sábado, 30 de abril de 2011

perfect lover-cap-76

Los ojos de nick lanzaron llamaradas azules cuando la miró.
— ¿Cuántos de tus pacientes te han acosado?
— No es tu problema, sino el mío.
Nick siguió mirándola como si estuviese a punto de estrangularla.



Llegaron a casa al mismo tiempo que la policía.
El joven y musculoso agente miró con suspicacia a nick.
— ¿Quién es?
— Un amigo —le contestó miley.
El policía alargó la mano hacia ella.
— De acuerdo, déme las llaves y déjenos echar un vistazo. El agente Reynolds se quedará con ustedes aquí fuera hasta que lo revisemos todo.
miley le entregó obedientemente el juego de llaves.
Comenzó a mordisquearse las uñas mientras observaba cómo el policía entraba a su hogar.
Por favor, que Rodney Carmichael esté dentro todavía.
Pero no estaba. El policía salió poco después meneando la cabeza.
— ¡Joder! —exclamó miley en voz baja.
El agente Reynolds la acompañó hasta la casa y nick los siguió un poco rezagado.
— Necesitamos que entre y eche un vistazo para ver si falta algo.
— ¿Ha hecho algún estropicio? —preguntó ella.
— Sólo en los dormitorios.
Con el corazón en un puño, miley entró en su casa y subió las escaleras para ir a su habitación.
nick la siguió y observó cómo se mantenía rígida y distante. Tenía el rostro tan pálido que las pecas resultaban mucho más evidentes. Podría matar al tipo que le había hecho esto. Ninguna mujer debería pasar tanto miedo, especialmente en su propio hogar.
Cuando llegaron al piso superior, nick vio que la puerta de la habitación del final del pasillo estaba entreabierta. miley corrió hacia allí.
— ¡No! —jadeó.
Se apresuró a seguirla.
nick comenzó a verlo todo rojo al contemplar el sufrimiento que reflejaba el rostro de miley. Podía sentir su dolor en el corazón como si fuese el suyo propio.
Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas mientras observaba el desorden. El colchón estaba tirado en el suelo, las sábanas desgarradas, los cajones abiertos y su contenido esparcido, como si Céfiro hubiera pasado por allí en mitad de un arranque de mal humor.

nick le colocó las manos sobre los hombros para reconfortarla.
— ¿Cómo ha podido hacerle esto a su habitación? —preguntó miley.
— ¿De quién es esta habitación? —preguntó el agente Reynolds—. Creía que vivía sola.
— Y lo hago. Ésta era la habitación de mis padres. Murieron hace tiempo —miró a uno y otro lado, incrédula. Una cosa era que fuese tras ella, pero ¿por qué había hecho esto?
Contempló la ropa esparcida por el suelo; ropa que le traía a la memoria tantos recuerdos maravillosos… Las camisas que su padre llevaba al trabajo; el jersey favorito de su madre y que ella siempre le pedía prestado; los pendientes que su padre había regalado a su madre en su último aniversario de boda. Todo estaba desparramado por la habitación, como si no tuviese valor alguno.
Pero para ella eran objetos muy valiosos. Era lo único que le quedaba de ellos. El dolor le desgarraba el corazón.
— ¿Cómo ha podido hacerlo? —preguntó, mientras la rabia se abría paso en su interior.
nick la atrajo hacia sus brazos y la sostuvo con fuerza.
— No pasa nada, miley —murmuró sobre su pelo.
Pero sí que pasaba. miley dudaba poder superar aquello alguna vez. No podía dejar de pensar en las manos de ese animal tocando la ropa de su madre o desgarrando las sábanas. ¡Cómo se había atrevido!
nick miró al agente de policía.
— No se preocupe —dijo el hombre—, encontraremos al tipo.
— ¿Y después qué? —preguntó nick.
— Eso tendrá que decidirlo un tribunal.
nick lo miró de arriba abajo y soltó un gruñido, asqueado. Tribunales. No entendía cómo un tribunal moderno podía permitir que un animal así estuviese suelto.
— Sé que todo esto es duro —comentó el agente—. Pero necesitamos que compruebe si se ha llevado algo, doctora Alexander.
Ella asintió.
A nick le sorprendió el coraje que demostró al desprenderse de su abrazo y limpiarse las lágrimas. Comenzó a inspeccionar todo aquel desastre. Él se arrodilló a su lado; quería estar cerca por si lo necesitaba de nuevo.
Después de comprobarlo todo concienzudamente, miley cruzó los brazos sobre el pecho y lanzó una rápida mirada al agente.
— No falta nada —le dijo, y salió de la habitación para ir a la suya.
Entró en ella con mucha aprensión. Un rápido vistazo le indicó que su dormitorio había sufrido los mismos daños que el de sus padres. Había registrado meticulosamente tanto la ropa de nick como la suya. Toda la lencería estaba tirada por el suelo, había desgarrado las sábanas y el colchón estaba ladeado.

Ojalá Rodney hubiese encontrado la espada de nick bajo la cama y hubiese cometido el error de tocarla. Eso sí que habría sido una justa recompensa.
Pero no la había visto. De hecho, el escudo aún seguía apoyado sobre la pared, junto a la cama, donde él lo dejó.
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olap
bueno espero les guste el cap
chicas y gracias x sus comentarios
aaaww me encaanton jejeje
bueno aqui se los dejoo

1 comentario:

Niley Obsesiones dijo...

Hermoso capi sis... un beso
te es pero por el msn...
un beso..
ah me olvidaba espero el próximo....
besitos!!!!!