domingo, 24 de abril de 2011

boda por contrato-cap 3

Miley se dio cuenta de que se había pasado y Nick miró por encima de ella a su guardaespaldas con reproche.
—Lo siento -dijo ella.
—Damianos...
El hombre se dio cuenta de lo que le ordenaba su jefe y salió del despacho cerrando la puerta.
—¿Por qué te estás humillando de esta forma? —le preguntó Nick entonces.
—No lo he hecho.
—¿No? Si no fuera por el respeto que le tengo a tu abuelo, habría hecho que te echaran el primer día.
—Tengo una proposición para ti.
—No voy a escuchar ninguna proposición. ¿Cómo me puedes mirar a la cara?
—Es fácil, teniendo la conciencia limpia
— respondió ella desafiante.
—Eres una zorra.
Sin dejarse afectar por esa acusación, tan lejos de la verdad, Miley se sorprendió de que él siguiera necesitando castigarla tanto tiempo después de los hechos. Le pareció irónico el que al parecer hubiera causado más impresión en él con su aparente infidelidad que cuando se hicieron novios.
Ella se rió secamente.
—Llámame lo que quieras, pero de verdad que he venido aquí para ofrecerte un trato de negocios.
—Enrique Espinosa no te utilizará a ti como mensajera.
—Bueno... En este caso en particular, de los tres, parece que solo yo tengo el arrojo necesario para hacer esta aproximación tan directa. ¿Es que no puedes dejar de pensar en lo que pasó hace diez años para escucharme?
-No.
Miley frunció el ceño.
- ¿Por qué no?
Nick se limitó a mirarla fijamente.
—Mi abuelo sigue queriendo que tú te ocupes de sus empresas. Afrontémoslo... es lo que siempre ha querido él, lo mismo que tu padre. Yo solo era el nexo de unión. Yo no era nada importante, salvo como una especie de garantía.
—¿A qué viene todo esto ahora?
—Estoy dejando las cosas claras, ¿de acuerdo?
—No, no estoy de acuerdo. Sal de aquí.
—¡No me voy a marchar! —dijo ella apretando los puños—. Tú ya has tenido diez años de venganza.
—¿De qué me estás hablando?
—Si te casas conmigo, yo te lo cederé todo a ti.
Eso logró que él la mirara con atención.
—No me estoy refiriendo a un matrimonio normal —continuó ella—. Solo a uno que pueda satisfacer a mi abuelo. Yo no le importo tampoco lo más mínimo a él, así que no esperará mucho de ese matrimonio. Yo me quedaré aquí, en Gran Bretaña... lo único que necesito es algo con lo que vivir. A cambio, el imperio Espinosa será todo tuyo, sin tener siquiera que soportar que yo esté cerca.
Nick murmuró algo en griego.
—Nick, trata de entender que estoy desesperada, si no, no te estaría sugiriendo esto. Sé que tú crees...
—¿Cómo te atreves a venirme con semejante oferta?
-Yo...
Nick se acercó a ella y la agarró por los brazos.
—¿Estás loca? Debes de estarlo para venirme con esto. ¿Cómo puedes pensar por un momento que yo me casaría con una zorra avariciosa como tú?
—Tómatelo como un contrato de negocios, no como un matrimonio.
—¿Por parte de una mujer que fue a manosearse con uno de mis amigos como una prostituta callejera?
—No es que eso tenga importancia ahora, pero eso no sucedió, Nick...
Él la apartó asqueado.
—Te vieron. Me ofendes con esta oferta...
—¿Por qué? Si pudieras darle la espalda al pasado, te darías cuenta de que era esto lo que querías hace diez años, y más... ya que yo no voy a pretender ser tu esposa, vivir contigo o molestarte de alguna manera.
—Enrique te matará si sigues con esto...
Miley rió secamente.
—Oh, seguro que no le gustan mis métodos, pero hace tres días que él mismo me dijo que solo ganaría su perdón casándome contigo... Así que no me parece que tenga muchas más opciones, ¿verdad?
—Tú ya elegiste hace diez años en ese aparcamiento.
Miley pensó que aquello no tenía sentido. Bajó la mirada y entonces se dio cuenta de que se le había desabrochado un botón de la blusa, dejando a la vista la parte superior de sus senos. Con manos temblorosas, se lo abrochó. Miley bajó también la mirada.
-Me habría gustado tenerte antes... Si te hubiera tenido, tú no habrías estado tan desesperada como para ir a ese aparcamiento.
—No me hables así —murmuró ella.
—A ti te hablo como quiero. ¿O es que te crees que tienes la exclusiva de hacerlo directamente?
—No, pero...
—¿Crees que puedes venir aquí a pedirme que me case contigo y conseguir que te respete?
—Pensé que respetarías lo que valgo para ti económicamente.
—Estás jugando con fuego y no lo sabes. ¿Cómo estás de desesperada, Miley?
Las rodillas le estaban empezando a fallar a ella.
Se dio cuenta de que algo había cambiado en Nick, pero no sabía qué.
—Mi madre no está bien...
—Oh, no me vengas ahora con una historia triste, por favor. ¿Por qué clase de beep me tomas?
—Puede que ya me haya cansado de ser pobre, ¿qué te importa eso a ti?
—No me importa —respondió él—. Aun así, admito una cosa. Tienes más valor que cualquier otra mujer que haya conocido. Y debes estar realmente desesperada para venirme con esta proposición. Me lo pensaré.
La esperanza que ella sintió casi la hizo marearse.
—¿Pensabas que era imposible que rechazara tu proposición si me venía envuelta en el imperio Espinosa? —añadió él.
—Tú eres un hombre de negocios, como mi abuelo. No tienes nada que perder y mucho que ganar.
—Mucho... -dijo él recorriéndola con la mirada.
Pero ella se dio cuenta de que, realmente, no la estaba viendo a ella, sino al poder que estaba a punto de çonseguir.
—¿Cómo me puedo poner en contacto contigo? —le preguntó Nick.
Ella se tensó y lo que le quedaba de orgullo reacciono.
—Te daré un número de teléfono, pero no es el mío. Me puedes dejar allí cualquier mensaje.
—¿,A qué viene ese secretismo?

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uuff tenia muy abandonada esta nove pero
graxias a ninosca por recordarmela jejeje

2 comentarios:

novelas niley dijo...

me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Lucia dijo...

me encantooo
jejejeje
esta genial