada en la entrepierna.
-Completamente... -contestó ella intentando sonreír.
-Entonces, quédate... -susurró nick. Miley lo miró sorprendida.
-Pero...
-Con ciertas condiciones, claro -le dijo él suavemente-. Tienes que tocarte la punta de la nariz con los ojos cerrados. Solo tienes una oportunidad.
miley no pudo evitar reírse. Lo miró. Seguía sólo con los vaqueros e igual de irresistible. Cerró los ojos y le siguió la broma. Se tocó la nariz sin problema, aunque estaba decidida a irse.
-Ahora, abre los ojos y camina en línea recta.
Miley se giró hacia la puerta encontrando la situación bastante divertida.
-Cobarde.
-Tú también tienes que hacerlo.
- nick enarcó una ceja.
-Estás muy seguro de ti mismo -le dijo-. No te gusta que sugiera ni por asomo que no te controlas.
-Normal. Soy un hombre.
No, para miley no lo era. Ella estaba acostumbrada a hombres más jóvenes que no hacían diferencias entre hombres y mujeres, pero estaba claro que él no era así. Estaba claro que era el típico duro que no destapaba sus sentimientos pasara lo que pasara. No era su tipo en absoluto.
nick fue en línea recta hacia la puerta donde ella estaba.
-¿Satisfecha?
-Sí... los dos estamos sobrios. .Me tengo que ir a vestir -dijo confusa al tenerlo tan cerca.
-No sé para qué. Te voy a volver a desnudar... -la advirtió nick.
Miley sintió una deliciosa descarga eléctrica por la espalda.
-Me has dicho que anduviera en línea recta y me he ido hacia la puerta. Está claro el mensaje, ¿no?
-Puede, pero tu tórrida mirada me dice que me sigues deseando -contestó él sin dudarlo un momento.
-¡Menudo ego! -exclamó miley, desconcertada.
-Bien ganado, te lo aseguro... como la fama que tengo -le dijo agarrándola de la cintura-. Podríamos hacer un experimento...
-No... nada de experimentos -lo interrumpió ella, nerviosa-. No hagas ese tipo de cosas, nick. No tengo aventuras de una noche. No me acuesto con hombres a los que acabo de conocer. La verdad es que no tengo experiencia en estos temas y te ibas a aburrir...
nick se dio cuenta de que una de las cosas que más lo atraía de ella era que tenía cierto grado de inocencia. Aquello de tener que convencer a una mujer para que se acostara con él era todo un reto.
-Me encantas. Desde el primer momento que te vi.
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espero y les ayan gustado los capis
aaww
chicas conectense estoy aburriditha jejeje
bueno cuidense muchooooo :D

