domingo, 24 de abril de 2011

sleeping with someone who hates me-cap-7

Cuando él se desabrochó la camisa, sintió que se le ponía la carne de gallina y que la boca se le secaba. Aquel hombre era puro músculo, desde los hombros, perfectos, hasta los abdominales, bien marcados.
-Que eres muy sexy -confesó.
-Como tú... -dijo él yendo hacia la cama.
-¿Ah, sí? -dijo ella con el corazón martilleándole el pecho. Se sentía como una adolescente que ve por primera vez a su ídolo: mariposas en el estómago, cabeza en blanco y dientes casi castañeteando por los nervios. Pensó que iba a cometer un gran error y que debía salir de allí corriendo.
-Ne…
-¿No? -dijo miley, confusa.
-Ne quiere decir «sí» en griego -contestó tumbándose a su lado con una gran sonrisa.
-¿Eres griego?
-Al cien por cien -contestó él acariciándole el pelo-. Me encanta tu pelo... ¿Cómo te apellidas?
-Bewford -mintió miley dando el apellido de soltera de su madre por temor a que reconociera el suyo.
-Así no te perderás de mí.
-¿Te importaría? -dijo ella poniéndole la mano temblorosa en el brazo.
-Claro que sí, pethi mou -contestó nick pensando que quizá pudiera batir su récord.
Nunca había salido más de tres meses con una mujer. Incómodo por aquella idea, la besó.
miley respondió a su beso y deslizó sus dedos entre aquel pelo negro tan tentador. nick la tumbó sobre la almohada y siguió besándola por el cuello.
miley estaba como en una nube. miley encontró su pulso bajo la oreja y, entonces, ella sintió que todo el cuerpo estaba vivo, que no podía dejar de moverse. Ni siquiera oyó el ruido de los tirantes del top, solo percibió el aire fresco sobre el pecho, como un alivio. nick le quitó la falda y la dejó solo con las braguitas blancas de encaje.
-Eres perfecta -jadeó avanzando con la boca hacia aquellos pequeños montículos rosados que llevaba tiempo anhelando saborear.
miley gimió de placer y sintió espasmos por todo el cuerpo. Nunca había sentido algo así, era como un dolor placentero que la sorprendió hasta límites insospechados. Le costaba respirar y controlar su cuerpo. La excitación no la permitía pensar, sentía el corazón desbocado y un calor abrasador entre las piernas.
-Hablame... -dijo nick.
-No... puedo -contestó miley en un hilo de voz.
nick se quedó mirándola.
-Estás borracha...
miley se quedó de piedra ante aquella acusación y se incorporó.
-Estoy... -
-Como una cuba... ¡No es mi estilo! -apuntó él levantándose de la cama.
-¿Cómo?
nick la miró con desagrado mientras se preguntaba cómo había sido tan tonto de no darse cuenta del estado en el que se encontraba aquella mujer.
-Ya sabes que hay que dar el consentimiento -se burló-. ¡Nunca se me ocurriría acostarme con una mujer que está demasiado borracha como para saber lo que hace!
miley intentó levantarse de la cama y lo único que consiguió fue caer de bruces sobre la alfombra. Con gran esfuerzo, alzó la mirada hacia él. Aquella situación se le había ido de las manos y estaba resultando de lo más embarazosa.
-¿Crees que podrías conseguir que se me pasara la borrachera y luego seguimos? -susurró esperanzada.
nick la miró y se preguntó qué iba a hacer. Al fin y al cabo, tenía una responsabilidad hacia ella, ¿no? La había hecho beber y la había llevado a su casa. Tal y como estaba, no le parecía bien meterla en un taxi sola ni decirle a su conductor que se encargara de ella. Él también había bebido, así que no la podía llevar personalmente a su casa.
En mitad de aquel silencio sepulcral que la habría matado de vergüenza si hubiera estado sobria, miley se quedó mirando atentamente la alfombra. nick estaba arrodillado a su lado mirándola con frustración.
-Si quieres, puedo dormir aquí en el suelo -dijo ella.
nick se miró en aquellos enormes ojos verdes y vio que miley comenzaba a sonreír.
-La verdad es que... no me puedo levantar... no siento las piernas.
nick tuvo deseos de zarandearla para ver si recobraba el juicio. ¿No se había dado cuenta del peligro que corría en casa de un desconocido o de lo peligroso que era beber tanto porque era imposible defenderse? La idea de que se comportara así con otros hombres lo enfureció.
-¿Te sueles comportar así? -le preguntó seca mente.
A miley se le quitaron las ganas de reírse.
-No... solo contigo... perdón -contestó ella volviendo a mirar con atención la alfombra.
Nic se levantó y encargó café y sandwiches por teléfono. Se quedó contemplando a su .víctima con intensidad antes de ir a abrir la ventana para que entrara la brisa nocturna.
miley se estremeció al sentir el frío en la espalda. nick la miró sin remordimientos. Claro que, podía hacer que se le pasara la borrachera... y, luego, a casa. Tomó una sábana y se la puso por encima antes de agarrarla en brazos para llevarla al baño.
-Tengo sueño...
-Tienes que despertarte -la informó él sentándola en la ducha con dificultad.
-No -dijo ella con los ojos abiertos como platos al sentir el agua caerle por encima-. No me quiero mojar.
-Pues es lo que hay -contestó él poniéndose en medio para que no saliera.
En lugar de luchar, miley se dejó caer al suelo como a cámara lenta. Se hizo un ovillo, encantada de sentir el agua calentita.
-¡Levántate! -le ordenó nick. miley cerró los ojos.
-Tengo sueño -masculló-. Buenas... noches...

2 comentarios:

@SunsetsInHawaii dijo...

Tu. Novela. Esta. Increible.
De verdad :) Siguela!
Creo que es la primera que en verdad me cautiva :)

Lucia dijo...

jejejeje
se va a dormir en la ducha??
jejejejeje
me encantooo