-EL hijo de otra--cap-38

miley pasó los dos días siguientes sintiéndose mal, se encontraba muy cansada y tenía náuseas.
Decidió que aquello se debía a que no dormía bien por las noches porque se ensañaba una y otra vez repasando los problemas de su matrimonio, que había empezado muy bien pero que iba de mal en peor.
Era obvio que nick la deseaba, pero miley se recordó que un hombre era capaz de acostarse con una mujer queriendo a otra mientras que las hembras de todas las especies estaban dispuestas a sacrificarse para conseguir el amor del macho.
Se preguntó dónde estaría en aquellos momentos. Probablemente, en una estación de esquí, tal y como le había dicho la noche anterior cuando había llamado por teléfono para preguntar, especialmente, por los niños.
Viendo que ella no le interesaba, miley decidió responder a sus preguntas con frialdad. ¡Cómo se atrevía a hablarle en aquel tono desprovisto de toda emoción!
Aquella voz fría y distante no casaba con el hombre que le había hecho el amor de manera tan tierna minutos antes de irse y miley se preguntó por qué lo habría hecho.
Probablemente, para que siguiera deseandolo mientras estaba de viaje, para que al volver siguiera siendo la deseosa esposa y entregada madre que había dejado.
¡En otras palabras, para que siguiera estando en su lugar!
A pesar del sufrimiento que pensar en todo aquello le producía, miley no se engañaba a sí misma porque sabía que, si nick hubiera estado allí en aquellos momentos con ella, no tendría más que haber alargado el brazo y se habría entregado a él.

Durante los días siguientes, se entretuvo enmarcando las últimas acuarelas que había pintado, hablando con el abogado de nick para vender su piso y acompañando a su suegra a la ciudad.
-¿Has hablado con nick? -le preguntó Mabel mientras comían en un restaurante de Knightsbridge.
-Sí -contestó miley jugueteando con la ensalada de salmón que tenía ante sí.
 «Ha llamado una vez, pero los dos nos mostramos tan fríos y distantes que... no ha vuelto a llamar».
-Llamó para preguntar por los niños -añadió para disimular.
-Estás un poco pálida -dijo Mabel.
-¿De verdad? -rió miley-. Será porque salgo mucho por las noches -intentó bromear a pesar de que demi le había dicho lo mismo cuando se habían visto en el gimnasio.
Mabel frunció el ceño y le miró la mano.
-¿La alianza? Me la he debido de dejar en el baño -se adelantó miley incapaz de decirle que la había perdido.
Haberlo hecho la torturaba tanto que incluso se había acercado a la cafetería donde habían parado aquel día, pero no la había encontrado.
-¿Te van bien las cosas con nick? -le preguntó Mabel.
miley tragó saliva y asintió.
-Sí, por supuesto -contestó con la boca seca.
-¿Se han peleado?
«No, no es eso. Mi marido no me quiere. Sigue enamorado de Maite y yo contra eso no puedo hacer nada».
miley negó con la cabeza.
-No -le aseguró a su suegra.
-Quiero que sepas que, al principio, tuve mis dudas sobre su matrimonio. Estaba preocupada por nick... y por ti, la verdad, pero ahora me doy cuenta de que eres la mujer perfecta para mi hijo -le dijo Mabel con afecto.
Cuando el camarero les llevó el café, miley no pudo evitar sentir unas terribles náuseas que la hicieron levantarse a toda velocidad, ir al baño y vomitar.

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espero y les guste el capii
ahora subo uno de perfect love
a si gracias por sus comentarios super
mega liindisimos me encaantan
y n desesperen chicas biene otro maraton pronto