boda por contrato-cap 8

La mañana del día de la boda, Enrique Espinosa llegó al apartamento de Nick.
Miley no oyó su llegada y estaba buscando a su madre, por lo que salió de la habitación de invitados envuelta en una bata. Oyó la discusión en griego y echó un vistazo. El rostro de su abuelo estaba convulso por la emoción mientras tomaba las dos manos de su madre. Miley se retiró por donde había llegado.
Se alegraba por su madre de que se estuviera produciendo una especie de reconciliación, pero su abuelo la había dejado para el último momento y estaba segura de que era solo a causa de la boda.
Una semana antes, habían firmado el contrato prenupcial, cosa que ella no se había molestado en leer. Mientras su madre tuviera su futuro asegurado, a ella le daban igual los arreglos financieros para ella. Ya tenía todo lo quería y estaba dispuesta a demostrarle a su novio que no era avariciosa.
Con un poco de suerte, cuando Nick se diera cuenta de ello, él también dejaría de serlo y pensaría que esa ridícula idea de concebir un hijo con ella era innecesario ya que él solo tenía veintinueve años. Como solo había hablado con él por teléfono en las últimas dos semanas, había conseguido recuperar un poco la calma. Ahora estaba segura de que Nick se atendría a razones.
—Querida, lo siento, he perdido la noción del tiempo —le dijo su madre cuando entró en su habitación.
Miley sonrió.
—Sabía que había venido mi abuelo y pensé que tendríais mucho de qué hablar.
De un día para otro prácticamente su madre había cambiado mucho. Estaba comiendo mejor, durmiendo mejor y había recuperado el interés por la vida. Era cierto que seguía frágil, pero los especialistas le habían dicho que lo que necesitaba era una vida sin preocupaciones ni estrés.
—Estas preciosa. No me extraña que esta vez Nick esté ansioso por casarse contigo. Estoy segura de que él te devolverá la confianza en ti misma.
Cuando salió, su abuelo dijo que quería acompañarla al altar. Cuando entraron en la Iimusina Enrique le dijo:
- He sido muy duro con tu madre. Pero lo arreglaré a partir de ahora. Si quiere, se puede venir a vivir de nuevo conmigo.
—Muy bien —respondió ella fríamente.
—Eres una mujer muy terca, Miley. Te pareces mucho a mi última y muy amada esposa, pero solo en eso.
—Gracias.., creo.
—Realmente no quiero saber cómo habéis llegado Nick y tú a esto.
—Bueno...
—Pero Siento que mi deber es advertirte de que puedes tener problemas con tu futura familia
—¿Perdón? -
—A los padres de Nick no les ha gustado mucho esto, pero no me cabe duda de que, con el tiempo, lo aceptarán. Siento lástima por él. Era una familia muy unida.
Hasta que él decidió casarse con una zorra, pensó ella sintiéndose rechazada. En su momento, los padres de Nick le habían caído bien, lo mismo que su hermano pequeño, Cristhian, que solo tenía diez años entonces
—Aunque deben de sentirse un poco aliviados por que él haya terminado su otra relación....
—¿Qué otra relación?
—Solo estaba pensando en voz alta.
Miley pensó que Nick debía de haber tenido una relación con una mujer menos adecuada incluso que ella. Bueno ¿y a ella qué le importaba?.
La iglesia estaba llena de flores que dejaban su aroma en el aire. Nick se volvió desde el altar para verla acercarse, tan atractivo que cortaba la respiración. El corazón le dio un vuelco. ¿No lo había amado una vez? ¿No había sido ese su sueño? ¿Cómo había salido todo tan mal?
Se trataba de una ceremonia por el rito griego. El padrino de Nick llevaba la voz cantante en ella y los anillos fueron bendecidos e intercambiados. Luego les pusieron unas coronas de flores en la cabeza y bebieron del mismo cáliz.
Para cuando todo terminó, Miley se sentía como una novia de verdad y muy confusa por la sensación
Cuando salieron de la iglesia, dijo impulsivamente:
—No me esperaba algo como esto. Ha sido una hermosa ceremonia
—Celebrar la herencia cultural de uno está de moda. Y también es una buena forma de personalizar la imagen empresarial.
Miley se tensó.
—Pero creo que esta noche voy a disfrutar de mi novia —añadió él.
Ella se ruborizó y lo miró airada.
—¡No vas a disfrutar de mí!
Una vez dentro de la limusina, Nick la miró divertido
—Lo digo en serio —le advirtió ella.
Él le agarró una mano y ella se soltó, pero él la tomó en brazos.
—¿Qué me decías?
—¡ Que me sueltes!
—Cuando esté listo. Qué piel tan hermosa tienes...
El corazón le latió fuertemente a ella.
—¿ Vamos ahora a la recepción?
—Gracias por recordármelo.
Sin soltarla, Nick tomó el teléfono del coche y habló en griego con el conductor.
Luego le dedicó de nuevo toda su atención a ella.
—Por favor, deja que me siente en mi asiento.
—Vas a tener que mejorar esa actitud, Miley. No me gusta.
—¿Y crees que me importa algo lo que te gusta a ti?
—Te lo voy a enseñar gratis. Después de todo, espero disfrutar de los resultados. Y ahora ¿dónde estábamos?- le preguntó él acariciándole la mejilla.
—Tienes una boca muy lujuriosa, Miley...
Ella se estremeció y el calor le invadió el vientre. Todos sus sentidos se centraron en él y, lenta e inconscientemente, le puso una mano en el negro cabello, haciéndolo acercarse..
Nick recorrió su labio inferior con la punta de la lengua y ella echó atrás la cabeza. El ansia iba creciendo en su interior y, cuando él le exploró la curva del seno a través del vestido y llegó al pezón, ella gimió y trató de tomar aire.
Nick se apartó entonces.
—Hacer el amor en un coche realmente te excita. O tal vez sea por mí esta vez, ¿tú qué opinas?
Ante esas palabras, Miley recuperó el sentido y se apartó de él. En el incómodo silencio que siguió, Nick se rio.

