Para cenar, miles llevó a nick a la Marisquería de Mike Anderson. Hizo una mueca al ver que depositaban un plato de ostras para nick sobre la mesa.
— ¡Puaj! —exclamó ella cuando él se comió una.
Muy ofendido, nick resopló.
— Están deliciosas.
— Para nada.
— Eso es porque no sabes cómo tienes que comerlas.
— Claro que sé. Abres la boca y dejas que ese bicho viscoso se deslice por tu garganta.
nick bebió un trago de su cerveza.
— Ésa es una forma de comerlas.
— Así acabas de hacerlo tú.
— Cierto, pero ¿no te gustaría probar otro modo?
Ella se mordió el labio, indecisa. Algo en el comportamiento de Zac le indicaba que podía ser peligroso aceptar su desafío.
— No sé.
— ¿Confías en mí?
— No mucho —resopló ella.
Él se encogió de hombros y dio otro trago a la cerveza.
— Tú te lo pierdes.
— ¡Vale, está bien! —se rindió ella, demasiado curiosa como para continuar negándose—. Pero si me dan arcadas, recuerda que te lo advertí.
nick tiró de la silla de miley con los talones hasta colocarla a su lado, tan cerca que sus muslos se rozaban. Se secó las manos en los vaqueros, y cogió la ostra más pequeña.
— Muy bien entonces —le susurró al oído y le pasó el otro brazo por los hombros—. Echa la cabeza hacia atrás.
miley obedeció. Él deslizó los dedos por su garganta, causándole una oleada de escalofríos. Ella tragó, sorprendida por la ternura de sus caricias. Sorprendida por lo bien que se sentía con él a su lado.
— Abre la boca —le dijo en voz baja, mientras le rozaba el cuello con la nariz.
Ella volvió a obedecer.
nick dejó que la ostra resbalara hasta su boca. Cuando miley la tragó y comenzó a bajar por su garganta, nick pasó la lengua por su cuello en dirección contraria.
miley se estremeció ante la inesperada sensación. Los pezones se le endurecieron y un millón de escalofríos recorrieron su piel. ¡Era increíble! Y por primera vez, no le importó para nada el sabor de la ostra.
— ¿Te ha gustado? —le preguntó, juguetón.
Ella no pudo evitar sonreír.
— Eres incorregible.
— Eso intento.
— Y lo consigues a las mil maravillas.
Antes de que nick pudiera responder, sonó su teléfono móvil.
— ¡Puf! —resopló mientras lo sacaba del bolso. Quien quiera que fuese, ya podía tener algo importante que decirle.
Contestó.
— ¿miley?
Ella se encogió al escuchar la voz de Rodney.
— Señor Carmichael, ¿cómo ha conseguido este número de teléfono?
— Estaba apuntado en tu Rodolex. Vine a tu casa a verte, pero no estás —y suspiró—. Estaba deseando pasar el día contigo. Tenemos una conversación pendiente. Pero no pasa nada. Puedo reunirme contigo, ¿estás en el Barrio Francés con tu amiga la vidente?
El miedo la paralizó.
— ¿Cómo conoce a mi amiga?
— Sé muchas cosas de ti, miley. ¡Mmm! —masculló en voz baja—. Perfumas los cajones de tu ropa interior con popurrí de rosas.
El terror la poseyó por completo y no pudo moverse. Comenzaron a temblarle las manos.
— ¿Está en mi casa?
Podía oír cómo abría y cerraba los cajones de su cómoda, a través del teléfono. De repente, el tipo soltó una maldición.
— ¡Zorra! —espetó Rodney—. ¿Quién es él? ¿Con quién coño te has estado acostando?
— Eso es…
La comunicación se cortó.
miley estaba temblando, tanto que apenas si podía respirar cuando colgó el teléfono.
— ¿Qué sucede? —le preguntó nick, con el ceño fruncido por la preocupación.
— Rodney está en mi casa —le dijo con voz temblorosa. Marcó de inmediato el número de la policía para notificarlo.
— Nos encontraremos allí —le informó el agente—. No entre en su domicilio hasta que lleguemos.
— No se preocupe, no lo haré.
nick le cogió las manos.
— Estás temblando.
— ¡No me digas! Resulta que tengo a un psicópata metido en mi casa, olfateando mi lencería e insultándome. ¿Por qué iba a temblar?
Sus ojos de azul profundo la tranquilizaron con una mirada protectora. Le apretó las manos suavemente.
— Sabes que no voy a permitir que te haga daño.
— Te lo agradezco mucho, nick. Pero este hombre está…
— Muerto si se acerca a ti. Sabes que no te abandonaré.
— Por lo menos no hasta la próxima luna llena.
nick apartó la mirada y ella asimiló la verdad.
— No pasa nada —dijo ella con valentía—. Puedo hacerme cargo de esto, de verdad. He estado sola durante años. Ésta no es la primera vez que un cliente me acosa. Y dudo mucho que vaya a ser el último.
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aaahhh!
ya regrese chicas
de mis cortas vacaciones
aaw no saben cuanto las
extrañee un monton
jejeje bueno
aqui les dejo capi
es un momento subo de las otras noves
jajajaja
aaww mi risa sin sentidoo
aaaaawww extrañe mucho a mis
hermanithas
a emi a are a lu a carithoo a pri a katii a vale lastima que aun no regresa jajaja
espero que les juste bueno ya las dejo jejeje
capi de dicado a todas mis lectoras
3 comentarios:
Sis volviste!!! que emoción...
ya te extrañaba...
hermoso el capi...
espero el próximo
un beso grandote..!!!!
wow me encanto el cap espero q aigas disfrutado tus vacaciones bueno leere las demas
aaaahhh
super
lo ameee
geneal
espero el otro
prontoo
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