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bueno a un no termino de ler todas la noves que subieron chicas  asi que no se desesperen solo me faltan pocos por leer
jejejeje como el de pri y el de emi que los estoy leyendo chicas en un momento comentooo
ehhh jejeje

perfect lover-cap-75

Para cenar, miles  llevó a nick a la Marisquería de Mike Anderson. Hizo una mueca al ver que depositaban un plato de ostras para nick sobre la mesa.
— ¡Puaj! —exclamó ella cuando él se comió una.
Muy ofendido, nick resopló.
— Están deliciosas.
— Para nada.
— Eso es porque no sabes cómo tienes que comerlas.
— Claro que sé. Abres la boca y dejas que ese bicho viscoso se deslice por tu garganta.
nick bebió un trago de su cerveza.
— Ésa es una forma de comerlas.
— Así acabas de hacerlo tú.
— Cierto, pero ¿no te gustaría probar otro modo?
Ella se mordió el labio, indecisa. Algo en el comportamiento de Zac le indicaba que podía ser peligroso aceptar su desafío.
— No sé.
— ¿Confías en mí?
— No mucho —resopló ella.
Él se encogió de hombros y dio otro trago a la cerveza.
— Tú te lo pierdes.
— ¡Vale, está bien! —se rindió ella, demasiado curiosa como para continuar negándose—. Pero si me dan arcadas, recuerda que te lo advertí.
nick tiró de la silla de miley con los talones hasta colocarla a su lado, tan cerca que sus muslos se rozaban. Se secó las manos en los vaqueros, y cogió la ostra más pequeña.

— Muy bien entonces —le susurró al oído y le pasó el otro brazo por los hombros—. Echa la cabeza hacia atrás.
miley obedeció. Él deslizó los dedos por su garganta, causándole una oleada de escalofríos. Ella tragó, sorprendida por la ternura de sus caricias. Sorprendida por lo bien que se sentía con él a su lado.
— Abre la boca —le dijo en voz baja, mientras le rozaba el cuello con la nariz.
Ella volvió a obedecer.
nick dejó que la ostra resbalara hasta su boca. Cuando miley la tragó y comenzó a bajar por su garganta, nick pasó la lengua por su cuello en dirección contraria.
miley se estremeció ante la inesperada sensación. Los pezones se le endurecieron y un millón de escalofríos recorrieron su piel. ¡Era increíble! Y por primera vez, no le importó para nada el sabor de la ostra.
— ¿Te ha gustado? —le preguntó, juguetón.
Ella no pudo evitar sonreír.
— Eres incorregible.
— Eso intento.
— Y lo consigues a las mil maravillas.
Antes de que nick pudiera responder, sonó su teléfono móvil.
— ¡Puf! —resopló mientras lo sacaba del bolso. Quien quiera que fuese, ya podía tener algo importante que decirle.
Contestó.
— ¿miley?
Ella se encogió al escuchar la voz de Rodney.
— Señor Carmichael, ¿cómo ha conseguido este número de teléfono?
— Estaba apuntado en tu Rodolex. Vine a tu casa a verte, pero no estás —y suspiró—. Estaba deseando pasar el día contigo. Tenemos una conversación pendiente. Pero no pasa nada. Puedo reunirme contigo, ¿estás en el Barrio Francés con tu amiga la vidente?
El miedo la paralizó.
— ¿Cómo conoce a mi amiga?
— Sé muchas cosas de ti, miley. ¡Mmm! —masculló en voz baja—. Perfumas los cajones de tu ropa interior con popurrí de rosas.
El terror la poseyó por completo y no pudo moverse. Comenzaron a temblarle las manos.
— ¿Está en mi casa?
Podía oír cómo abría y cerraba los cajones de su cómoda, a través del teléfono. De repente, el tipo soltó una maldición.
— ¡Zorra! —espetó Rodney—. ¿Quién es él? ¿Con quién coño te has estado acostando?
— Eso es…
La comunicación se cortó.

miley estaba temblando, tanto que apenas si podía respirar cuando colgó el teléfono.
— ¿Qué sucede? —le preguntó nick, con el ceño fruncido por la preocupación.
— Rodney está en mi casa —le dijo con voz temblorosa. Marcó de inmediato el número de la policía para notificarlo.
— Nos encontraremos allí —le informó el agente—. No entre en su domicilio hasta que lleguemos.
— No se preocupe, no lo haré.
nick le cogió las manos.
— Estás temblando.
— ¡No me digas! Resulta que tengo a un psicópata metido en mi casa, olfateando mi lencería e insultándome. ¿Por qué iba a temblar?
Sus ojos de azul profundo la tranquilizaron con una mirada protectora. Le apretó las manos suavemente.
— Sabes que no voy a permitir que te haga daño.
— Te lo agradezco mucho, nick. Pero este hombre está…
— Muerto si se acerca a ti. Sabes que no te abandonaré.
— Por lo menos no hasta la próxima luna llena.
nick apartó la mirada y ella asimiló la verdad.
— No pasa nada —dijo ella con valentía—. Puedo hacerme cargo de esto, de verdad. He estado sola durante años. Ésta no es la primera vez que un cliente me acosa. Y dudo mucho que vaya a ser el último.
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aaahhh!
ya regrese chicas
de mis cortas vacaciones
aaw no saben cuanto las
extrañee un monton
jejeje bueno
aqui les dejo capi
es un momento subo de las otras noves
jajajaja
aaww mi risa sin sentidoo
aaaaawww extrañe mucho a mis
hermanithas
a emi a are a lu a carithoo a pri a katii a vale lastima que aun no regresa jajaja
espero que les juste bueno ya las dejo jejeje
capi de dicado a todas mis lectoras

domingo, 24 de abril de 2011

perfect lover-cap-74

— ¿Se comportaban así las mujeres antes de la maldición?
Él asintió.
— Por eso el único amigo que tuve fue Kyrian. Los hombres que conocía no podían aguantar la atención que me prestaban; las mujeres me perseguían allí donde estuviésemos, intentando arrancarme la armadura.
miley se detuvo a pensar por un momento.
— Y tú no estás seguro de que todas esas mujeres te amaran, ¿verdad?
La miró con una chispa de diversión.
— El amor y la lujuria no son lo mismo. ¿Cómo puedes amar a alguien a quien no conoces?
— Supongo que tienes razón.
Siguieron caminando por la calle.
— Cuéntame cosas sobre tu amigo. ¿Por qué no le importaba que las mujeres se quedaran con la boca abierta al verte?
nick sonrió, mostrando sus hoyuelos.
— Kyrian estaba profundamente enamorado de su esposa, y no le importaba ninguna otra mujer. Jamás me vio como un competidor.
— ¿Conociste a su esposa?
nick negó con la cabeza.
— Aunque nunca lo hablamos, creo que los dos intuíamos que sería una mala idea.
miley percibió el cambio en su rostro. Estaba recordando a Kyrian, seguro.
— Te culpas por lo que le sucedió, ¿verdad?
Él apretó los dientes mientras imaginaba lo que debía haber sentido su amigo al ser capturado por los romanos. Considerando las ganas que habían tenido de atraparlos a ambos, no había duda de lo que lo habían hecho sufrir antes de matarlo.
— Sí —contestó en voz baja—. Sé que tengo la culpa. Si no hubiese despertado la ira de Príapo, habría estado allí para ayudar a Kyrian a luchar contra ellos.
Y sabía con absoluta certeza que la desgracia de Kyrian provenía del hecho de haber sido tan estúpido como para ser su amigo.
Lanzó un suspiro.
— Una vida brillante que no debería haber acabado así. Si tan sólo hubiese aprendido a controlar su osadía, habría llegado a ser un magnífico gobernador —dijo, cogiendo la mano de miley y dándole un ligero apretón.
Caminaron en silencio, mientras miley intentaba pensar en el modo de animarlo.
Al pasar por la Casa del Vudú de Marie Laveau, ella se detuvo y lo arrastró al interior.
Le explicó los orígenes del vudú mientras recorrían el museo de miniaturas.
— ¡Uuuh! —dijo cogiendo un muñeco de vudú de una estantería—. ¿Quieres vestirlo como Príapo y clavarle unos cuantos alfileres?
Nick se rió.
— ¿Por qué no imaginarnos que es Rodney Carmichael?
miley suprimió una sonrisa.
— Eso sería muy poco profesional por mi parte, ¿no es cierto?... Pero me resulta muy tentador.
Dejó el muñeco en su sitio y se fijó en el mostrador de cristal, donde estaban colocados los amuletos y la bisutería. Justo en el centro, había un collar de cuentas negras, azules y verdes, trenzadas de un modo tan intrincado que daban la sensación de ser un delgado hilo negro.
— Trae buena suerte a quien lo lleva —le dijo la vendedora al percibir el interés de miley—. ¿Le gustaría verlo de cerca?
miley asintió.
— ¿Funciona?
— ¡Sí! Está trenzado siguiendo un poderoso diseño.
miley no estaba muy segura de que debiera creérselo; pero entonces recordó que, hacía apenas una semana, jamás habría creído que dos mujeres borrachas pudieran devolver a la vida a un general Macedonio.
Pagó a la mujer y se acercó a nick.
— Agáchate —le dijo.
Él la miró con escepticismo.
— ¡Vamos! —le acució ella—. Dame el gusto, anda.
La vendedora se rió al ver a miley colocarle el amuleto a nick en el cuello.

— Ese chico no necesita ningún tipo de suerte para aumentar su encanto. Lo que necesita es un hechizo que disperse la atención de todas esas mujeres que le están mirando el trasero ahora que está agachado.
miley miró por encima del hombro de nick y observó a tres mujeres que babeaban al mirarle el trasero. Por primera vez, sintió un horrible ramalazo de celos.
Pero la sensación se evaporó por completo cuando nick le dio un cariñoso beso en la mejilla antes de incorporarse. Con una mirada diabólica, le pasó un brazo alrededor de los hombros en un gesto posesivo.
Al pasar junto a las mujeres, miley no pudo suprimir un travieso impulso. Se detuvo junto a ellas y las interpeló.
— Por cierto, desnudo está muchísimo mejor.
— Y tú que no pierdes oportunidad de comprobarlo, cariño —comentó nick mientras se ponía las gafas de sol y comenzaba a andar con el brazo aún sobre sus hombros.
Ella le pasó la mano por la cintura y la metió en el bolsillo delantero del pantalón, mientras él la atraía más hacia su cuerpo.
— ¿Sabes una cosa? —le susurró al oído—. Si bajases la mano un poquito más, no me importaría en absoluto.
Ella le dio un pequeño apretón, pero dejó la mano donde estaba.
Las miradas de envidia de las mujeres los persiguieron mientras se alejaban caminando por la acera.
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bueno chicas aqui lo dejo
este capi a peticion de katii